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Contradicciones
Por Ramiro Ross
Durante mucho tiempo, y no por casualidad, nos hicieron pensar que para
triunfar en el sistema capitalista el secreto era producir, tratar que
cada día rindiéramos un poco mas que el anterior, de esa manera, la
empresa para la que trabajábamos tendría mas ingresos, y eso nos aseguraría
conservar el trabajo y, eventualmente, recibir algún aumento en nuestros
salarios.
Esta idea partía de considerar a todos los seres humanos compradores
potenciales del producto, pero el capitalista, entre sus muchas contradicciones,
sueña con que los demás capitalistas aumenten el salario a sus trabajadores,
para que el poder adquisitivo de éstos les permita a convertirse en
sus clientes, pero claro, no acepta aumentar los salarios de sus obreros
para que no se reduzcan sus ganancias, como bien lo analizaba Marx.
El capitalismo busca, y logra, unificar los gustos humanos y hace que
los ingresos sean interdependientes, el hombre toma conciencia de las
riquezas y posibilidades que ofrece el mundo a través de la publicidad
y por lo que ofrece el supermercado de su barrio. En la sociedad pre-capitalista
estaba limitado a lo que le ofrecía su región. Durante la Edad Media
no se conocían en Europa los ananaes, papas, tomates y un sinfín de
productos de origen americano, solo se consumían frutos locales. Actualmente,
en la mayoría de los países se ofrecen frutos del mundo entero, inclusive
de la India y la China, cosa que no ocurría antes de la Segunda Guerra
Mundial, o sea que el capitalismo establece vínculos recíprocos entre
todos los productos que se conocen a partir de las importaciones y exportaciones
de cada país y con ellos se realiza una gradual socialización de la
vida económica. Pero sucede que todo ese proceso de interdependencia
gira en torno al interés privado de un pequeño grupo de capitalistas,
cuyos intereses entran en contradicción de modo cada vez más agudo con
los intereses de millones de seres humanos.
Esta contradicción entre la socialización progresiva de la producción
y la apropiación privada estalla de manera muy ostensible durante las
crisis económicas periódicas que sufre el capitalismo, y que son fenómenos
inverosímiles por su apariencia contradictoria, pero no se trata de
crisis de escasez, como lo fueron las crisis pre-capitalistas, sino
crisis de superproducción. Los desempleados que producen estas crisis
mueren de hambre, y no porque no haya suficiente para comer, sino porque
los productos alimenticios son relativamente demasiados.
Si bien a primera vista esto parece incomprensible, ya que ¿Cómo es
posible que alguien se muera de hambre porque hay exceso de alimentos?.
Es el mecanismo del régimen capitalista el que produce esta paradoja.
A consecuencia de los bajos salarios que impone el sistema, las mercaderías
no están al alcance del bolsillo de los trabajadores, por lo tanto no
encuentran compradores, luego, no solo el producto no realiza su plusvalía,
sino que tampoco restituye el capital invertido. Las malas ventas obligan
a los empresarios a suspender temporariamente a algunos obreros, lo
que se traduce en menos consumidores, luego esos ‘ajustes’ se transforman
en posteriores despidos y finalmente el capitalista decide cerrar las
puertas de su fábrica para no perder dinero y deja sin trabajo al resto
de obreros que le quedaban, y como los obreros despedidos no cuentan
con ahorro (reservas), ya que solo tienen su economía de subsistencia,
se ven condenados a la mayor miseria porque la relativa abundancia de
mercadería ha perjudicado las ventas de los patrones.
Las crisis periódicas y recurrentes son inherentes al capitalismo y
nunca ha podido superarlas, aunque ahora denomina a esas crisis ‘recesiones’.
Esas crisis nos recuerdan constantemente que el capitalismo está condenado
a desaparecer, pero no morirá fácilmente de muerte natural, ya que tiene
en sus manos la posibilidad de usar a las fuerzas de represión para
acallar la reacción de los trabajadores y de esa manera lograr cargar
sobre las espaldas de los pueblos dependientes el costo de sus crisis,
y si logra vencer la oposición del pueblo trabajador prolongar su agonía
casi eternamente, por eso se hace imprescindible que la clase obrera
a partir de la unidad de clase y conciente de su fuerza la enfrente
sin descanso y se transforme en su verdugo.
Mayo 2010
Honestidad
brutal
Por Ramiro Ross
La debacle económica europea, conocida como “La crisis griega”, se da
en momentos en que las comunicaciones, a partir de las últimas tecnologías,
recorren el mundo mas rápido que la maquinaria del capitalismo para
controlar la información, y así asistimos a frases y confesiones, estudiadas
o espontáneas, que ponen a prueba nuestra ya vapuleada capacidad de
asombro, al menos a los que aún conservamos algo de ella, antes que
el sistema logre esconder sus vergüenzas.
A principio de junio, de este 2010 tan lleno de noticias preocupantes
para el futuro del mundo, hemos podido ser espectadores (u oyentes)
de un acto de honestidad brutal que proviene de un sector del que no
estamos acostumbrados a escuchar estas cosas. Un diputado alemán que,
posiblemente cansado de escuchar discursos encendidos por parte de su
parlamento donde aseguraban que Alemania estaba ayudando a sus ‘hermanos’
griegos de su crisis a costa de su propia economía, al prestarle miles
de millones de euros, y que esa actitud ‘solidaria’ por parte de Alemania,
era una muestra de la conciencia de responsabilidad global que la creación
del euro había despertado en la comunidad, etc.
