
NOTAS EN ESTA SECCION
Miguel Ragone |
Estuvo en la represión y quiere la recompensa por un desaparecido
|
A propósito del
crimen de Miguel Ragone, por Gregorio Caro Figueroa
Sobre Salta, montoneros y
Ragone |
Acta del 6 de Julio de 2001, Juicio por
la Verdad, Salta |
Pensamiento político de Miguel Ragone
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La Tendencia | Héctor Cámpora
|
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15 años de prisión al ex juez Ricardo Lona
(2019)
“Un ejemplo de lucha por sus ideales”
Salta: perpetuas a tres represores en la causa Ragone II |
Colegio de abogados de Salta - Informe Juicio Ragone |
http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/r/ragone
http://www.portaldesalta.gov.ar/gobernadores/ragone.html |
www.miguelragone.blogspot.com |
“Era un hombre honesto y consecuente con sus ideas”
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Ramiro Escotorin - En torno a un nuevo aniversario del secuestro de Miguel
Ragone |
Alejandra Soler - Pacto social y
fractura del bloque patronal
Gobierno de Miguel Ragone: entre el ideal y la realidad, M. Tejerina y M.
Corbacho |
Audiencia Nacional de España - Causa Isabel
Perón-Triple A
Ragone,
mártir de la democracia |
Marina Franco - La “depuración” interna
del peronismo |
Eduardo Duhalde - El estado
terrorista argentino
  Miguel
Ragone
Desaparecido el 11 de marzo de 1976, tenía 55 años.
Era ex-gobernador de Salta
cuando fue secuestrado, presuntamente por la Triple A (Alianza Anticomunista
Argentina) el 11 de marzo de 1976. Permanece desaparecido.
Miguel
Ragone nació en San Miguel de Tucumán un 25 de mayo de 1921, hijo de
inmigrantes napolitanos y tercero de ocho hermanos.
Con grandes
carencias dentro del seno de una familia humilde, Ragone llegó a Salta
cuando tenía 12 años e ingresó al Colegio Nacional. Cinco años después
egresó como bachiller e ingresó luego a la carrera de abogacía que tiempo
después abandonó para dedicarse a la medicina en Capital Federal.
Cuando estaba a punto de finalizar su carrera, con el doble esfuerzo de
trabajar y estudiar, junto a su compañero en la especialidad de
neurocirugía, Raúl Matera, fue convocado por el ministro de Salud de Juan
Domingo Perón, Ramón Carrillo, para que se
desempeñara como secretario privado y colaborador del Plan de Salud y luego
como director del Hospital Neurosiquiátrico en Salta. Allí comenzó a tomar
participación en las determinaciones del peronismo a nivel nacional.
Con la inauguración del Hospital Neurosiquiátrico en Salta, Ragone se
transformó en su primer director y tiempo después entró de lleno a la
política salteña, integrándose a otros dirigentes políticos de aquel momento
como Tomás Ryan y el ex gobernador Carlos Xamena.
A principios de los años 70,
Ragone pasó a liderar la Lista Verde con la identificación del "médico del
pueblo'', calificativo con el que se presentó como candidato a gobernador
por el justicialismo salteño el 11 de marzo de 1973.
La fórmula Ragone - Ríos obtuvo
en aquella ocasión casi 121.500 votos, poco más del 57 por ciento de los
votos del padrón electoral, en un triunfo aplastante sobre las otras fuerzas
política de la provincia.
Ese mismo día, tres años después, un 11 de
marzo de 1976, cuando la provincia estaba intervenida, Ragone fue
secuestrado por un grupo de entre siete y doce hombres jóvenes, fuertemente
armados, que se desplazaron por la ciudad sin ser interceptados, cuando
salía del almacén de Don Arredes a tres cuadras de su domicilio.
Eran las 8.30 de un día lluvioso. Su cuerpo nunca apareció, convirtiéndose
en el único ex gobernador desaparecido de la República Argentina.
El automóvil en el que huyó Ragone de los secuestradores, un Peugeot
504, se encontraron manchas de sangre y un zapato.
Al momento del
operativo, el comando militar- policial actuó con metodología de "zona
liberada" en las inmediaciones del pasaje Del Milagro y Apolinario Saravia,
y recibió el apoyo aéreo de un helicóptero, en todo el tramo que va desde la
zona del monumento Gral. Martín Miguel de Güemes hasta el matadero de la
localidad de Cerrillos, donde en definitiva se encontró el automóvil.
En Octubre del 2004, se reabrió la causa sobre la desaparición de Regaone y
de su investigación se desprende que habría existido una orden superior para
realizar el operativo, avalado por el responsable del Tercer Cuerpo, Luciano
Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi, jefe del
Operativo Independencia.
 Estuvo
en la represión y quiere la recompensa por un desaparecido
Es un ex policía,
que en una reunión reservada contó detalles del secuestro del ex gobernador
de Salta Miguel Ragone, ocurrido 13 días antes del golpe del 76. Luego de
escucharlo, el Gobierno puso una recompensa de 50 mil pesos. ¿Iba a ser una
paga a medida? Si se confirma que integró la patota criminal, debería ir
preso.
Por Pablo Calvo
Cree que su verdad tiene precio.
Tal vez sea un truhán, pero quizás tenga la llave para develar un misterio
de 30 años: qué fue de Miguel Ragone, el único gobernador desaparecido de la
historia argentina. Quiere hablar, pero no gratis. Es un policía retirado
que impresiona a quienes lo escuchan, por los detalles con que envuelve su
relato. Atrapó la curiosidad del Gobierno nacional, pero demora su
presentación ante la Justicia. Siente que está en peligro y que necesita
protección. Asume que muchos quieren verlo preso. Y viajó de Salta a Buenos
Aires para registrar su versión en un acta reservada, hasta hoy desconocida.
Clarín reconstruyó la historia de la primera recompensa que ofrece la
Presidencia de la Nación por uno de los 600 desaparecidos durante el
gobierno de Isabel Perón, tiempo y circunstancia que apenas se mencionan en
el informe Nunca Más y permanecen casi inexplorados. El resultado es una
trama sin final, donde reina el desconcierto, los errores de cálculo en
altos niveles del poder, la expectativa política y la falta de condenas en
una causa que ya lleva 30 años. El orden cronológico de los hechos permite
desatar un primer misterio: la recompensa fue establecida 38 días después de
la aparición de este supuesto arrepentido. ¿Pretendía ser una paga a medida?
¿Qué fue lo que contó, el 16 de mayo, que provocó gestos nerviosos en el
seno del poder? ¿Servía su descripción para romper un pacto de silencio
acorazado por tres décadas? ¿Alcanzaba para que el presidente Néstor
Kirchner respondiera por fin la pregunta que le hizo su tutor político en la
Patagonia, el ex gobernador de Santa Cruz Jorge Cepernic, sobre el destino
final de Ragone?
Ragone
nació en Tucumán en 1921, se mudó a Salta de niño, obtuvo el título de
médico en 1948 y fue hombre de confianza de Ramón Carrillo, el célebre
ministro de Salud de Juan Domingo Perón. En 1973 ganó las elecciones en
Salta y gobernó la provincia durante 17 meses y 22 días. Depuró a la Policía
provincial, se negó a usar viáticos, custodia y auto oficial. Lo acusaron de
simpatizar con Montoneros, pero rechazó integrar la conducción del Partido
Auténtico, brazo político de la organización, y fue crítico de sus acciones
violentas. Para la Justicia, "quedó debidamente comprobado histórica y
judicialmente que Ragone fue un ciudadano honesto y pacífico, que nunca
adhirió a la lucha armada". Aun así, dijo a su familia: "Si estar del lado
de los pobres es ser montonero, entonces soy montonero". Su administración
no sobrevivió a la furia de la derecha peronista y fue intervenida en
noviembre de 1974. Volvió a trabajar como médico en la Clínica Cruz Azul.
Hasta que el 11 de marzo de 1976 —13 días antes del golpe militar— Ragone
fue capturado por una patota de la represión ilegal, que ya usaba el permiso
oficial para "aniquilar" a la subversión.
Desde aquella mañana, no se sabe
dónde está su cuerpo, ni dónde la verdad. Es la misma mañana en que comienza
el relato del arrepentido. Esto es lo que dijo: Que los secuestradores eran
policías y que fueron convocados por radiograma para el operativo. El
también. Dio nombres de los que actuaron, aunque se sospecha que faltan
varios, sobre todo de la fuerza represiva conocida como la "Guardia del
Monte". Que le habían asignado un papel secundario, vinculado al tránsito, y
que, al menos al comienzo del día, no tenía ni idea de quién iba a ser el
blanco. Que todos estuvieron listos y en posición a las 6.30, dos horas
antes de la acción. Que la zona había quedado liberada. Que Ragone salió de
su casa del pasaje Gabriel Puló 146 en su auto y dobló hacia la izquierda
por la calle Del Milagro. Y que el abordaje se produjo una cuadra después,
al cruzar el pasaje San Lorenzo. Era el camino habitual que tomaba hacia su
consultorio, donde lo esperaban esa mañana. Que el ex gobernador fue
golpeado en la cabeza con la culata de un arma de fuego e introducido a la
fuerza en uno de los autos. Que hubo varios disparos. Que si bien casi nadie
pasaba por allí a esa hora, la aparición de dos testigos complicó los planes
y los captores les dispararon. Allí fue herida Margarita de Leal y murió
Santiago Arredes, que atendía el almacén de la esquina y era hermano del
inspector general de Policía, Roberto Arredes. Se piensa que reconoció a
alguno de los captores. Que luego de una serie de maniobras de distracción,
llegaron hasta el dique Cabra Corral (a 65 kilómetros de la capital salteña)
y el cuerpo de Ragone fue metido en una caja especialmente preparada, con
cemento adentro, para que se hundiera rápido. Que dos personas llevaron la
caja, en lancha, hasta un catamarán, atracado a 100 metros de la costa. Que
en este segundo viaje por el lago se buscó un lugar donde la profundidad
estimada fuera de 60 metros. Que entonces la arrojaron al agua y enseguida
se hundió. Todo lo que dijo, el último 16 de mayo, en Buenos Aires, fue
asentado en un acta de cinco carillas, con escudo y membrete del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos y —cosas del destino— la leyenda oficial
"2006-Año de Homenaje al Dr. Ramón Carrillo", el primero en convocar a
Ragone para la función pública. Todas las hojas exhiben tres firmas: la del
testigo, la del jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos de la
Nación, Luis Hipólito Alen, y la de su equivalente salteño, Pedro Guillén.

