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"Pasaron años y vinieron / los que organizan la victoria, / todos hablaron, pero antes / un hombre se calló la boca." Juan Gelman

“Hubo 30.000 desaparecidos y el tango se quedó callado”

El cantante y compositor Juan Vattuone, una voz original y distante del tradicionalismo en el universo del tango, aseguró que el género "tuvo un ala derechosa" y, como consecuencia de ello, "hubo 30 mil desaparecidos y el tango se quedó callado".

"Hubo 30 mil desaparecidos y el tango se quedó callado. El rock, en cambio, ha tenido posibilidades de expresarse en ese mismo contexto", reflexionó Vattuone, de 61 años, en diálogo con Télam.

El cantante ofreció su mirada del género en la vecindad de la presentación de su más reciente disco, "Escuchame una cosa", el viernes, desde las 20.30, como parte del ciclo de Música Popular de la Casa de la Cultura-Fondo Nacional de las Artes (Rufino de Elizalde 2831).

"Sin ofender a nadie -aclaró- creo que el tango tuvo un ala derechosa y que un poco por esa razón no se admitían tangos nuevos. Había algo así como aquello de la película de (María Luisa) Bemberg, un `De eso no se habla`", afirmó Vattuone.

El compositor destacó que "siempre existieron poetas y juglares que contaban la verdad, lo que le pasaba al pueblo", pero enfatizó que esa mirada "no se difundía".

"A mí me han dicho trasgresor, que me parezco más a un rockero que a un tanguero, no sé si todas esas cosas me identifican, pero sí sé que me interesa la cultura popular y no el tango oficial que pasan en la radio 2x4", agregó.

-¿Ha quedado atrás esa mirada prejuiciosa que condenaba a los nuevos creadores en el tango?

-Cuando yo empecé el tango era algo mersa, pero lo abracé porque vengo de una familia de artistas. Hoy los jóvenes se acercan mucho al tango y a mi obra porque creo que me ven como un puente entre el tango consagrado y el tango de este tiempo.

-¿Qué valores del tango rescatan los jóvenes que se acercan al género en este momento?

-Yo rescato aquello que el tango tiene de candombe, de milonga, de habanera, porque el principio de la historia estuvo nutrido por los inmigrantes. Sobre todo eso, además, utilizo el lunfardo y el humor.

Los jóvenes me parece que tienen menos prejuicios para abordar el género. Este movimiento empezó hace alrededor de 15 años y sabía que iba a florecer en algún momento. Del mismo modo que hubo un florecer en la política desde el 2003, que marca un contraste con el sentimiento del `Que se vayan todos`.

-¿Usted tuvo que luchar a contramano de una mirada más prejuiciosa que la que está presente en la actualidad?


Juan Vattuone en Fractura expuesta, La Voz de las Madres

-Claro, cuando yo grabé 15 tangos con letra y música ("Tangos al mango", 2005) era como una mala palabra dentro del ambiente. Los grandes tangueros no permitían cantar nuevos tangos.

También por eso es que hay pocos cantautores en el tango. Lo es Cacho Castaña; lo fue Rubén Juárez; y lo soy yo, que compongo las letras y músicas de aquello que canto.

-¿Hubo un tango marginal en los años `80 y `90?

-En mis conciertos siempre presentamos el libro "Tango oculto", de mi mujer, Silvia Boggiano, que reseña a más de 200 músicos y poetas que es como si no existieran en los medios de comunicación: Aacho Estol, Alfredo Rubín, Raimundo Rosales... tantos más.

-¿Por qué razón se le ocurre que esos artistas no son aceptados por los medios masivos?

-Por prejuicio, por ignorancia. Porque tienen una audiencia cautiva y, por ejemplo, pasan tangos para la gente de 60, 70, 80 años. Son muy pocos los espacios para la difusión de la música, inclusive en la televisión abierta.

Contra todo eso yo me levanté sin prever lo que iba a suceder. Me siento un quijote.

Télam, septiembre 2011


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¿Qué esperan para hablar?

Por Hugo y Mariana Planes, revista Primera Plana 1972

Da la sensación de que hacia falta hacerse esta pregunta: ¿tienen los músicos argentinos conciencia de la necesidad de politización de su arte? Aunque no se trata de una investigación exhaustiva sino de una especie de reconocimiento de llagas, se puede decir que los resultados son positivos. Los personajes interrogados apenas alcanzan un mínimo exigible, pero son lo suficientemente representativos. Dan una imagen aproximada de lo que se puede suponer el consenso general. Ya sea en lo que están de acuerdo como en lo que difieren, se puede decir que en sus respuestas hay datos significativos, que no hace falta analizar para arribar a deducciones concretas.