Al hacer uso de la palabra, nuestro diputado de marras, tomó el micrófono
de su banca, puso cara de estar asqueado de tanta hipocresía y desarrolló
la verdad de toda (todas) la (las) crisis de los últimos siglos.
“…Debemos sincerarnos si queremos hablar de este tema (exclamó), todos
sabíamos que la crisis se avecinaba y solo supimos ver el excelente
negocio que nos reportaría, nuestros banqueros tomaron dinero al 2%
de interés para prestárselo a Grecia al 6 % , y luego seguir haciendo
lo mismo con el resto de las naciones que (repitió) sabíamos de antemano
seguirían ese camino. Hemos condenado a varios países a la pobreza por
muchos años con nuestra actitud.”
Esa pequeña lección de ‘capitalismo ilustrado’ nos debería (¿lo logrará?)
hacer reflexionar sobre nuestra deuda externa, sus consecuencias y su
legitimidad. Cuando un préstamo de la banca internacional llega a un
país del tercer mundo, su objetivo final no es solamente que sea devuelto
el dinero, que habitualmente ni siquiera llega a cumplir el objetivo
para lo que fue solicitado, sino que representa la llave para apropiarse
de los bienes del país receptor. Como parte de la negociación del préstamo,
exigen que se privaticen sus empresas nacionales, sus vías férreas,
sus minerales, su petróleo, su interés está centrado en el patrimonio
nacional, porque al perder su patrimonio, el país está perdiendo, entre
otras cosas, su capacidad de pago y la deuda se transforma en interminable
, y si a eso le agregamos que negocian también sus tratados de libre
comercio, con el que nos llenan de sus productos excedentes, se aseguran
que para seguir ‘honrando’ la deuda, esos pueblos deberán ir entregando
su patrimonio, enajenando su futuro y terminar produciendo lo que los
países centrales les permitan. (…además de pagar los intereses de la
deuda…).
A raíz de la conmemoración del bicentenario, un grupo de compañeros
veníamos acompañando a los pueblos originarios y cuando desde los balcones
oficiales les hablaban de ‘integrarlos’, un cacique que marchaba a mi
lado me preguntó: ¿Ustedes nunca le dijeron a sus dirigentes que si
la idea de ‘integrarnos’ es participar de su capitalismo nuestra respuesta
es que no queremos? En ese momento me pregunté por qué será que esa
gente, con tan pocos libros leídos, pudo aprender en poco tiempo lo
que muchos de nuestros profesionales y políticos nunca comprendieron
a pesar de haber estudiado tantos años, o será que está llegando el
momento de que seamos nosotros los que les digamos basta y salgamos
encolumnados con los pueblos que desde su sabiduría ancestral nos están
indicando el camino?
Junio 2010
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La
verdadera inseguridad
Por Ramiro Ross
No se sienta culpable si no lee esto, estimado lector, yo tampoco leería
una nota que tenga este título, ya se ha escrito tanto sobre el tema
que nos están agotando, y no inocentemente…, pero me gustaría que Ud.
y yo, juntos, tratemos de entrarle al tema desde la puerta de servicio
y no desde la puerta principal, porque esta historia también tiene entrada
de servicio, porque a pesar de que está escrita por los señores de la
casa, también existe la historia de nosotros, los laburantes, esos que
no podemos hacer uso de la puerta que está reservada para gente bien
pensante.
Hay varias formas de llegar al inconciente de la gente, y los formadores
de opinión son profesionales en eso de convencer de que las cosas son
como ellos la cuentan, pero veamos primero un ejemplo. Si quisieran
convencernos, por caso, de que la inseguridad viene por los ‘motochorros’
y que debe ser prioridad para cualquier gobierno combatir ese ‘flagelo’
con todas sus fuerzas, ellos saben que hay, entre otras, tres formas
elementales para ese fin: a) Repetir una información que involucre a
un pobre en un robo constantemente para que nos parezca que eso sucedió
muchas veces y no una. b) Usar dos tipos de comunicadores opuestos,
por un lado uno que tenga imagen ‘doctoral’ (podríamos mencionar a Grondona),
para convencer a la clase media y también un comunicador con imagen
‘popular’ y que parezca muy ‘natural’, que podrían ser Tinelli o Susana
Gimenez, para que traten de convencer a las clases populares, ya que
ellos son escuchados desde otra actitud, entre los bailes, entrevistas
a gente de la llamada ‘farándula’ y demás pavadas, uno está menos advertido
y el mensaje no pasa por el filtro de nuestro conciente, como podría
suceder en el caso de Mariano Grondona, ya que sabemos que responde
a una ideología determinada y los otros dos ‘parecería’ que hablan desde
el saber popular sin segundas intenciones.
Estos mensajes y discursos vienen desde la época del virreinato. Ya
en La Gazeta de 1810, una nota de un acaudalado caballero denunciaba
la huida de un esclavo y exigía a las autoridades policíacas que salieran
a buscarlo porque el consideraba esa huida un robo a su propiedad privada,
y describía al Pardo Ramón Agüero como “perezoso, joven, retobado y
haragán” (hoy, en esa descripción, entraríamos la mitad del conurbano
bonaerense…), al tiempo se supo que el “retobado” Agüero había huido
para alistarse en el Ejército de los Andes, que luego siguió al General
Belgrano en el ejército del Norte, desempeñándose gloriosamente en las
batallas de Salta y Tucumán, donde cayó sirviendo a la Patria.