Ragone, Mártir de la democracia
(Editorial América, 2006), obra colectiva con el auspicio
del Gobierno de la Provincia de Salta, Ministerio de Gobierno y
la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos. Clic en la imagen
para descargar (pdf 3,5 Mb) |
Tres fuentes consultadas por
Clarín revelaron que el testigo se llama Víctor Hugo Viltes, quien no
figuraba en los archivos oficiales sobre violaciones a los derechos humanos,
pese a que en este caso se autoincriminó. Las tres fuentes afirman que el
hombre quiere dinero. La validez de su confesión es un tema que decidirá la
Justicia, pero el rango de los funcionarios que la oyeron (hubo más personas
en esa reunión, por ejemplo el senador justicialista Marcelo López Arias) y
los movimientos que siguieron después, dejan entrever que, al menos en
parte, al hombre le creyeron. El 23 de junio pasado, a más de 30 años del
secuestro, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, estableció la
recompensa de 50 mil pesos "considerando —dice su resolución 1106— que en el
presente estado de la causa surgen indicios acerca de la existencia de
testigos presenciales de la privación ilegítima de la libertad del ex
gobernador, que estarían dispuestos a prestar declaración testimonial". El
incentivo, destinado a "todas aquellas personas que puedan aportar datos
sustantivos" acerca del secuestro de Ragone, había sido solicitado por el
secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, "en su
calidad de parte querellante", señala la disposición. Lo que siguió después
tampoco tuvo prolijidad. El acta fue enviada a la causa que se tramita en el
norte del país, un poco en Salta y otro poco en Jujuy, pero el arrepentido
no se presentaba a declarar, lo que restaba entidad jurídica a su relato.
En esa incertidumbre, el 16 de
agosto apareció una solicitada en diarios nacionales y provinciales que daba
cuenta de la recompensa especial "destinada a prorratearse entre aquellas
personas que aporten datos útiles y fehacientes sobre los hechos". El título
de la solicitada enojó a amigos y familiares de Ragone: "BUSCADO", decía en
imprenta mayúscula. "¿Cómo 'Buscado'? Es un término para delincuentes", fue
la queja. Mientras tanto, un debate en voz baja sobre la conveniencia de
establecer recompensas generales para quienes en el futuro aporten datos
sobre violaciones a los derechos humanos quedó congelado y el ambiente
político se enrareció por la desaparición de Jorge Julio López, testigo del
juicio contra Miguel Etchecolatz. En el caso salteño, el presunto
represor-testigo-arrepentido —la Justicia escogerá el término exacto— se
topó con otro obstáculo en su camino hacia la recompensa: Miguel Medina, el
cuarto juez que lleva la causa, lo citó a declaración indagatoria, es decir
que ya no lo considera un simple testigo, que no puede mentir porque
incurriría en el delito de falso testimonio, sino que sospecha de su
participación activa en el secuestro de Ragone. En esa condición, no está
obligado a declarar en su contra, puede quedar preso y puede mentir. Sus
palabras se convertirían en humo y la verdad seguiría atrapada. Además, la
ley es clara: no puede pasar por ventanilla para cobrar ninguna recompensa
si se comprueba que participó del delito, aunque sea en forma secundaria. El
diccionario define a la represión como "Acto o conjunto de actos,
ordinariamente desde el poder, para contener o castigar con violencia
actuaciones políticas o sociales". Las fuentes consultadas por Clarín no
dudan en calificar a este arrepentido como un "represor", en base a su
propio testimonio. La última citación que le envió el juez Medina fue
respondida con un certificado médico, donde se indica que Viltes no está en
condiciones de declarar, aseguraron fuentes del juzgado. Cerca suyo, además,
se sugiere que su vida corre peligro y que necesita protección oficial.
Cuando los funcionarios nacionales y salteños evaluaron el cuadro de
situación, se dieron cuenta de que habían cometido un grave error: que para
esclarecer un crimen de "lesa humanidad", casi terminan pagando la
declaración de un represor. Concluyeron que todo fue un enorme papelón, que
no sirvió para encontrar la verdad sobre el destino final de Ragone. La
solicitada que ofrece los 50 mil pesos nunca más volvió a salir.

Ragone fue permanentemente
estigmatizado
y calificado como "zurdo" por sectores políticos peronistas
de derecha que respondían al gobierno nacional de Isabel y
López Rega, por el sindicalismo ortodoxo, la sociedad
conservadora salteña y la jerarquía eclesiástica local,
sectores tradicionalmente reaccionarios y macartistas. |
La Triple A y la derecha,
enemigos de Ragone
Miguel Ragone no protagonizó una
excepción en la agitada realidad del peronismo en el poder de 1974: sufrió,
aunque de manera más trágica, el sino de todos los gobernadores electos en
1973 con perfil combativo, en forzada fórmula con dirigentes sindicales
vandoristas.
Oscar Bidegain, en la provincia de Buenos Aires; Alberto Martínez Baca,
en Mendoza; Jorge Cepernic, en Santa Cruz, y
Ricardo Obregón Cano, en Córdoba, padecieron como
Ragone, apenas llegados al poder, pero especialmente después de la muerte de
Juan Perón, el 1º de julio de 1974, verdaderos golpes de Estado montados por
la derecha peronista, con la hegemonía sindical vandorista, para la que esos
gobernadores eran "zurdos infiltrados" y militantes montoneros. Es esa
disputa por el poder en el movimiento peronista, agudizada hasta el nivel de
la militarización, que explica la permanente ofensiva desatada contra
Ragone, desde mayo de 1973, por la CGT y las 62 Organizaciones peronistas
salteñas, lideradas por su vicegobernador, Olivio Ríos. Para el momento en
que el gobierno de Isabel Martínez de Perón, en pleno apogeo del poder de su
ideólogo y ministro de Bienestar Social José López Rega, dispuso la
intervención federal a Salta y el derrocamiento de Ragone, el 24 de
noviembre de 1974, ya habían corrido la misma suerte Obregón Cano y
Bidegain, y pronto seguiría Martínez Baca.
Era difícil, sin embargo,
visualizar en Ragone a un clásico representante de la izquierda, con su
catolicismo militante, su pasado como discípulo del ministro de Salud del
primer peronismo, Ramón Carrillo, y su experiencia como militante peronista
de la Resistencia, tras el golpe militar de setiembre de 1955. Pero en una
provincia con un poder conservador tradicional, con fuertes contrastes en la
distribución de la riqueza, las preocupaciones sociales de Ragone y sus
contactos con los sectores combativos del PJ lo marcaron rápidamente como
uno de los enemigos de la poderosa estructura sindical. La caracterización
se hizo más nítida cuando, frente a los ataques del sindicalismo vandorista
de la provincia, uno de sus brazos de apoyo más importantes fue la CGT de
Salta. Cuando Isabel visitó la provincia en la inauguración del Congreso
Eucarístico, el 13 de octubre de 1974, la frialdad, casi la indiferencia,
con la que trató a Ragone había dado la idea de que el fin de la gestión del
gobernador estaba próxima. Sin medias tintas, el decreto de intervención
firmado por el entonces ministro del Interior, Alberto Rocamora, acusaba a
Ragone de "una total desvinculación respecto de los básicos lineamientos
nacionales", y de "una manifiesta ineficacia represiva frente a la acción de
fuerzas cuya actividad fue puesta al margen de la ley", en referencia a
Montoneros. A días del golpe, Ragone fue secuestrado, obviamente a manos de
las fuerzas paramilitares creadas por López Rega, como la Triple A. Los
mismos que acribillaron a balazos a Atilio López, el único vicegobernador
sindical que jugó hasta el final con su gobernador Obregón Cano.

Diario Noticias, 16 de
julio 1974
|
La lucha por la memoria
El blanco y negro de las fotos
que Clotilde repasa con sus manos suaves contrastan con los colores que
estallan en su jardín. Fernando Pequeño la ayuda con los recuerdos, completa
las frases que deja en el aire, la acaricia cuando el dolor quiere robarle
una lágrima. "Me acuerdo perfectamente cuando le advertí que no se metiera
en política. Si lo querían tanto como médico de pueblo", reprocha la abuela,
de 85 años, mientras su mirada traspasa el tiempo para quedar frente a esa
escena, donde Miguel Ragone la escucha y la calma, sabiendo que no le hará
caso. El que la calma, de este lado de la mirada, es su nieto, embarcado en
rearmar un rompecabezas familiar oxidado por décadas de silencio,
sufrimiento y temor. Los dos reciben a Clarín una mañana de primavera, que
al pie del cerro San Bernardo, en Salta, se siente como un abrazo del sol.