Y lo que es más alentador es que esas mismas respuestas permiten abrigar fundadas esperanzas para un futuro próximo. Astor Piazzolla, Juan Tata Cedrón, Sexteto Tango, Eduardo Rovira, Hugo Del Carril, Osvaldo Piro y Susana Rinaldi contestaron por separado a un cuestionario que los obligaba a definirse. Y lo hicieron con sinceridad. Los resultados obtenidos parecen una mesa redonda y así se ha decido estructurarlo.
Al principio se pensó en la conveniencia de extraer conclusiones generales, pero más tarde se hizo evidente que todo era lo suficientemente explícito a partir de sus declaraciones. Además, es sabido que observaciones clínicas correctas pueden conducir a diagnósticos aberrantes ... No se incluye la totalidad de las respuestas sino lo fundamental.


¿QUE ESPERAN PARA HABLAR?

PRIMERA PLANA: ¿Tiene la intención de reflejar en su música la Argentina 1972 ? Sin excluir la Argentina que duele...

ASTOR PIAZZOLLA: Yo no sé si a veces uno piensa en lo que está reflejando. A veces pienso que ciertas cosas me resbalan. El clima que se vive actualmente puede estar por adentro. Yo soy Piazzolla y soy la Argentina, pero a lo mejor el día que me levanto para escribir no escuché ni la radio y no sé que mataron a nadie. Pienso que cuando me pongo a escribir soy muy egoísta. Pienso en mis cosas, en lo que vengo haciendo ...
"TATA" CEDRÓN; Un artista debe ver la realidad y reflejarla. Pero ahora la cosa se puso violenta. Hay cosas que son duras para cantar, y es difícil encontrarlas bien expresadas.
SEXTETO TANGO: Tendemos a hacerlo, pero estamos recién buscando la manera. Hay algunos letristas, como Manolo Barros, que están trabajando en esto, pero de todas maneras no es seguro que nuestro público acepte estas cosas. Es gente que se aterra a las cosas que fueron, viene a volver a escuchar lo que le gusta.
EDUARDO ROVIRA: Esa es la intención de cada día, y creo conseguirlo. La problemática que planteo en mi música es la problemática de mi país, pero de todos modos, no es sólo de aquí, es un malestar generalizado, de todo el mundo. Claro que reflejando la Argentina se refleja el mundo.
OSVALDO PIRO: Los artistas tenemos la obligación de comprometernos con nuestro tiempo. A mí no me interesa hacer un tango para el año 2000. Me interesa reflejar mi tiempo, como yo lo entiendo, para que me entienda la gente de mi generación. Lo que hay que mantener es una dosis de equilibrio.
SUSANA RINALDI: Esa es la única Argentina ... Entiendo que sí, que la intención la tengo. Y me parece que el tango es una de las canciones populares que mejor puede reflejar los momentos que vive el país. La amargura y desesperación que a menudo se trasluce en el tango es la resultante de lo que viene ocurriendo.
HUGO DEL CARRIL: Ese es el problema del tango. Se ha quedado rezagado. En ese aspecto no ha sabido plegarse a las filas populares. Los autores importantes no parecen haberse dado cuenta del problema.

P. P.: ¿Existe algún motivo de temor de que el público le vuelva la espalda al artista que adopta con honestidad la posición combativa?

A. P.: El .público sigue admirando a un artista siempre y cuando éste no le juegue sucio. El artista se debe al público, y en este caso yo me debo a mi público. Yo estoy trabajando para ellos. Lo puedo defraudar cuando empiezo a hacer concesiones. Sí, claro que también se puede hacer concesiones al régimen, pero yo no creo que las hago.
T. C.: El público responde muy bien : esa clase de cosas, y además entiende mensajes a menudo muy sutiles, como cuando canto Eche veinte centavos en la ranura, de Raúl González Tuñon.
S. T.: Es difícil decir con seguridad cómo puede reaccionar. Nos gustaría conocer la manera de hacerlo.
E. R.: No creo que el público me volvería la espalda, porque el público está en la posición combativa.
O.P.; El público jamás me defraudó, ni yo a él. No veo por qué las cosas podrían darse de otra manera.
S. R. : Hasta ahora, en la medida en que lo intenté, la cosa anduvo bien.
H. D. C.: El público acepta lo que se le da. Si surgiera un tango en defensa de lo nacional, el público lo recibiría mejor. Pero insisto en que los autores no se han actualizado.