También podríamos recordar a las “mujeres deshonestas”, esas que históricamente
fueron rechazadas por la sociedad, esas que las “señoras de familia”
miraron (y miran) con desprecio, y entre ellas podríamos recordar a
Lucía Montes, prostituta de profesión, que marchó con el ejercito del
Norte y capitaneando a un grupo de mujeres de su misma profesión, no
dudaron en romper sus enaguas en plena batalla para vendar con ellas
a los soldados heridos, salvando centenares de vidas, que luego fuera
nombrada Capitana del Ejército del Norte, por ese General Belgrano que
sabía poco y le importaban menos los ‘protocolos palaciegos’ del Cabildo
de Buenos Aires.
Demás está decir que ni el ‘acaudalado caballero’ ni las ‘señoras de
familia’ figuraron en las listas de quienes dieron su vida por la Patria.
Lucía Montes jamás recibió la pensión de Capitana que le correspondía
ya que le Cabildo lo consideró de ‘mal gusto’ y murió en la miseria,
y al Pardo Aguero hoy ni una calle lo recuerda. El sistema que sostiene
el pensamiento único, solo nos muestra la historia que nos quiere mostrar.
Volviendo a nuestros días, hoy cuando un empresario toma un obrero pagándole
‘en negro’, o sea, sin aportes jubilatorios, sin pagar a una obra social,
sin pagar aguinaldo, sin pagar vacaciones anuales, ese empresario está
robando al país y al trabajador el valor de, por ejemplo, un celular
a cada uno por mes, o sea que le robó el valor de 24 celulares por año
(algo así como $ 10.000), sin embargo no aparece en ningún medio de
comunicación , pero si algún pibe se roba un celular aparece la noticia
varias veces al día para que creamos que estamos amenazados por esos
seres “negruzcos y haraganes”, y por esas mujeres innombrables y representan
a nuestros verdaderos enemigos, pero solo lo hacen para que no veamos
a los verdaderos ladrones.
No hay dudas que nos muestran los males menores para que no pensemos
en los mayores, ya que estos últimos los involucra a ellos, una vez
mas solo nos cuenta la historia que nos quiere contar, solo queda en
nosotros plantearnos ¿quienes son los responsables de la verdadera inseguridad?
Agosto 2010
Aquel
23 de agosto
Por Ramiro Ross *
La ejecución de
Sacco y Vanzetti en 1927
Había que hacerlo, todos sabían que esos
obreros no eran culpables, todos sabían que no era a ellos a quienes
se estaba juzgando, era a su ideología, y esa farsa era una señal, era
una advertencia de que no tolerarían que gente como ellos intentaran
cambiar su sistema, ese sistema gracias al cual, los bolsillos de quienes
sustentaban el poder se encontraban llenos de dinero, y n les importó
que debieran asesinar a algunos para que otros lo entendieran, al fin
y al cabo, ya lo habían hecho demasiadas veces como para empezar a tener
problemas de conciencia, y ese día el 23 de Agosto de 1927, el verdugo,
un oscuro funcionario del Estado de Massachusetts bajó la fría palanca
que terminaría de cerrar toda la mentira.
Todo había comenzado cuando cae asesinado un pagador y sereno de una
fábrica de zapatos en la Ciudad de South Brantree, no se encuentra a
los culpables y entre policías y jueces, ven la oportunidad, arman una
parodia de juicio en el que jamás pudieron demostrar la culpabilidad
de ninguno de estos dos italianos, pero n les importó, la clase política
los aprueba para que dieran el veredicto que ellos necesitan, porque
la ‘salud’ del sistema así lo requería.
Las sentencia llegó formalmente, fueron declarados culpables porque
era necesario que fueran declarados culpables y el 14 de Julio de 1921
el juez estampó su firma ¡¡¡ Mátenlos !!!.
A partir de ese momento se levantaron millones de voces en todo el mundo
exigiendo que no se lleve a cabo esa carnicería humana, las marchas
en toda América y Europa eran tumultuosas, centenares de miles de personas
en cada una de ellas, denunciaban al mundo la trampa y repudiaban el
crimen que se estaba por cometer en nombre del sistema capitalista.
De nada sirvieron las demostraciones de que esos dos hombres libertarios
no eran culpables, finalmente, un fatídico 23 de Agosto de 1927, 6 años
después de la sentencia, son ejecutados cobardemente.
Pasaron muchos años, 50 exactamente, para que un gobernador de Massachusetts
reconociera formalmente la inocencia de esos hombres y declaró que fueron
condenados por sus convicciones políticas y por su condición de inmigrantes.
Esa declaración no conformó a nadie, el crimen ya se había consumado,
los pueblos del mundo siempre supieron que Sacco y Venzetti eran dos
victimas mas de un sistema criminal y asesino.