"Reconstruyo a mi abuelo de a pedacitos, un día con el testimonio de un
allegado, otro día con un documento, otro día con una persona que me para
por la calle para contarme una anécdota sobre él. Quiero transformar la
parálisis que hubo aquí durante tres décadas en acción. Es una búsqueda que
me completa", dice este estudiante de antropología social, que de
adolescente padeció la censura social sobre un caso que la sociedad salteña
ocultó bajo la alfombra, y que ahora, de repente, sacó a la luz. El Estado
le pagó una indemnización a la familia por haber sido víctima de la
represión ilegal, pero el caso estuvo un largo tiempo silenciado. Hace 30
años, la viuda recibió el mocasín marrón que se le cayó a Ragone durante el
forcejeo con sus captores. Los restos jamás aparecieron. "Igual sigo
esperando. Ojalá haya noticias antes de que me muera".
Una anécdota pinta su sentido de
solidaridad: a las pocas semanas de desaparecer Ragone, ella regaló toda su
ropa a gente pobre de la provincia que la necesitaba. Fernando Pequeño
también se mueve. Acompañó a Clarín a recorrer lugares emblemáticos de la
vida de Ragone y ahora trabaja para que el futuro puente que se hará sobre
el río Seco en Tartagal (el anterior quedó destruido por las últimas
inundaciones) lleve el nombre de su abuelo y se convierta en un símbolo de
la integración entre las poblaciones postergadas de Salta. Polémica: cuál es
el límite ético para pagar El límite legal es clarísimo: si alguien
participó de un delito, no puede cobrar ninguna recompensa por ayudar a
esclarecerlo. El límite ético empieza a ser parte de un debate. El caso más
actual es el de Jorge Julio López, testigo del caso Etchecolatz, por cuyo
paradero se ofrecen 200 mil pesos. ¿Es correcto el incentivo? ¿Y si el que
se presenta a cobrar tuvo que ver con la desaparición? Aquí las primeras
voces de una polémica que asoma: Fernando Pequeño, nieto de Ragone: "Nunca
negociaríamos con un asesino y sentí mucho enojo porque no nos consultaron
cuando decidieron poner la recompensa". Luis Hipólito Alen, jefe de Gabinete
de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación: "Dudo que en el caso
Viltes se pueda aplicar, porque los que aporten datos no tienen que tener
ningún tipo de participación en el hecho. Y es el juez el que debe
determinar si es un testigo valioso que merece ser recompensado". Pedro
Guillén, secretario de Derechos Humanos de Salta: "La recompensa es un
mecanismo genérico. Se habló de esto antes de la aparición de Viltes, quizás
faltó formalizarlo. Tal vez no sea lo mejor desde el punto de vista ético,
porque los ciudadanos tienen la obligación de declarar". Jesús Pérez, ex
ministro de Hacienda de Ragone: "Una recompensa puede dar una solución, pero
el juez debe analizarlo bien. A veces hay 'perejiles' que pueden ayudar a
resolver una verdad histórica". Gregorio Caro Figueroa, historiador: "Me
parece que es un recurso extremo y discutible, que puede abrir una vía
riesgosa, porque pueden surgir testimonios y pistas falsas". Juan Carlos
Villamayor, ex secretario de Prensa de Ragone: "Supongo que tuvieron buena
voluntad, pero en este caso lo hicieron muy mal".
Fuente:
lafogata.org, 2006
 A
propósito del crimen del doctor Miguel Ragone
Por Gregorio Caro Figueroa
De la politización del crimen a la criminalización de la política
"Cuando los acontecimientos vividos por el individuo o por el grupo
son de naturaleza excepcional o trágica, el derecho (a la memoria) se
convierte en un deber: el de acordarse, el de testimoniar" (Tzvetan
Todorov)
Asegura León Poliakov que hay una relación entre "la
visión policíaca de la historia", que imputa todas las desgracias del
mundo o de un país a una organización maléfica (brujas, burgueses,
inmigrantes, oligarcas, judíos, marxistas, masones, cipayos, sinarquía,
curas, etc.), y la seducción que ejerce sobre la mente humana el
presunto hallazgo de "una causalidad elemental y exhaustiva",
equivalente a la causa única y primera.
Durante los años '70 en
la Argentina, dentro de un contexto marcado por la prolongación de la
"guerra fría", esa visión policíaca de la historia, combinada con la
causalidad diabólica y el odio por ella generado, fue la que presidió
las disputas por el poder. El enfrentamiento de supersticiones
ideológicas y la lucha armada entablada por el terrorismo y el contra
terrorismo, actuaron combinadamente para desalojar del escenario a las
ideas, al conflicto y a la confrontación política civilizada.
Para ser completa, semejante visión necesitaba -además- identificar al
Enemigo, paso previo para su posterior eliminación. Para ese tipo de
mentalidad, el círculo donde anidaba el Enemigo, portador del Mal, era
amplísimo, de límites elásticos hasta lo arbitrario. En la Argentina de
aquellos años, ese círculo incluía no sólo a "los subversivos, sus
colaboradores, los simpatizantes, los indiferentes": alcanzaba, también,
a los "tímidos".
"En un clima de ansiedad y
de incertidumbre, la superstición puede proliferar a su antojo", anotó
James Web. En ese clima predominante en el país durante la década de los
'70, era necesario encontrar una causa maligna, señalar las
organizaciones que la promovían e identificar al Enemigo como agente
portador.

Portada de la revista de ultraderecha Cabildo, del
nazionalismo católico, donde se acusaba a los gobernadores de la
Tendencia de
marxistas. |
Esa identificación era el
paso que precedía a la depuración. Salta no fue ajena a ese clima de
época dominado por la sospecha y la caza de brujas. Entre 1973-1974, el
argumento central y final que usaban los grupos violentos enfrentados en
Salta tenía una simetría perfecta.
Mientras la llamada
izquierda peronista o Montoneros instaba a defender "al gobierno
popular" presidido por el doctor Ragone, depurándolo de "infiltrados de
derecha, reaccionarios y traidores", los sectores identificados con la
Patria Peronista convocaban a "erradicar a los marxistas infiltrados"
para, luego, derrocar al gobierno provincial.
Desenterrando las oxidadas
armas de la Inquisición, pero sin las formalidades del proceso
inquisitorial, ambos extremos se colocaban como guardianes de la "pureza
doctrinaria". La delación se abrió paso en un terreno abonado por la
sospecha y el rumor públicos que adquirían fuerza de argumento
condenatorio en el "por algo será" y en el "algo habrá hecho". La
desaparición forzosa de personas fue la expresión más cruel de esa
"pedagogía del miedo" con la cual una dictadura buscó imponerse,
aterrorizando a la sociedad.
Pero la acción de una Inquisición
no se despliega en el vacío. Por el contrario, ella "ayudó a
institucionalizar los prejuicios y actitudes que antes de ella eran
lugar común en la sociedad", dice Henry Kamen. La brutal simplificación
ideológica fue acompañada de una intensificación de las pasiones, y
ambas marcharon por delante abriendo paso a la "depuración ideológica"
que desembocó en la aniquilación física del Enemigo.
En una
sociedad como la salteña, todavía a finales de los años de 1930, muchos
creían que "El dogma socialista" de Esteban Echeverría era un libro
peligroso, y en 1962 otros pensaban que los militares del sector Azul
(Onganía, Lanusse y los generales salteños Enrique Rauch y Carlos
Augusto Caro) eran "comunistas". La nueva Inquisición encontró aquí un
terreno roturado. Sin tener en cuenta esto, no se comprenderá cabalmente
el porqué, en Salta y Jujuy, hubo más de 310 víctimas de la violencia en
esos años.
No se trata de diluir en la sociedad la culpa de lo
que sucedió en los años '70, pero tampoco de desvincular totalmente a
esa sociedad de aquella tragedia. Menos aún, de trasladar la
responsabilidad a la pugna interna del justicialismo local que existió y
fue dura, pero que sólo la malévola intención de un represor puede
involucrarla ahora en el secuestro del doctor Ragone.
La disputa
interna precipitó la intervención federal a la Provincia. Pero fue la
represión ilegal la que eligió a Ragone como blanco del secuestro más
resonante perpetrado en Salta. Lo hizo para multiplicar el terror
advirtiendo que, de un ex gobernador para abajo, nadie podía estar ya
seguro ni tranquilo, y que la vida de cualquiera estaba en manos de
feroces asesinos encapuchados. La pedagogía del terror debía aplicarse
implacable, contundente.
Habría
que remontarse a las primeras décadas del siglo XIX, en el escenario de
la Guerra de la Independencia y luego de la Guerra Civil, para encontrar
un antecedente parecido de una violencia de tan alta intensidad como la
que impregnó a la provincia entonces.
En aquellos años, las
opiniones moderadas no eran escuchadas; la sensatez era tenida por
cobardía. Como en el peor momento de nuestro siglo XIX, las
discrepancias y los matices fueron equiparados a "traiciones". El
ametrallamiento y posterior allanamiento de la casa de mi padre, siendo
Senador de la Nación, fue uno de los precios que él pagó por su condena
a aquellas violencias cruzadas y por su firme defensa de las
instituciones.
El desprecio a la vida y la ley alcanzó su máxima
intensidad. El rechazo a las precarias "libertades burguesas" se volvió
contra quienes las inmolaron en los altares de una "liberación nacional"
que se proponían imponer pisoteando, a partir de la individual, todas
las otras libertades.