P. P. : Norma Morello se ha convertido en una especie de símbolo de uno de los peores horrores del régimen: las torturas en su versión más bestializada. ¿Usaría, escribiría o tocaría un tango que se llamase Norma Morello, para expresar el repudio que le inspira esta situación?

A. P.: Sí que lo usaría. De Norma Morello y de muchos más. Lo que pasa es que hay muchas cosas de las que nosotros no nos enteramos, acá... La mayoría de los músicos tiene miedo. No hablemos ya de la política, el músico tiene miedo de no poder reunir este mes 200.000 pesos, entonces va y hace un programa de TV. Hay grandes músicos que con tal de ganar plata intervienen en programas deprimentes y no piensan en la gente que los admira. En la balanza se pone siempre la ecuación "guita: música" y pesa siempre lo primero.
O. P.: Escribiría y tocaría.
S. R.: Haría eso y también me ocuparía de tantos otros seres de nuestro país y de personajes de nuestra historia que han sido clave y que han sido injusta y tal vez intencionalmente olvidados.
E. R.: Una víctima de las torturas ... ¡Y cómo no! ... Por supuesto que usaría ese tema. Si no lo hago es porque no lo conozco. Sería cuestión de escribirlo. Confieso que no se me ocurrió, es la primera vez que hablo con alguien de esto, y me alegro de haberlo hecho.

Hugo Del Carril manifestó ciertas reservas, en especial que primero tendría que ver el tango escrito para poder decidir. Tata Cedrón y el Sexteto Tango no fueron terminantes en sus respuestas, aunque se podía inferir que si.

P. P.; ¿Opina que la "situación de mercado", en que se trata al arte como un producto primordialmente comercial-usable, domina la difusión cultural y es un factor decisivo? ¿O se trata más bien de una cuestión de responsabilidad del artista?

A.P.:La responsabilidad la tiene cada artista.
T. C.: Existe en el medio un angustioso problema de subsistencia que a menudo complica las cosas. Pero no se puede deslindar toda la responsabilidad.
S T.: El problema de la difusión es uno de los obstáculos más difíciles que tiene que enfrentar el grupo en este momento. Estamos luchando en condiciones calamitosas. Nosotros no conseguimos que se nos editen discos simples.
E. R. ; El artista debe asumir su parte de responsabilidad, que no es poca.
O. P.: Es un factor decisivo, porque depende de la difusión y protección de lo nacional. Son varias las cosas que deben darse para que la cosa funcione. Por ejemplo, las principales grabadoras no responden a intereses nacionales y se manejan con números, con toda frialdad. Los que hacemos tango prácticamente no grabamos simples, solamente longplays con doce temas. Los que estamos en el asunto conocemos esta técnica, sabemos hacia dónde está dirigida y a qué intereses responde. Pero a veces surge un artista realmente popular, que no necesita de la promoción exhaustiva para imponerse y entonces el sistema lo absorbe, porque se convierte automáticamente en un buen negocio.
H.D.C.: Es un factor decisivo, pero los autores tienen la obligación, como ciudadanos, de buscar la solución.

P.P.: ¿La rigidez del orden represivo, o bien las que se podrían llamar "técnicas de amordazamiento" del sistema, como ser la de restarle fuentes de trabajo al artista que se pone combativo, podrían ser la explicación de la excesiva prudencia de algunos músicos, o volvemos a encontramos con la responsabilidad del artista de encontrar el modo de hacer lo debido?