“Nunca pensamos en toda nuestra vida haber podido hacer tanto por
la tolerancia, por
la justicia, por el entendimiento entre los hombres, como hecho ahora
por casualidad
¡¡¡ Nuestras palabras, nuestras vidas, nuestros dolores, no son nada
!!!. Las vidas que
Nos quitan, vidas de un buen zapatero y de un pobre vendedor de pescado,
eso es
Todo!. El último momento nos pertenece, la agonía es nuestro triunfo
“
Declaración de Vanzetti luego de recibir la sentencia.
Agosto 2010
Nosotros
declaramos al país en emergencia
Por Ramiro Ross
Si tomamos etimológicamente la palabra “emergencia”, sabremos que significa
salir de dentro de algo, o sea, de algún lugar donde uno estuvo ocultado
o encerrado, y entonces nos preguntamos si en realidad este sistema
perverso quiere declarar la emergencia porque siente que ya no aceptaremos
estar mas encerrados, que esa forma de ocultar los males que sufre el
pueblo ya no pueden seguir ocultándolos, pero esto no es nuevo en nuestro
país:
A principios del siglo pasado, un hombre simple, compuso una obra musical
que dio en llamar “Marcha de San Lorenzo”, una pieza musical para honrar
a la primer batalla que libró el pueblo en forma militarmente organizada
para terminar con el dominio español en 1812. Esa marcha es una de las
piezas musicales mas ejecutadas y cantadas de la historia argentina,
y fue grabada por las grandes bandas del mundo por su musicalidad y
marcialidad, no obstante eso, su autor Cayetano Da Silva, solo recibió
una felicitación en su legajo de agente de Policía, ya que ese era su
oficio. Nunca recibió un centavo por ese trabajo que desde ese entonces
se toca en cuanto acto oficial, desfile militar o acto escolar se realiza.
No contentos con eso, al morir Da Silva, su familia quiso que los restos
fueran depositados en el Panteón Policial como le correspondía por pertenecer
a esa institución, pero esa ‘institución señera de la Patria’ le negó
ese derecho por …ser negro, ( a lo que se podría agregar que también
era pobre) y esos ‘delitos’ el sistema no los perdona.
Hoy, en absoluta sintonía con esa ideología, nos siguen excluyendo de
nuestro derechos, de nada vale que la Constitución los declare con fuerza
de ley, para el sistema esos son meramente declarativos, la realidad
es que tanto la clase alta como la clase media, tan fáciles de asustar,
se han puesto de acuerdo (como es habitual en estos casos) para criminalizar
más a la pobreza, y no faltó un ‘campeón’ de la democracia que proponga
mas cárceles y menos escuelas, que no conformes con la policía existente,
crean una nueva que promete mas represión y la habilitación de elementos
de tortura, tales como pistolas que producen descargas eléctricas, con
la complicidad de la sociedad bien pensante que mira para otro lado
y pretende no enterarse de la ilegalidad de estas medidas, y de esa
manera empezar a olvidarse de los Derechos Humanos, bandera que enarbolaron
militantemente mientras los involucraba a ellos, pero que ahora, cambiando
el discurso, parece que terminaron la frase con un ; “Derechos Humanos
si,… pero tampoco la pavada”.
El país está en emergencia, de eso no hay duda, pero en emergencia habitacional,
educacional, sanitaria, están en emergencia los pibes que no pueden
tener un techo, estamos en emergencia los adultos que no tenemos un
trabajo estable ni sueldos dignos, los viejos con jubilaciones humillantes.
Es el pueblo el que declara la emergencia en la Argentina ante la inseguridad
de perder el trabajo, de tener trabajo ‘en negro’. Los jóvenes declaran
la emergencia por la inseguridad de ser reprimidos por la Policía corrupta
y torturadora, y es una necesidad organizarnos y defendernos. Debemos
autoconvocarnos desde los inquilinatos, los conventillos, los barrios
obreros, las villas de emergencia, ocupando los Centros Culturales Barriales,
los Clubs de barrio y hasta las plazas para realizar Asambleas Populares
y tomar, juntos, medidas que nos permitan enfrentar las consecuencias
que seguramente sufriremos cuando ‘ellos’ se junten y declaren la emergencia
de su clase
Agosto 2010
Sobre
la burguesía
Por Ramiro Ross
A veces uno se pregunta por qué el poder les atrae tanto y entonces
trata de leer algo al respecto, y algunas veces uno se encuentra con
analistas que nos hablan de que el poder es atractivo, nos hablan de
la sensualidad del poder ( ? ) y hasta llegan a pensarlo como algo erótico
(…), pero no es así como ellos (los burgueses) lo ven, para ellos es
mucho mas que eso, el poder es el sostén de su ideología, porque solo
por detentar el poder son lo que son.
Ya en 1789, para no ir más lejos, cuando el pueblo francés sale a la
calle, toma prisionero a Luis XVI y a toda la corte y decide ejecutarlos,
la burguesía, que habían sido los sostenedores del poder real, al ver
que condes, marqueses y caballeros de la nobleza salían corriendo de
Francia hacia otros países que le ofrecieran protección de su linaje,
los burgueses, por temor a los trabajadores, no dudaron un instante
en abandonar el barco del reino y pasarse al bando contrario, temerosa
de que sus nombres estuvieran en la lista de gente a guillotinar y en
un intento desesperado por no perder sus posesiones y, una vez que fueron
equivocadamente admitidos en las Asambleas, juraron compartir los ideales
de la case obrera, solamente por el terror que les despertaba la posibilidad
de que el pueblo esté en el poder.