En el país y en la provincia entonces
ocurría lo que en la España del siglo XVI: "Estamos pasando tiempos
difíciles, en los que no se puede hablar ni callarse sin peligro",
escribió el humanista Luis Vives a Erasmo en 1535. La muerte física
estuvo precedida por la muerte de las ideas y por la supresión de las
reglas de juego de la política.
Plagiando
a Mao, Firmenich decía: "El poder político viene de la boca de un
rifle". Inspirado en el fascismo y en el estalinismo, desplegaba la
"dialéctica del puño y las pistolas". La espiral de violencia llevó a lo
que el filósofo francés Bernard Henry-Levy caracterizó como el tránsito
de la politización del crimen a la criminalización de la política.
Sólo en un clima de irracionalidad y cacería de brujas pudo prosperar
aquella acusación que se hizo al gobierno que presidió Ragone: la de
haber montado un aparato plagado de "marxistas", lo que era sinónimo de
"subversivo". El simple repaso de la lista de sus ministros, secretarios
de Estado y directores de organismos gubernamentales, refuta esa
acusación. Las designaciones que hizo Ragone tuvieron más en cuenta su
amistad personal con los nombrados que afinidades políticas.
Esa
acusación además de falsa, era excesiva: en Salta nadie podía acreditar
sólida formación marxista. Además, las pequeñas sectas de esa confesión
habían llamado a votar en blanco en marzo de 1973 agitando la consigna
"ni votos ni botas". Otras, habían enfrentado al Justicialismo
presentando candidatos propios. El izquierdismo universitario recibió
con frialdad a Ragone cuando éste visitó la UNSa en abril de 1973.
Recién después del derrocamiento de Salvador Allende, esa distancia se
transformó en deseo de llegar a un matrimonio de conveniencia.
Fuente: www.clubdelprogreso.com
 Sobre
Salta, montoneros y Ragone
Por Ramiro Daniel Escotorín
Cuando encaré el proyecto de investigación sobre el periodo
histórico de nuestra provincia que transcurre durante la primera mitad
de la década del setenta tenía plena conciencia que estaba encendiendo
una luz sobre una etapa sobre la que se le había echado un poderoso
manto de sombras, es decir de olvidos y desmemorias. Treinta años
después de aquellos días los salteños nos debíamos un serio y profundo
debate sobre lo ocurrido, sus actores, las causas, los efectos, los
responsables. Porque la tragedia, la masacre desatada desde el 24 de
marzo (y antes también) en la Argentina nos obliga a una revisión aguda
y profunda para que ese pasado reciente tan presente aun, nos abra sus
enseñanzas que necesariamente contienen los nombres de quienes de
distinta forma fueron responsables de lo acaecido.
Miguel Ragone rodeado de sus seguidoresPero este trabajo lejos está,
porque así entiendo la Historia, de cualquier pretendida y ciertamente
falsa neutralidad. Por eso el enfoque y la temática marcan desde un
comienzo desde donde me paro para desarrollar el trabajo. Decía que
“Salta montonera” es una luz en la oscuridad, o mejor, haber abierto la
pesada puerta que nos introduce a ese pasado hasta ayer clausurado. He
ahí uno de los méritos de este libro y así lo reconoce Armando Caro
Figueroa en la elogiosa introducción de su nota “Pero ¿fue alguna vez
Salta, montonera”?. Debo expresar mi agradecimiento a esos elogios pero
también mi beneplácito porque tal como señala ACF, sirve ya para llevar
adelante este debate constructivo.
Sobre montoneros, montonera y
Montoneros
 Los
gobernadores de la Tendencia
Durante el periodo constitucional que fue desde el 25 de
mayo de 1973 al 24 de marzo de 1976, de los 22 gobernadores
elegidos, 7 fueron reemplazados sin mediar elección. En
Misiones el gobernador y el vicegobernador fallecieron en un
accidente de aviación. En primer término fueron sustituidos
por el Presidente de la Legislatura y posteriormente por una
intervención federal, llamándose finalmente en 1975 a
elecciones para elegir nuevo gobernador. Pero en otros
seis distritos – Formosa, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Salta y
Santa Cruz - por diversos mecanismos, se forzó el cambio de
gobierno con una clara motivación ideológica. Señalamos
que el justicialismo en pleno llevó como candidatos a
gobernadores en las elecciones de marzo de 1973, en
distritos muy importantes, a políticos que simpatizaban más
o menos abiertamente con la Tendencia Revolucionaria. Apenas
seis meses después, el giro fue de tal magnitud que, a modo
de ejemplo, en 1975 en Córdoba y por unos días, fue
interventor Luciano Benjamín Menéndez.
Cambios de Gobernadores electos entre 1973 y 1975
Formosa - Antenor Argentino Gauna. Intervención
federal del 17/11/73.
Más
información.
Buenos Aires - Oscar Bidegain.
Presionado desde el gobierno nacional el gobernador renuncia el 23/01/74.
Más información
Córdoba - Ricardo Obregón Cano-Hipólito Atilio López. A fines de febrero
de 1974 fueron derrocados por una sedición armada policial tanto el gobernador como el vice,
posteriormente el vicegobernador sería asesinado por la Triple A. El gobierno
nacional interviene la provincia. El 19/09/75 por decreto de Italo Luder se designó interinamente en el gobierno provincial
al Comandante del III Cuerpo de Ejército, General Luciano Benjamín Menéndez.
Más información
Mendoza - Alberto Martínez Baca. En junio de 1974 el gobernador es
llevado juicio político y destituido por la Legislatura.
Mendoza - Carlos Mendoza 03/08/74. Intervención por ley del 13/08/74.
Santa Cruz - Jorge Cepernic 07/10/74. Intervención federal del 7 de octubre de
1974.
Salta - Miguel Ragone. 23/11/74. Intervención provincial por decreto del
ministro del Interior Alberto Rocamora.
Misiones - Luis Ángel Ripoll 21/01/75. Muerte
en dudoso accidente aéreo.
|
El título del libro debo
reconocer que más que un recurso literario, preferencia política o
etcéteras varios responde a una profunda veta personal de provocador. En
ningún momento ni siquiera insinúo que Salta haya estado en manos de
esta organización ni mucho menos que el ex gobernador haya tenido algún
vínculo orgánico. No obstante el título expresa algunos conceptos sobre
el término “montonero” sobre los que me explayo en la introducción del
libro: desde la resistencia peronista hasta el surgimiento de la
organización político militar en 1970 el término fue reivindicado por
los grupos peronistas resistentes, juveniles o revolucionarios que
enlazaban ese presente con las montoneras federales del siglo XIX. La
corriente revolucionaria en el interior de movimiento peronista a lo
largo de los sesenta se reflejó en aquellos hombres de ponchos y
tacuaras; una de esas organizaciones tomó el monopolio del nombre y a la
luz de diversos factores se convirtió en la fuerza principal,
aglutinante de ese sector, la denominada tendencia revolucionaria
peronista, la “tendencia” (1971-1973). Las divergencias al interior de
esta fracción dividió aguas y los errores de la Organización Montoneros
los condujo a un aislamiento progresivo (1973-1975) que no obstante
siguió siendo la mayoritaria.
Este emergente político fue uno de
los tantos de un periodo en el que de diversas formas las clases
populares tomaron un protagonismo político tal, que significó la más
alta disputa de poder en el siglo XX por parte del movimiento popular.
Seguramente que esta tesis será objeto de refutaciones, pero lo que es
inobjetable es la conclusión de este proceso, cuya culminación se
expresa en los miles de asesinatos, secuestros, torturas y
desapariciones forzadas de militantes, dirigentes, intelectuales de las
organizaciones populares y otros tantos de exiliados. No se explica esta
cacería feroz si no es por la propia percepción de las clases dominantes
del peligro en ciernes de su poder.
Salta no fue la excepción a
este momento, muy por el contrario la gestión de Ragone fue una de las
pocas que estuvieron en el ojo de la tormenta. Aquí se mezcla el proceso
nacional y las particularidades de la provincia. Desde el momento mismo
de su proclamación como candidato a gobernador en el polémico congreso
de diciembre de 1972, se ganó la oposición de buena parte de las
agrupaciones partidarias de PJ, hecho que derivó que en Salta no se
armara el FREJULI. El apoyo orgánico a Ragone provino de su lista verde,
de fracciones de la JP entre las cuales estaba la JP Regionales,
agrupaciones menores y la gran masa de sectores populares por fuera de
aquellas opositoras.
Ciertamente no quiero aquí soslayar mi
intención de reivindicar a esa generación política, esos militantes que
con su idealismo, sus convicciones, sus acciones y sus errores pusieron
el cuerpo, la mente y sobre todo sus vidas en pos de un modelo
diferente.
Armando Caro Figueroa califica a Montoneros de “neo-peronistas”. La
categoría es en si misma incorrecta para su aplicación a este grupo. El
neo peronismo fue la corriente surgida a principios de los sesenta a
raíz de la proscripción del peronismo y del partido, lo que derivó en el
surgimiento de partidos encabezados por dirigentes o ex dirigentes
peronistas pero que excluían a Perón de su discurso. Buscaban un
peronismo sin Perón, algo que también intentaría el dirigente
metalúrgico Augusto Vandor. Por el contrario Montoneros nace
reivindicándose como peronista y peleando por el retorno del General a
la Argentina como líder del pueblo; Perón avala y legitima sus acciones
y les da cabida en el seno del Movimiento Nacional Justicialista.
La segunda apreciación que reitera prejuicios de esa época es la que se
refiere al origen antiperonista de sus integrantes o de sus familias,
sus procedencias sociales de la pequeña o mediana burguesía, etc. Si
bien esto alcanzaba a algunos de sus integrantes, no era el caso de la
mayoría. Recordemos incluso que contó con la adhesión de dirigentes
históricos caso Framini, Viel, Cabo, o los ex gobernadores Martínez
Baca, Bidegain, Obregón Cano.