A. P.: Del artista. Pero en lo que sea difusión es responsabilidad de los que están haciendo difusión.
T.C.: Existen muchas formas de amordazamiento.
S. T. : La responsabilidad es del medio de difusión. Contra eso no se puede luchar. Hace falta un verdadero apoyo por parte de los que pueden ayudar a que la cosa marche. Y un criterio de calidad. No promocionar a lo que no vale.
E. R.: Si el artista no lucha por lo que es suyo, ¿qué puede esperar?
O. P. : Yo encuentro una coincidencia muy significativa entre cierto discurso que hice en una Facultad luego de una actuación, denunciando la política de las grabadoras, en una época en que tres empresas se disputaban mis contratos, y lo que sucedió posteriormente, es que al parecer dejé de parecerles tan buen negocio a esas empresas, a pesar de que no por eso dejé de recibir información sobre lo bien que se vendían mis discos. Hecho que la empresa contratante se ocupaba muy bien de disimular para evitar el pago de regalías. Incluso la edición de dos discos míos en Japón. Esa es, entre otras cosas, una forma de represión, ya que si bien nunca hasta ese momento me habían dicho lo que tenía que tocar, en ese momento si reaccionaron cuando denuncié sus manejos.
S. R. : La falta de difusión honesta es una forma de represión. Hay, por ejemplo, programas de televisión que inducen a creer que si el tango es eso que se muestra allí sería preferible ver cualquier otro programa, en especial de ritmos importados. Si los productores que dicen hacer programas de y para el tango sólo demuestran tener para mostrar eso, es sospechosamente parecido a la intencionada y consciente administración calamitosa de las empresas nacionalizadas para inducir a creer que estarían mejor en manos de otros capitales.
H.D.C.; Si lo que el artista siente está en conexión directa con los intereses del país, tiene la obligación de hacerlo.

P.P.: ¿Cómo se explica la ausencia de ternas que recojan los signos del malestar, si antes hubo tangos de filiación anarquista o relacionados con variados casos de delincuencia? ¿Es que la ahora llamada "delincuencia ideológica" tiene menos "prestigio" que anarquistas, cafishios y malevos? ¿se puede desplazar la culpa en el publico, que sólo aceptaría los temas que no lo comprometen?

A. P.: Hace dos años tenía la idea de hacer una ópera a Eva Perón, sin haber sido peronista. Creo que, hoy, puedo cambiar. De todos modos, siempre he creído que fue una de las mujeres más fascinantes, más mágicas que ha tenido la República Argentina. Se lo dije a Ferrer y él estuvo totalmente de acuerdo en hacerla, pero eso fue tiempo atrás y el momento no se prestaba. Es una de las obras que yo mismo quisiera escribir. Pero en este momento hay un caos absoluto de intérpretes. El gran auge de poetas que hubo en el '40 no se da ahora. Es un momento en que los grandes poetas deberían estar dedicándose a la canción, como sucede en España y en Francia. Y con los chilenos.

Hugo Del Carril insiste en que los grandes autores no parecen haberse dado cuenta de las necesidades del momento. Cedrón y el Sexteto Tango coinciden en que los buenos letristas escasean. Cedrón menciona especialmente a Gelman. Piro y Rovira postulan lo mismo: la necesidad de que se dé una especie de "Celedonio Flores del 72". Para Rovira las letras que se escriben hoy hablando de "lo de Hansen y La Vasca" no tienen vigencia. Por aso trabajo poco en tangos con letra. Solamente Susana Rinaldi aventura nombres a los que le ve posibilidades: Héctor Negro, Eladia Blásquez, María Elena Walsh.

POLÍTICA CULTURAL DEL ESTADO

P. P. : Hay una notoria diferencia entre el Estado que promulga leyes ,en defensa de la música nacional y el Estado que toma a su cargo esa defensa, con programas de difusión auspiciados por él. ¿Sería ésa, tal vez, la solución?

E. R.: Las leyes se hicieron cumplir donde menos importaba. No se le impuso a las grabadoras, que con un 80 por ciento de música nacional en sus estantes hubieran tratado de venderla y difundirla. Esas empresas, que manejan grandes capitales en el país, ya que se llevan esos dividendos, que los ganen con música nacional.
S. R.: Lo lamentable es que el público puede no darse cuenta. Y en general no se da cuenta. Se cumple con la ley del 75 por ciento, de modo que la gente termine creyendo que lo mejor seria invertir el porcentaje. Basta con solamente ver esas orquestas que se forman en los canales para acompañar a todo el mundo de la misma manera, encima con un "tin-tin extranjerizante" detrás, que nada tiene que ver con el tango. Como si no hubiera buenas orquestas para contratar. Lo que sucede es que se suele creer que la única técnica represiva posible es que venga alguien expresamente a prohibir determinada cosa.

CESAR GUILLERMO SARMIENTO

Fuente: www.magicasruinas.com.ar

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