Ni lentos ni perezosos pusieron a los más lúcidos de sus intelectuales
a discutir en las asambleas a fin de frenar el avance de los proletarios,
aceptaron presurosos a hablar de libertad, fraternidad e igualdad, apoyaron
algunas mejoras para la clase obrera, todo para no tocar el tema de
la propiedad privada, que era (y es) la última frontera que no estaban
dispuestos a cruzar.
Al poco tiempo, luego de declarar la primera república (1792) colocan
a Napoleón como el abanderado de los derechos establecidos por la Asamblea
y luego de volver a formar un ejército poderoso y listo para reprimir
cualquier sublevación, lo coronan emperador (1804) y …todo volvió a
la normalidad.
Tal es así que fueron los mismos burgueses que hablaban de igualdad,
fraternidad y libertad, los que no dudaron tampoco en tomar partido
por la matanza de obreros durante la comuna de París (1871) y todo eso
por la … propiedad privada.
Han pasado muchos años y la demostración de la verdadera ideología de
la burguesía es capitalista, antiobrera y represora, aunque se presente
de diferentes vestiduras, fueron incontables en la historia del mundo.
En nuestro país cada vez que vieron peligrar sus posesiones, miden las
fuerzas y si sus analistas les dicen que en tal lucha vencerán los poderosos,
corren a sumarse a la represión sin mezquinar esfuerzos, así sucedió
durante la Semana Trágica (1919), así actuaron
durante la matanza en las grandes huelgas de la
Patagonia (1921), contra La Forestal
en la Mesopotamia, y más acá durante la dictadura militar (1976), pero
no obstante esa historia de muerte y represión que los sigue a través
de la historia, cuando vieron en el 2001 que los militares ya son tenían
autoridad ni prestigio, no dudaron en cambiar sus vestiduras y ponerse
del lado del pueblo y, una vez más, sacaron a sus mejores oradores y
profesionales para frenar a la multitudes, de esa manera logran infiltrarse
entre la case obrera y con sus largos discursos y análisis, que no eran
otra cosa más que manipulaciones dilatorias, lograron, una vez más,
devolver el poder a los mismos políticos corruptos que habían causado
la crisis.
Los únicos que pudieron sacudirse la opresión de la burguesía, sólo
porque ésta estaba muy ocupada en detener el avance de las luchas en
la crisis del 2001, fueron las fábricas y empresas recuperadas por los
trabajadores, pero no obstante los avances que éstas lograron ya están
siendo amenazadas por el poder, ya los jueces están trabajando para
dejar esas tomas sin efecto, ya están cerrando filas junto a su clase
para que no quede vestigio de esas luchas ni esos logros.
Hoy nos convocan a votar tantas veces como posibilidades tienen de desdoblar
las elecciones y así nos entretienen haciéndonos pensar en cambiar este
o aquél político, a este o aquél partido, a fin de que no tengamos tiempo
de pensar en cambiar el sistema, ese sistema que les asegura la propiedad
privada. Perdón... quise decir la democracia.
Agosto 2010
La
voz imprescindible
Por Ramiro Ross
En estos tiempos, cuando muchos fueron convencidos que hay demasiadas
cosas que son necesarias resolver en el día a día y que los grandes
problemas pueden/deben esperar para mas adelante, que hay que vivir
la vida, y no hacerse tanto problema, ya que además, como si fuera poco,
no se pueden resolver así como así, una voz, desde una pequeña isla
del Caribe Rebelde, una voz tan precisa e imprescindible, nos sacó de
la locura cotidiana para recordarnos que ante todo somos seres humanos,
que el planeta no tiene sustituto, que la paz y el cuidado del mundo
deben estar en la mente y la agenda de todos, ciudadanos y dirigentes.
Para hablar de la paz y el cuidado de la tierra, debemos hablar de capitalismo
y socialismo. Pensar la humanidad como una actividad no sujeta a salario,
no porque nos pidieron una nota en un diario o revista, Hoy solo unos
pocos tienen una visión de las próximas décadas, porque pensar la vida
no es fácil, porque para que seamos multitudes quienes nos preocupemos
por esos problemas, necesitamos que todos tengamos acceso a la información
veraz, a la literatura, a la lectura, a la cultura en general, al ocio,
ese ocio que tiene tan mala prensa pero que nos da el tiempo para el
razonamiento, y que nos ayudará a tener conciencia de nuestras responsabilidades
como clase social. Pero claro allí está el capitalismo para frenar nuestra
fantasías con su tecnificada propaganda, enseñándonos a conocer solo
lo que a ellos les interesa, nos llenan los manuales escolares con historias
de depredadores de la naturaleza, las ‘hazañas’ de Julio Cesar, al matar
miles de seres humanos para apoderarse de bienes y tierras, o Carlomagno
fundando otro imperio a costa de sangre y lágrimas , pero si hoy le
preguntáramos a muchos estudiantes acerca de la importancia en la liberación
latinoamericana que tuvieron las batallas de Carabobo, muy pocos la
tendrían presente, porque esas batallas las libraron los pueblos originarios
de nuestro continente para evitar el saqueo, para enfrentar una invasión,
no para depredar, no para saquear pueblos, y esto sucede porque ellos,
los capitalistas, necesitan que tomemos a los agresores como nuestros
referentes de gallardía, coraje y valor y no a los pueblos que en inferioridad
de condiciones salieron a hacerles frente a los invasores para defender
su soberanía y su dignidad.