En el caso de Miguel Ragone si
bien tenía afinidad con algunos de estos dirigentes no perteneció a la
organización político militar, pero no los condenó, ni los estigmatizó;
por el contrario les abrió las puertas y permitió su participación en
algunas esferas del gobierno provincial. Aquí aparece el elemento de
ruptura entre la idea difundida del aparato militarista o terrorista y
el accionar político de sus dirigentes y militantes que desde sus
organizaciones de masa (JP, JUP, UES, JTP, etc.) con mayor o menor
suerte lograron una innegable inserción en el seno del pueblo peronista.
Que los errores cometidos, el devenir del proceso político, las acciones
de sus adversarios y enemigos los fueron aislando, es un tema que se
puede acordar, pero no niega lo anterior, ni sus aportes a una lucha
donde como dije arriba, algunos dejaron sus vidas.
Las
muertes de miles de ellos, aun en la etapa democrática muestran que se
estaba disputando mucho más que simples espacios o cargos de gobierno.
Por razones más que claras, desde la historia oficial se oculta o se
minimiza que Ragone fue secuestrado antes del golpe de estado, mientras
gobernaba María Estela Martínez y en Salta regía aun la intervención
federal que lo había depuesto en noviembre de 1974. Ragone no era
montonero, pero entonces ¿Por qué lo secuestraron y lo asesinaron? La
respuesta está al alcance de la mano, y nos remite a nuestro presente:
Ese peronismo histórico, transformador, progresista y hasta
revolucionario se enfrentaba inevitablemente con el otro, el
conservador, el pragmático, el del orden. Derrotado el primero el otro
emerge en 1983 (Romero en Salta entre otros), y se consolida a nivel
nacional con Menem en 1989 y otra vez con Romero jr. en Salta en 1996. Y
no es una cuestión de nombres, es el PJ que se reconvierte en una nueva
fuerza, ahora sí neo peronista, el pejotismo. Entiéndase que hablo de
responsabilidades políticas, no jurídicas.
Verticales, ortodoxos
y peronistas
La situación del movimiento obrero en la provincia
de Salta en esos días no era muy distinta de lo que sucedía a nivel
nacional. Una fuerte pugna entre un sector sindical que buscaba
posicionarse con un margen de independencia política y autonomía gremial
(Rucci) sin sacarse la “camiseta peronista”, otros quienes bregaban por
un sindicalismo de liberación alternativo (Ongaro), quienes jugaban su
suerte al proyecto peronista pero buscando convertirse en cabeza del
movimiento (Miguel). En ese esquema la JTP (Montoneros) andaba
erráticamente sin acertar con una política concreta, sin capacidad para
disputar la CGT, ni construir una alternativa. Pronto Ongaro y su breve
experiencia de la CGT de los Argentinos quedó en minoría, pero
sobrevivió un movimiento en las bases que cuestionó de diversas formas a
una conducción sindical que se perpetuaba tras el reiterado discurso de
la lealtad y la verticalidad.
En un periodo tan crítico era
difícil separar acción gremial y política. Es más el emblema peronista
era el carnet de presentación y permanencia en el mundo sindical, Vandor
(UOM) fue brutalmente sincero cuando reconoció que “si se sacaba la
camiseta peronista no duraba ni un día en el sindicato”. La
multiplicidad de conflictos gremiales por fuera de las conducciones en
el periodo 1973-1975 incluido el “rodrigazo" expresan el nivel de
autonomía de los trabajadores respecto de sus dirigentes quienes
apelaban a la consabida acusación de “infiltrados”, “troscos”,
“bolches”, etc. para reprimir sus luchas y sostener su poder. De igual
manera el aporte sindical a la campaña electoral de 1973 fue
sustancialmente menor al de los sectores juveniles y de la izquierda
peronista.

El Descamisado
Nº 24, 30 de octubre 1973. Objetivo de los enemigos de
adentro: Tirar contra los gobernadores. Clic para descargar |
En el caso de Salta las
divergencias surgidas en el congreso partidario llevaron a un retiro de
apoyo por parte de la lista Azul y Blanca de Bravo Herrera vinculado a
su vez con las 62 Organizaciones de Amelunge. Para esos días Olivio Ríos
era una figura más simbólica que real en términos de peso y poder en el
movimiento sindical. Las 62 conducida por Lorenzo Miguel (UOM), era el
fiel de una balanza donde el poder se medía de acuerdo a la verticalidad
con este sector mas que con el propio Perón.
En ningún momento
sitúo a Ríos en el espacio de la burocracia sindical (tan real y
existente en ese momento como antecedente del actual sindicalismo
empresario), pero es ineludible el rol que juega a partir de 1974;
habrán dudas que el tiempo y los testigos de esa época irán resolviendo:
¿Por qué actuó Ríos de la manera que lo hizo en mayo de 1974? ¿Fue una
jugada intencional para desestabilizar a Ragone? ¿Fue una acción
concertada con el resto de la oposición?. Las intenciones y motivaciones
quedan en segundo plano igualmente ante los hechos y los efectos
determinados. Los hechos de mayo de 1974 dejaron herido de muerte al
gobierno, que con una oposición ya abierta y generalizada acusándolo no
ya de tener infiltrados y montoneros sino de ser montonero, transitó el
camino final hasta la intervención en la mayor soledad política agravada
por la muerte de Perón que deja el camino expedito a la derecha
peronista.
La “verticalidad” era una cualidad que unos pocos
podían reconocer y se accedía a ella por el simple trámite de no
cuestionar nada y a nadie. Esa es la base de la intervención federal a
nuestra provincia que, como bien recuerdo en mi libro, estuvo a cargo
del mismo sector que en Córdoba había participado en el Navarrazo, golpe
policial que derroca a otro gobernador “montonero”, Ricardo Obregón
Cano. En la intervención participan muchos de los opositores a Ragone,
incluido con un cargo menor el ex vicegobernador. Quizás finalmente la
ironía de aquel cronista de El Intransigente haya sido una fatal
realidad cuando le sugería al entonces gobernador “que los meta en el
presupuesto” como solución final a todos los problemas con la oposición
local.
No era tan simple la cosa, de todas maneras, porque los
hombres dispuestos en el juego de la historia, son dueños de su voluntad
para decidir frente a dilemas políticos o morales, pero en el contexto
de un escenario cuyo lugar y tiempo, es decir sus formas y actores no
eligen. En ese escenario cada uno, cada personaje, cada grupo o sector
político hizo una opción conciente. El juicio de la historia no es más
que la obligación de poner sobre la mesa de debate social los elementos
que permitan sacar conclusiones siempre provisorias pero cada vez más
certeras sobre los actores y sobre el proceso mismo, sin que esto
implique condena. La sentencia de la historia está en el aprendizaje y
capacidad de moldear un futuro que interpele ese pasado revirtiendo el
presente y allí la Historia requiere de colectivos sociales, como
siempre
28 de junio de 2008
Fuente: www.iruya.com
 Acta
del 6 de Julio de 2001
Juicio por la Verdad, Salta.
///La ciudad de Salta a los
seis días del mes de Julio del dos mil uno y siendo horas 9:20 comparece
por ante este Tribunal una persona previamente citada, quien acreditando
identidad manifiesta llamarse OSVALDO ALFREDO VARGAS FLORES, de
identidad argentina, de estado civil casado, D.N.I. N° 10.493.463, de
profesión u ocupación policía, con domicilio calle Jazimaná N° 100 Grupo
200 Viviendas B° Castañeda de esta ciudad. Declarado abierto el acto en
presencia de S.S. y la Sra. Secretaria se la hace saber los motivo de su
citación y que se le recibirá declaración testimonial, con la
prevenciones prevista por el art. 440 del C. Pr., sobre falso
testimonio. En este acto se procede a leer la lista de desaparecidos que
se encuentran agregados a fs. 34/36, A LA PRIMERA PREGUNTA POR LA LEY
GENERAL contestando dijo: que no le comprenden. Que conoció al Sr.
Miguel Ragone por su investidura como gobernador de la Provincia durante
su mandato. Que también conoció de vista al Sr. Pedro Bonifacio Vélez,
quien perteneció a la fuerza policial. A LA SEGUNDA PREGUNTA para que
diga el testigo si perteneció o pertenece a la Policía de la Provincia y
en su caso desde que año , y que cargos ocupó en dicha fuerza de
seguridad, contestando dijo: Que ingreso en el año dicha fuerza de
seguridad, contestando dijo: Que ingreso en el año 1.972/73 estuvo en la
escuela de cadetes de la Policia de la Provincia y que egreso a fines de
1.973 como oficial subayudante. Que durante los años 1.974/1.976 revistó
o prestó servicios en la Seccional Primera de Policia con el cargo de
Oficial Ayudante. Que en el año 1.977, 1.978 y parte del año 1.979
prestó servicio en la compañía Guardia de Infantería de la Policia, que
allí ascendió a Oficial Auxiliar. Que luego al Destacamento de Vaqueros
desde abril de 1.979 . Que en el año 1.980 prestó servicio en la
Comisaría
Séptima
del Barrio el Tribuno de esta ciudad. Que estuvo en la guardia de la
Casa de Gobierno. Que posteriormente paso a la comisaría del Menor
durante los años 1980/81. Que en el año 1.982 pasó a prestar servicio en
la Comisaría N° 35 de la ciudad de Orán. Que fines de 1.982 asciende a
Oficial Principal y lo destinan al destacamento de Aguas Blancas . Que
en el año 1.984 es trasladado a la Comisaría N° 7 de la Ciudad del
Milagro de esta ciudad. Que en el año 1.985 fue jefe del destacamento
San arlos - Dpto. San Carlos. Que en el año 1.986 prestó servicio en la
comisaría segunda. Que en el año 1.987 vuelve a la compañía Guardia de
Infantería. Que en ese año ascendió a Subcomisarío y paso a la Comisaría
N° 17 de Menores. Que en el año 1.989 es Segundo Jefe de la Seccional
Novena. Que en año 1.990 pasó a la Dirección de Drogas Peligrosas. Que
en ese año asciende a Comisario. Que en el año 1.991 pasa como Jefe de
Cuerpo de la Escuela de Cadetes. Que en el año 1.992 pasó a ser jefe de
la Comisaría Novena. Que en el 1.993/94 volvió a la Escuela de Cadetes.
Que en ese año asciende a Comisario Principal. Que en los años designado
como Segundo Jefe de la Regional N° 6 de Cafayate. Que a fines de 1.997
es designado como Comisario Inspector, y es destinado como Director
General de Drogas Peligrosas. Que a fines del año 2.000 asciende a la
jerarquía de Comisario Mayor, cargo que continua ocupando en la
actualidad. A LA TERCERA PREGUNTA para que diga el testigo si dentro de
la fuerza es común el cambio continuo de funciones, conforme lo
detallado precedentemente, contestando dijo que : que si. Que es común
la rotación del personal dentro de las distintas dependencia, sobre todo
en el caso de los oficiales, como lo es el dicente. A LA CUARTA PREGUNTA
PARA QUE diga el testigo donde prestó servicio durante el año 1.976,
contestando dijo: en la comisaría Primera. A LA QUINTA PREGUNTA para que
diga el testigo si tuvo conocimiento o recuerda sobres las
circunstancias que precedieron a la desaparición del Sr. Miguel Ragone,
contestando dijo: Que como oficial joven a la fecha de la desaparición
del Dr. Ragone, no tuvo participación directa ni indirecta en la
investigación respecto de su desaparición. Que solo tuvo conocimiento
por los reportes periodístico de esa fecha y por comentarios que se
hicieron dentro de la misma fuerza. A LA SEXTA PREGUNTA PARA QUE DIGA EL
TESTIGO SI recuerda cuales fueron los comentarios que se hicieron en esa
fecha sobre la desaparición del Dr. Miguel Ragone, contestando dijo :
que se comentó sobre el hecho que tomó tanta trascendencia en ese
momento, pero que no sobre puntos específicos sobre el hecho en sí. A LA
SEXTA PREGUNTA PARA QUE DIGA EL TESTIGO si tiene algún familiar en
fuerza policial y en su caso que cargo ocupó durante el año 1.976 y que
destino, contestando dijo : que si,. Que tiene un hermano de nombre René
Isaac Vargas Flores. Que cree que en el año 1.976 prestaba servicio en
la Escuela de Cadetes, que era oficial ayudante. Que en la actualidad el
hermano del dicente ocupa el cargo Comisario Mayor, se desempeña como
director de Instrucción Policial - Escuela de cadetes, en la calle
Arenales de esta ciudad. Con lo que no siendo para más se da por
finalizado el acto, previa lectura firma el compareciente para
constancia y ratificación después de S.S. por ante mi que doy fe.-
Sr. Osvaldo A. Vargas Flores
Dr. Miguel A. Medina Juez Federal
Mariela Alejandra Jiménez Secretaria
 Pensamiento
Político de Miguel Ragone. Único gobernador constitucional secuestrado y
desaparecido
Por Myriam Corbacho y Raquel Adet
REVISTA 2 ESCUELA DE HISTORIA, Año 2, Vol. 1, Nº 2, 2003
Consideraciones generales.
Después de la larga abstención sufrida por el Partido
Justicialista, sus dirigentes, de regreso a la lid política, se
encuentran con una sociedad donde la alternancia de gobiernos de facto
con democracias débiles tendían a encerrar al país en gobiernos con
ideologías cada vez más conservadoras.
Para mal o para bien la
sociedad argentina había mutado profundamente. Perón, desde Madrid
continuaba ejerciendo un papel tutelar y alentó la violencia desatada
primero por el Peronismo de la Resistencia y luego por jóvenes
entusiastas integrantes de las organizaciones armadas.
En esta
sociedad polarizada y compleja, el Movimiento Peronista, reflejaba en sí
todas las contradicciones existentes. El GRAN AUSENTE alentaba a la rama
juvenil, la Juventud Peronista (JP), que actuaba por cuenta propia y no
estaba dispuesta a someterse a la vieja dirigencia de mentalidad
verticalista. Pero la corta primavera revolucionaria, vivida con el Tío
Cámpora, llegó a su fin con el retorno de Perón, decidido a terminar con
la revuelta armada.
En su mensaje del 1º de Mayo de 1974, censuró la herejía
armada, fustigó a los jóvenes y los echó de Plaza de Mayo. Condenó a las
organizaciones juveniles a desaparecer. Los jóvenes insumisos optaron
por la clandestinidad. La dura lucha ideológica en el seno del
Movimiento, señala que, numerosos dirigentes la JP y otras
organizaciones, estaban más próximos a ideales revolucionarios de
izquierda que de la ortodoxia peronista.
El líder, por su parte,
envejecido y enfermo no asumía que el Movimiento Justicialista nunca
volvería a ser lo que fue en los años del nominado peronismo histórico,
pues el país había cambiado totalmente. La promesa ideal de volver al
edén perdido se hacía trizas frente a la realidad de un país desgarrado
por la violencia económica, la violencia social y la violencia política.
Algunos jóvenes argentinos creían en la acción directa y hacia ella se
lanzaron.
Consideramos necesario un acercamiento, "a vuelo de
pájaro" al pensamiento político, del Movimiento Justicialista y a sus
principios fundamentales.
Para acercarnos a tema tan complejo vamos tomar dos hipótesis formuladas
por Robert Michels (1876-1936) que pueden ser aplicadas al PJ. Las
mismas son comentadas por el sociólogo italiano, Alessandro Pizzorno,
quien nos brinda un muy buen estudio del autor nombrado. De su obra
sacamos una serie de elementos para ejecutar un análisis muy
generalizado pero verosímil del Movimiento Justicialista desde su
génesis hasta la muerte del caudillo, en julio de 19741.
Señalamos así:
1)
Poderes discrecionales del Movimiento y su tendencias a asumir una
estructura oligárquica
2) Abandono de los fines específicos para
fortalecer la auto-conservación partidaria.
No hay que dejar de
lado caracteres muy conocidos y estudiados del Movimiento: nacionalismo
y verticalismo, prácticas propias de los partidos de masa y
características de la tan criticada URSS, como el culto de la
personalidad y el todopoderoso partido.
Para comprender su influencia en el pensamiento político
de Ragone, debemos agregar los insistentes y oportunistas mensajes de
Perón, desde antes de su regreso, proponiendo: el socialismo nacional,
la consigna liberación o dependencia y su aspiración personal a liderar
ese movimiento en Latinoamérica.
Planteamos las dos de la tesis comentadas
por Pizzorno:
1).- El autor se pregunta: ¿cómo se manifiestan las
tendencias oligárquicas en un partido y cuáles son sus indicadores? Los
indicadores que nos permiten diagnosticar la tendencia del Movimiento
Peronista a asumir una estructura oligárquica, serían, según el autor:
"[...] tendencia a la inamovilidad de los jefes, a consultar raramente a
la base, a tomar decisiones dentro de pequeños círculos de jefes y
dirigentes sin control externo".
Si pensamos en el eje funcional
del Movimiento Peronista, el verticalismo, vemos como en la organización
partidaria el Presidente de la Nación ejercía también la presidencia del
partido -extraña conjunción entre Estado y Partido. En el Movimiento
Peronista fue, desde siempre, una entelequia la división de poderes. La
afiliación masiva le facilitaba al partido representación mayoritaria en
las Cámaras, los gobernadores estaban facultados para nombrar
intendentes y hasta las Unidades Básicas tenían sus cuotas de poder
sobre Centros Vecinales y circunscripciones barriales a través de
punteros políticos. El Movimiento procuró y obtuvo, casi siempre, una
Justicia complaciente.
2).- Abandono de los fines específicos de
ideales caros al antiguo Movimiento Peronista y, en su lugar, la
preocupación, casi única, por fortalecer la organización partidaria.
Como fines específicos pueden señalarse los logros obtenidos por el
hombre fuerte de la Revolución de 1943 y observados durante su primera
presidencia: Estatuto del Peón, vacaciones pagas, jubilaciones y
pensiones. Otros están contenidos en la reforma constitucional de 1949 y
son: función social de la propiedad, del capital y de la actividad
económica. Además otros derechos tales como: de la ancianidad a la
asistencia social, a la vivienda digna, a la alimentación, al vestido,
al trabajo, al esparcimiento, etc.; los derechos del trabajador
retribución justa, capacitación, condiciones dignas de trabajo,
seguridad social, protección de su familia; derechos de la familia,
derecho a la educación y a la cultura. Estos serían los fines
específicos obtenidos por el Movimiento que beneficiaron a las mayorías.
Algunos subsistieron luego del derrocamiento de Perón, pero la
Revolución Libertadora y los sucesivos golpes de Estado los recortaron y
el menemismo los anuló por completo.