Es imprescindible hoy que pensemos en el socialismo para resolver nuestros
problemas, debemos conseguir que la clase obrera tome conciencia de
su existencia como clase indivisible, que tiene la fuerza ya para poder
luchar contra la otra clase, y es ese proletariado que deberá proponerse
eliminar, además de las formas de explotación del prójimo, el ataque
que el capitalismo está realizando al planeta y que nos llevará, si
no lo detenemos, a la desaparición como especie.
De nada sirve creer que si yo obtengo valores materiales estaré mas
seguro, cuando el planeta se desmorone, se desmoronará para todos. La
lucha individual por la existencia debe terminar, porque esa es la verdadera
globalización que han producido, el daño nos hermanará en las consecuencias,
y solo sí el hombre logra detenerlo saldrá –en cierto sentido- definitivamente
del reino animal. La humanidad saltará, de una vez por todas, del reino
de la necesidad artificial al reino de la libertad.
Septiembre 2010
Agosto
de 1896: La gran huelga ferroviaria
Por Ramiro Ross
A veces pienso que la juventud puede creer que las grandes luchas sociales
necesitaron un dirigente o un gremio para realizarse, pero si bien es
bueno agremiarse y tener una organización que organice y respalde la
lucha, no siempre fue así y para ser sincero, a veces creo que las luchas
sin claudicaciones se llevaron a cabo sin los grandes gremios ni los
famosos dirigentes, salvo honradas excepciones.
Cuando finalizaba el siglo XIX, y a clase burguesa se preparaba para
celebrar el primer centenario (1910), con gran despliegue de recursos
y festejos, la clase obrera estaba pasando por uno de los momentos más
angustiosos de su historia, víctima de trabajo semi-esclavo, sin descanso
dominical ni cobertura, ni leyes que los protegieran, enriquecían a
los patrones a costa de su salud y dejando su vida en cada fábrica o
estancia. Por su parte la clase dominante se sentía dueña del país,
sus estancias daban ganancias exuberantes, la exportación de lana, cuero,
granos, más el manejo del Estado, representados por presidentes que
ponían a su antojo, con un ejército listo para reprimir cualquier revuelta
obrera, y con un ejército paralelo llamado ‘Liga Patriótica’, que no
era otra cosa que grupos parapoliciales de hijos de familias enriquecidas
que hacían las veces de policía y amedrentaban, golpeaban, torturaban
y mataban a gente con una impunidad que más de un genocida de nuestra
época envidiaría.
Estos grupo estaban armados y organizados desde a incipiente Sociedad
Rural, que, gracias a la venta de sus productos al extranjero veía como
el dinero le entraba a raudales sin esfuerzo y sentían que el poder
estaría en sus manos por centurias.
Con todo el poder a su disposición se sentían tan seguros que las primeras
huelgas, de panaderos y yeseros, no lograron preocuparlos ni hacerles
perder el buen humor y ritmo de vida, pero no supieron ver que en Europa
se cocían otras habas que no tardarían en llegar a nuestras tierras.
La Comuna de París había cambiado aquella idea que aseguraba que el
que había nacido para esclavo debía aceptar su destino ya que todo respondía
a un orden natural. Ya Marx y Engels habían publicado el Manifiesto
Comunista y varios de sus escritos, y sus libros recorrían Europa con
un mensaje claro y definitivo: que el destino se la clase obrera se
puede cambiar si sus componentes se unen.
Las nuevas ideas estaban llegando a la Argentina dentro de los ataditos
de ropa que traían los inmigrantes y tenían forma de libros, que fueron
traducidos y difundidos entre los obreros y el pensamiento libertario
de Marx, Bakunin y las historias de las luchas obreras que se libraban
del otro lado del mundo cambiaban la forma de pensar de los trabajadores.
A raíz de un accidente ferroviario, donde un ‘niño bien’ fue arrollado
por un tren, su maquinista fue detenido acusado de asesinato y trasladado
desde Rosario a la Capital para ser juzgado, Sus compañeros, en un acto
de solidaridad proletaria inédito hasta ese momento, deciden realizar
un paro hasta que liberen al compañero Smith, y toda la línea del Ferrocarril
Central Argentino se detiene, dejando sin ese servicio a gran parte
de la producción de los terratenientes sin poder llegar a destino, que,
ansiosos porque sus productos puedan llegar a embarcar rumbo a Europa.
Usando su poder con el gobierno y sus jueces, logran liberar al maquinista,
y a los tres días, fletan un tren especial solo para llevar a Smith
hasta Rosario, su lugar de trabajo y poder detener la huelga que los
estaba acuciando. Cuando Smith llega a Rosario, sus compañeros lo llevan
en andas como señal de triunfo. Ese hecho demostró a los obreros que
la fortaleza solo la da la unidad. La patronal inglesa se pone en guardia.
El 13 de Agosto de 1896, en los talleres ferroviarios de Tolosa (cerca
de La Plata, provincia De Buenos Aires) unos 700 obreros calificados,
más los peones, deciden presentar un petitorio exigiendo 8 horas de
trabajo, descanso dominical sin modificar el salario y el pago de horas
extras. Por supuesto la respuesta de la empresa fue un rotundo ¡NO!.
Los obreros realizan una asamblea y deciden declarar la huelga. La empresa
de capitales ingleses, recurre al gobierno pidiendo represión, y éste
envía a la policía a caballo a reprimir la huelga. En otra asamblea
se resuelve continuar la huelga y solicitar la solidaridd de todos los
ferroviarios del país (ya tenía la Argentina 72.000 kilómetros de rieles),
inmediatamente los talleres de Caballito, en la Capital Federal, se
pliegan. Le siguen los talleres de Solá que era el segundo conglomerado
ferroviario más grande del país y 1.000 operarios se pliegan a las exigencias
de sus compañeros. Una a una las estaciones de tren de todo el país
se pliegan, los obreros usaban el telégrafo del ferrocarril para comunicarse
y se pasaban información en código Morse entre ellos, usando los mismos
equipos del ferrocarril.
El 15 de Agosto se pliegan los siderúrgicos de las empresas más importantes
y los obreros del frigorífico La Negra, en la Capital los trabajadores
de la fábrica Alpargatas, los operarios de tranvías adhieren y se pliegan
a la lucha. Los ingleses, desesperados pero no dispuestos a que obreros
les disputen sus ganancias, piden una dura represión al gobierno, pero
ya eran mas de 20.000 los huelguistas, trabajadores sin gremio, sin
dirección pero con un alto sentido de la legitimidad de sus reclamos,
estaban conociendo el valor de la solidaridad y la lucha.
La empresa trata de traer extranjeros para suplantar a los huelguistas
y publican avisos en diarios italianos solicitando trabajadores ferroviarios,
ofreciendo altos sueldos, pero ya estaba la Internacional Italiana que
había organizado las primeras movilizaciones del 1* de Mayo desde hacía
4 años, trabajando y aclarando a los obreros genoveses que no vinieran,
que su trabajo sería el de rompehuelgas y llamaba a solidarizarse con
las luchas, por lo que el intento de la patronal fracasa.
La lucha duró 3 meses, y aunque no se lograron todos los puntos del
petitorio, la semilla sembrada hizo que la clase obrera decidiera pasara
a ser protagonista de su propia historia.
Septiembre 2010
Sobre
dependencias y saqueos
Por Ramiro Ross
Desde que empezamos a concurrir al colegio primario, nuestras maestras
nos enseñan que la historia la escribieron generales, papas, reyes y
cardenales, aunque luego, y de acuerdo como transcurre nuestra vida,
nos vamos dando cuenta que muy rara vez alguno de ellos han ido al frente
en las batallas, y mucho menos aún reyes, papas y otras especies parasitarias
han pasado hambre por alguna medida económica que hayan tomado. Históricamente
en las batallas mueren y/o quedan mutilados hombres que no declararon
las guerras, y las grandes hambrunas del mundo también fueron soportadas
por hombres mujeres y niños que no habían participado en las decisiones
que llevaron a los pueblos a ese hambre. Pero en este segmento que queremos
mencionar, vamos a entender que cuando se le da (o lo toma) el poder
a un solo personaje o a un pequeño grupo de ‘elegidos’, es muy raro
que no sea el pueblo el que termine pagando las consecuencias de los
delirios de grandeza o de la ambición de los que detentan el poder.
Tratando de entrar en tema, la historia de América, está signada por
el despotismo de quienes, en nombre de Dios o del rey, nos vinieron
a invadir por los finales del 1400.
Cuando Colón puso su pié en América, empezó en España y luego en toda
Europa, un complejo movimiento económico y financiero provocado a partir
de las riquezas robadas al nuevo mundo que terminaron hundiendo al muy
poderoso reinado de España y llevándolo a la ruina . Sé que al decir
esto muchos dirán que es un disparate, a la luz de las enormes riquezas
que obtenían de la rapiña en el nuevo mundo, pero resulta que aunque
parezca mentira, no estaba el reino de España preparado para recibir
en tan poco tiempo tan cuantioso tesoro, y la incapacidad de los monarcas
y sus asesores produjeron un mal al pueblo que padecieron durante años
las consecuencias.
Cuando Fernando VII abdica el trono en 1516 y se retira a un convento
en Yuste, dejaba a su sucesor, Carlos I el reinado mas poderoso de la
historia, con colonias diseminadas por todo el mundo, y con el ingreso
de riquezas incrementado por los metales y piedras preciosas que llegaban
del nuevo mundo y que parecían no tener fin. Ese supuesto éxito le había
permitido formar un ejército poderoso para controlar el país internamente
y de esa forma se permitió la intolerancia religiosa de la España de
la contrarreforma, pero dejaron sin atención a los hechos y descubrimientos
que se producían en el mundo y España se quedaba en una economía feudal,
porque el oro que robaba en América suplía las necesidades. Por esta
razón España empieza a perder las colonias europeas y viene la decadencia
de la que no se podrá recuperar más.
Así las cosas, Carlos I, que pertenecía a la casa de Austria (también
lo serían los tres futuros reyes que lo suceden) con una miopía económica
y política y por comodidad, basaron su economía en las riquezas que
sus ejércitos hacían extraer a los pueblos americanos en condiciones
infrahumanas.