El
retorno de Perón, en 1973 significaba, en el imaginario colectivo,
recobrar el Estado de Bienestar. Todo se recuperaría, casi mágicamente,
con el retorno del esperado. Sabemos que no existen soluciones mágicas.
Las dificultades eran muy difíciles de subsanar debido al estado
deficitario, a la confusión generalizada y a la violencia extendida
desde 1955 y cada vez con mayor virulencia en todo el país.
Así, fines partidarios tan caros a la masa
justicialista, fueron dejados de lado en espera de tiempos mejores y,
los esfuerzos se centraron en fortalecer la estructura partidaria. Era
el país un caldero bullente de pasiones; las masas ya no pedían, exigían
al compás del eslogan acuñado en l972 "Cámpora al gobierno, Perón al
poder". La nominación al cargo de Presidente de la Nación del Delegado
de Perón, Héctor Cámpora, no se debía a sus méritos como administrador o
estadista sino a su lealtad a la persona del General. El Tío- así se
apodó a Héctor Cámpora- manifiesta, en cuanta ocasión se le presenta,
esa sumisión:
"[...] He recibido ese mandato por una condición
personal que ha caracterizado toda mi vida; algunos la consideran un
defecto, otros una virtud, y de las más honrosas en cualquier hombre.
Voy a hablarles, en primer término, de la lealtad. Lealtad total,
incondicional, a mis verdaderos amigos. Considero que el más grande de
ellos es el Gral. Juan Perón y le he sido leal durante el gobierno y
desde el llano [...]"2.
Interesa señalar que el peronismo, como
movimiento populista, pudo travestirse en nacionalismo, pudo coquetear
-para atraer a las masas- con el socialismo y hasta con el comunismo y
optar por la 3º posición, si estamos dispuestos a aceptar la posibilidad
del "tercerismo". Perón aludía así a esa Tercera Posición:
"Frente a nosotros se levantan triunfantes el demo-liberalismo
capitalista puramente individualista y el colectivismo del marxismo
dogmático internacional, alargando la sombra de sus alas imperialistas
[...] es evidente que ninguna de estas dos soluciones nos llevaría a los
argentinos a la conquista de la felicidad [...] Así fue que nos
decidimos a crear las nuevas bases de una Tercera Posición que nos
permitió ofrecer a nuestro pueblo otro camino [...] En el orden
económico la Tercera Posición es la liberación de los dos extremos
perniciosos para adoptar un sistema de economía social al que se llega
colocando el capital al servicio de la economía. [...] En el orden
social, en medio del caos que opera en el mundo, fluctuante entre el
individualismo y el colectivismo, nosotros adoptamos un sistema
intermedio, cuyo instrumento básico es la justicia social [...] En el
orden político implica poner la soberanía de las naciones al servicio de
la humanidad en un sistema cooperativo de gobierno mundial, donde nadie
es más que nadie pero tampoco menos que nadie"3.
Cámpora, en su fugaz presidencia no pudo tomar medidas de largo alcance.
Se limitó a dar satisfacción a los grupos armados: la liberación de los
presos políticos, nombramientos de funcionarios de tendencia
izquierdista, apoyo a algunos gobernadores cuestionados por las andanzas
de los muchachos de la tendencia.
El nuevo discurso impuesto por
Perón fue transmitido con lealtad por el Tío. La apremiante campaña
electoral en medio de un clima entre festivo y violento, despertaba las
esperanzas de la gente. Fueron días de alegría popular y se vivía un
clima de irrealidad y casi de total irresponsabilidad. El candidato
presidencial había fijado una serie de pautas y elementos de su futuro
programa de gobierno francamente revolucionarias:
"[...] los
medios de producción en manos de la clase trabajadora, drástica
derogación de la legislación represiva, denuncia de la OEA por ser una
estructuración dependiente del imperialismo norteamericano,
restablecimiento de relaciones con Cuba. Creación de medidas encaminadas
a impedir a las empresas tomar represalias contra los huelguistas,
control obrero de las fuentes de producción, amnistía total de detenidos
por causas políticas o sociales. Prohibición a las FFAA para actuar en
la represión interna"4.
El
triunfo del 11 de marzo produjo euforia y también profunda alarma, a
punto tal que Perón, en julio de 1973, conminó a Cámpora a presentar su
renuncia y dio comienzo el siniestro juego de López Rega. Poco después
Perón, como candidato del FREJULI logró el 65.1 % de los votos y se
dispuso a terminar con la violenta experiencia izquierdista.
Ideales y realidades en la Salta de Ragone
Mientras tanto ¿qué queda de la tradición de la Resistencia
Peronista en Salta? ¿Cómo lograr acuerdos entre jóvenes recién llegados,
que reclaman su lugar bajo el sol y, la vieja dirigencia? ¿Qué ocurría
con las organizaciones sindicales y sus aspiraciones a consolidarse como
grupo de poder? Son algunos de los interrogantes.
El Dr. Miguel
Ragone triunfó en Salta y toda su campaña fue hecha en base a los
lineamientos del Delegado y luego Presidente Cámpora. Su discurso fue de
disenso y crítica hacia la represión y reclamo de las libertades
cercenadas. Consideraba a la democracia como el camino confortable para
traer la paz a los espíritus.
Nos preguntamos, en el contexto
real de la provincia ¿era viable el quehacer del gobernador, sin
recursos económicos, en medio de facciones en pugna cada vez más
violenta? Debía improvisar respuestas rápidas para afrontar acuciantes
problemas. ¿Cómo poner en marcha las instituciones del Estado
democrático? ¿Cómo cambiar la mentalidad de la gente habituada al
autoritarismo?´ ¿Cómo responder sin recursos económicos a las demandas
de la gente?
Al respecto reflexiona el historiador Gregorio Caro
Figueroa:
"Ragone tomó algunas medidas, le daba mucha importancia al tema de
la política social. Pero el '73 fue un desborde porque las demandas de
la gente estaban tan postergadas, la gente entró en la Casa de Gobierno,
después de casi 20 años. Entonces eran tantas las expectativas y tan
limitadas las posibilidades de comenzar a satisfacerlas, que fue una
cuestión grave[...]"5.
Antes de continuar, consideramos necesario
explicar las circunstancias del triunfo de Ragone. Por la división
interna del justicialismo fue el Consejo Provincial del Partido, el
encargado de mediar entre las facciones y nominar a los candidatos de
las diferentes listas. También se acordó que la fórmula estaría
integrada por un representante de la rama gremial. A la elección interna
concurrió la lista Azul y Blanca, sector más ligado a los grupos
sindicalistas y nacionalistas dentro del peronismo y liderada por
Horacio Bravo Herrera, Juan Carlos Cornejo Linares, Armando Caro, Dante
Lovaglio, Tomás Ryan, Olivio Ríos, Alberto Abraham. La lista Verde
liderada por Ragone, Ernesto Bavio, Ricardo Falú, conformaron una
especie de ala izquierda dentro del peronismo. Actuaban también otras
agrupaciones más pequeñas, como el Grupo Reconquista liderado por Dr.
Armando Caro Figueroa (hijo) y Pedro González y la Liga del Interior
dirigida por un maestro de Tartagal, Ricardo Heredia.

El Peronista, Nº
4, 14 de mayo 1974. Crisis en el gobierno de Salta. Clic
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La interna fue aparentemente
pacífica, pero a la hora del recuento de votos primaron las sospechas de
fraude y no pudo determinarse el ganador. A fin de dar solución al
problema, en diciembre de 1972 se reunió el Congreso Provincial del
Partido para acordar, entre las diferentes listas, las candidaturas en
juego.
Existen diferentes versiones sobre la candidatura de
Ragone. La primera es sostenida por el diario "El Tribuno", y los
testimonios orales del Dr. Ricardo Falú y del Dr. Bravo Herrera, quienes
afirman que el entonces Secretario del PJ, Juan Manuel Abal Medina,
impuso a Ragone como candidato a gobernador. Otra versión es la de quien
fuera su Secretario Privado, Gregorio Caro Figueroa, quien dice que la
candidatura de Ragone no fue impuesta desde Buenos Aires sino resuelta
por el Congreso Partidario Provincial.
La tercera versión se
vincula con la presencia, en el espectro político local, del Movimiento
Popular Salteño dirigido por su fundador el Dr. Ricardo Durand, quien
había ocupado ministerios y fue dos veces gobernador de Salta. Muchos
peronistas vieron en este hombre popular y respetado al triunfador de
las elecciones del 11 de marzo de 1973 y le cedieron a Ragone el papel
de perdedor.
La sorpresa no tuvo límites cuando don Miguel se
alzó con el 65 % de los votos.
El Enigma Ragoniano
El 25
de mayo de 1973 tuvo lugar la transmisión del mando. Después de 18 años
un gobernador de facto entregaba el poder a un civil, electo en comicios
libres. El mensaje que Ragone leyó a las Cámaras marca las ideas
políticas que guiaron su gestión de gobierno, las que señalamos a
continuación:
1) Hacia el Socialismo Nacional
¿Ragone se
embarcó en una aventura socialista? ¿Estaba comprometido con la
guerrilla? Las dos opiniones suelen presentarse en Salta con demasiada
ligereza. En realidad sus ideas políticas estaban lejos de ser
originales, pues el nuevo gobernador se limitó a seguir los lineamientos
marcados por Héctor Cámpora en el documento "Pautas Programáticas para
la Reconstrucción Nacional", basado en las instrucciones oportunistas
dadas por Perón a su delegado.