El saqueo y conquista de América alteraron gravemente la realidad europea
del siglo XVI, porque no solo cambiaron las relaciones de poder entre
los estados europeos, sino que de una economía de acumulación característica
de la época feudal se pasó a una economía de mercado, pero no obstante
el enriquecimiento español –no olvidemos que por ella pasó el 85% del
oro y la plata saqueados a America-, no tuvieron, los reyes que la gobernaron,
la visión de invertir en tecnología y ciencia y contrariamente a lo
que se supone, el dinero lo invertían en largas y costosas guerras que
terminaron de empobrecerla.
Se produce en España el abandono de la agricultura y el éxodo de los
campesinos a las ciudades buscando un mejor nivel de vida, cuando no,
empujados por la euforia general para alistarse en alguna expedición,
buscando participar del saqueo.
Como si eso no fuera suficiente, medio millón de hidalgos, que juzgaban
una afrenta todo trabajo que no sea al servicio de Dios y del rey, eran
una pesada carga para las arcas públicas, que por supuesto, eran mantenidas
por los impuestos al pueblo trabajador.
Desde el primer momento de la invasión al nuevo mundo, España impuso
el monopolio sobre sus dominios coloniales, lo que despertó la codicia
del resto de los reinos europeos, que termina por engendrar guerras
y piratería a los barcos cargados con riquezas provenientes de América.
Todo contribuyó a la decadencia durante los reinados de Felipe III (1598-1621)
y Felipe IV (1621-1665) y se agravó tanto que ciudades como Toledo,
Zaragoza y Segovia, otrora prósperas, se vieron obligadas a cerrar el
60% de sus telares y al poco tiempo, toda España se vio obligada a depender
de las industrias inglesas, holandesas y genovesas, lo que trajo una
desocupación aún mayor entre los trabajadores, y si bien los burgueses
y nobles también sintieron la crisis, siempre les quedaba como opción,
la clásica salida de la clase parasitaria, trasladar la crisis a los
pobres, reduciendo salarios y aumentando impuestos.
La codicia del reino español, lo llevó a someter a su pueblo a un proteccionismo
riguroso y la prohibición en América, de establecer y desarrollar industrias.
Esta política dejó desprotegido a nuevo mundo ya que en el siglo XVI,
las colonias no podían comprar a otras potencias como Inglaterra y Holanda
las manufacturas que le eran imprescindibles, tampoco podían desarrollar
su industria y a su vez, España ya no tenía industrias para poder proveerlos.
Carlos I en 1552, se ve obligado a prohibir la exportación de las manufacturas
españolas porque apenas si podían atender las demandas de su país y
debió permitir que el virreinato del Perú desarrollara industrias obrajeras,
luego en 1558, Felipe II tratú de modificar esa política para desarrollar
la industria en España, pero ya era tarde, y las expresas instrucciones
que recibe el virrey Francisco de Toledo en 1589, prohibiendo el tejido
de paños en Perú, no pudieron ser aplicadas pues había dos razones fundamentales
para no cumplirlas. Los precios de los paños tejidos de Castilla eran
pocos y muy caros para la población y por otro lado, el virrey debía
dejar trabajar a los indios para poder cobrarles tasas y tributos.
El tráfico marítimo en España y sus colonias sufría, además, el ataque
constante y sistemático de la piratería, toda Europa quería llevarse
su tajada de las riquezas de América, a tal punto que la reina de Inglaterra
alentaba estos ataques y llegó a otorgar títulos nobiliarios a los depredadores
ingleses de otros depredadores, o sea, los españoles.
Isabel I de Inglaterra inicia formalmente esta actividad, en 1569 armó
la nave ‘Jesús’ y la mandó a saquear todo barco mercante que cruzara
el Atlántico, años mas tarde se asoció al pirata Francisco Drake y con
una poderosa escuadra salió a saquear todas las rutas comerciales conocidas.
A su regreso, en 1579 . el pirata Drake entraba triunfante al puerto
de Inglaterra llevando en las bodegas un botín que superaba el millón
de ducados y, olvidando todo recato, Isabel I se sumo a los festejos
con que se honró al pirata, que de paso recibió de manos de la reina
un título nobiliario. Era el premio por saquear, matar y robar bienes
ajenos, pero claro, se lo robaban a otros que a su vez también lo habían
robado…
Queda claro que el monopolio jamás tuvo el propósito de fomentar el
bienestar de las clases bajas cuando lo establece la clase alta, muy
por el contrario, al no tener en cuenta las deficiencias estructurales
de la pobre industria española, tendió a hacerla deficitaria primera
y aniquilarla después.
En América, con una economía tributaria y dependiente, con una agricultura
diezmada por el abandono al que por la fuerza la condenó el trabajo
en las minas y con una industria y comercio limitados por los fines
monopolistas de España, América era un continente que sufría los efectos
de la crisis estructural de la conquista.
A comienzos del siglo XVIII, cuando cesa el monopolio y se ven amenazadas
las utilidades de los dueños de los medios de producción, la esclavitud
llegará a límites inconcebibles y ajustarán más los mecanismos de explotación.
Nunca antes el pueblo fue tan brutalmente explotado. Tal era el estado
de penuria que vivía América en 1780, cuando José Gabriel Condorcanqui,
Tupac Amaru, asumió la gigantesca y heroica tarea de la redención indígena.
Septiembre 2010