"Como soldado de Perón, declaro
con todo énfasis que continúo y continuaré con humildad y modestia,
procurando interpretarlo....La humanidad asiste al advenimiento de un
nuevo orden social. Nuestro país no puede quedar marginado de este
proceso que conduce a los pueblos al encuentro con su emancipación. Este
nuevo orden social surge con fuerza, ante el fracaso del sistema liberal
capitalista que ha sido incapaz de dar respuestas a los imperativos que
el ser humano reclama. Nuestro conductor, el General Juan Domingo Perón
así lo expresa y con ello nos marca sabiamente cual es el camino a
transitar. El lo ha llamado Socialismo Nacional" 6.
Al
respecto, el historiador Gregorio Caro Figueroa comenta:
"En el
73 el peronismo ganó con la cuestión del socialismo nacional. En el
discurso ante la Asamblea Legislativa el 25 de mayo de 1973, Ragone
habla del socialismo nacional, que era una cosa ambigua que Perón había
acuñado, que nunca definió, que sirvió como un gran imán de atracción y
que se agitaba como un atrayente slogan ideológico".
Este mensaje, a pesar de ser una repetición de lo establecido a
nivel nacional, despertó inquietudes que luego se convertirían en
sospechas y acusaciones de "infiltración ideológica".
2) La
consigna liberación o dependencia
"Nos hemos pronunciado por la liberación rechazando la dependencia.
Todos sabemos el significado de ambas palabras y sabemos de qué y de
quienes debemos liberarnos y si nuestro pensamiento se asocia de
inmediato a los grandes imperialismos, es necesario comprender que
también regionalmente debemos liberarnos e independizarnos, sabiendo que
en Salta hay hombres que trabajan y hombres que viven del trabajo de los
demás"7.
En las décadas de los 60 y 70 una gran ola
revolucionaria conmovía al mundo: el movimiento de la negritud, el
triunfo de la revolución cubana, los países latinoamericanos ansiaban
liberarse de los imperialismos, disponer libremente de sus recursos
naturales y materias primas y sacudirse los tiranuelos locales.
3)La utopía de la Revolución en paz
En repetidas oportunidades Ragone declaró su intención de llevar
adelante un cambio de estructuras en paz. El día antes de asumir el
poder manifestó:
"El mío será un gobierno de austeridad, con
profundo sentido humanitario y revolucionario. Entiendo que
revolucionario significa un cambio que nosotros lo queremos como lo
quiere el General Perón, hecho en paz, apelando a la razón y no a la
fuerza"8. En su mensaje a las Cámaras ratificó esta posición:
"En
el área de gobierno, justicia, educación y trabajo, nuestro gobierno
delineará e instrumentará las pautas fundamentales de la política
revolucionaria sostenida durante la campaña electoral".
En
octubre de 1974, cuando ya su gobierno estaba totalmente jaqueado por
sus enemigos, tuvo lugar en Salta el Congreso Eucarístico Nacional.
Ragone, a pesar de la ostensible discriminación de que fue objeto por
parte del Brujo y la presidenta Isabel Perón, quienes estuvieron en un
palco alejado del que ocupaban las autoridades provinciales, el
gobernador expresó:
"Porque el auténtico cristianismo, que
precisamente, en cuanto a revolución del espíritu, es revolución,
transforma sin destruir, pues los caminos de la liberación no pueden ser
los de la violencia, y con su transformación es elevación. Es
revolucionario y no subversivo, pues la verdadera revolución es la
fidelidad al orden interior de la verdad y la justicia. La problemática
de nuestro tiempo es el lema de este Congreso: Reconciliación en
Cristo"9.

Revista Con Todo, Vocero del
Peronismo de Base, año 1, Nº 2, mayo 1974. |
Entretanto la lucha política
se hacía cada vez más dura y más sangrienta. La consigna revolución en
paz no fue aceptada por los jóvenes. Ellos entendían que la revolución y
la liberación sólo se conquistarían por medio de las armas. Se
multiplicaron los émulos del "Che" y muchos soñaban, como Santucho,
"morir matando". Por su parte, las fuerzas de represión, integradas por
grupos militares, policiales y parapoliciales, operaban con eficiencia
extrema. Se marchaba inexorablemente hacia un nuevo golpe militar y la
instauración del terrorismo de estado en la Argentina.
4.- Preocupación por los sectores populares:
"El médico de
los pobres", conocía el dolor y la falta de atención sanitaria de vastos
sectores. Tal problema se convirtió en preocupación fundamental de su
gobierno:
"[...] -Como médico de pueblo que soy y he vivido y
comprendido el dolor y la miseria de los desamparados no he de descansar
hasta ver cumplido el propósito que reza en la doctrina justicialista,
que tanto ricos como pobres deben poseer idénticas posibilidades de
curarse. Esto significa [...] atención médica completa y medicamentos
gratuitos. Esto es imperativo revolucionario[...]"10.
A pesar de
la irritación de sus funcionarios los pasillos de la Casa de Gobierno
-cuenta su biógrafo, Jesús Pérez- solían estar abarrotados de gente que
solicitaba solución de problemas apremiantes. Tantas y tales eran las
necesidades postergadas que la gente lo seguía y esperaba en la puerta
de su casa para ser escuchada por el gobernador y no llegaba a almorzar
hasta bien avanzada la tarde. Estas cuestiones de "andar pateando al
pobrerío" eran vistas por la buena gente salteña, como pura demagogia.
5.-Lealtad:
Ragone permaneció fiel a Cámpora y a los principios
sostenidos en su campaña electoral. Cuando se conoció el retiro de
Cámpora julio de l973, Ragone estuvo a punto de renunciar. Su Secretario
Privado recuerda:
"[....] En julio de 1973 se produjo la renuncia
de Cámpora. En ese momento Ragone quiso renunciar inmediatamente ante
Cámpora y me pidió que yo le redactara la renuncia, porque él se sentía
solidario. El tenía una actitud crítica y frontal frente a lo que era el
sector de derecha del gobierno, en ese momento [...]"
6.- Rechazo
por el protocolo y las insignias del poder:
Ragone evidencia, en cuanta ocasión puede, su rechazo por los
formalismos externos del poder. Causaba inquietud su afán por andar sin
escolta, nunca usó las insignias de mando, bastón y banda, el ceremonial
fue reducido a su mínima expresión. Se sentía incómodo y molesto en el
sillón y en el lujoso despacho asignado al gobernador . Por su pedido se
le preparó una sala más modesta. Una anécdota que nos lo pinta de cuerpo
entero fue un suceso ocurrido durante el tedeum en la Catedral
Metropolitana el día de su toma de mando. En medio de la solemne
ceremonia se desmayó un niño y Ragone abandonó sobre el banco los
preciados símbolos del poder para correr en su auxilio.
7.-
Honestidad en el gasto público y austeridad de vida:
Resolvió recortar todo gasto superfluo, entre ellos suprimió a
su escolta policial. Ese lugar fue "copado"por un grupo de alucinados
jóvenes que vivían una auténtica fiesta ataviados con ponchos rojos y
vinchas con la leyenda "Montoneros". Aciago destino el de esos jóvenes
celebrando en la antesala de la muerte. Creyeron que la revolución
estaba a la vuelta de la esquina pero allí sólo estaban las Tres A y la
cacería desatada por el Proceso. Esta bulliciosa juventud acostumbraba
rodear al Gobernador en sus apariciones públicas. Cuando se le advertía
de las consecuencias de tamaña escolta Ragone parecía no darle
importancia al asunto, "son buenos changos, me da pena echarlos".
Lamentablemente las fotos viajaban con rapidez y caían en manos del
Brujo.
Suprimió el uso de automóvil y chofer de la gobernación,
iba a trabajar a pie o en su auto particular. No utilizó jamás el avión
provincial y tampoco los viáticos para sus viajes oficiales a Buenos
Aires. Todo lo pagaba de su bolsillo. La Directora de Administración,
señorita Villa, pretendió corregir al recalcitrante Gobernador, molesta
por los problemas administrativos que le ocasionaba la devolución de los
viáticos. Pero Ragone permaneció imperturbable.
Gregorio Caro
Figueroa comenta:
[...] Yo creo que en Salta la cuestión simbólica es muy fuerte.
Aunque Ragone no haya promovido ningún trastorno social, el hecho de
haber llegado a Gobernador y de haber impuesto un estilo, que era por lo
menos inquietante, como por ejemplo que recibía a los pobres en la Casa
de Gobierno, la apertura que tenía, la ruptura del protocolo era un
estilo que inquietaba y eso se lo hicieron pagar caro".
8.-
Convicciones democráticas:
Desde los inicios de su gobierno fue
enemigo de todo gesto represivo a pesar de la despiadada oposición de
sus adversarios. No le ahorraron difamaciones ni amarguras. Su espíritu
democrático se puso a prueba cuando, dirigentes de la CGT junto a
integrantes de la lista "Azul y Blanca" llegaron a extremos de declarar
al Gobernador y a sus colaboradores como "personas no gratas",
acusándolos de ser marxistas infiltrados. Ragone no respondió a
semejante acusación y no dio orden de reprimir, ni siquiera cuando un
movimiento subversivo de la derecha peronista, en complicidad con la
CGT, ocupó la Casa de Gobierno con la intención de destituirlo. Este
acto fue neutralizado por una multitud reunida en la Plaza 9 de julio
para apoyar al gobernador.
Nos preguntamos: ¿Era posible la democracia en un partido acaudillado
por un líder carismático? De hecho no. Quizás recién en el poder Ragone
tomó conciencia de las profundas contradicciones internas del peronismo.
Verticalismo y democracia son, en la práctica, incompatibles.
9.- Voluntad política de reformar la institución policial:
La
más delicada y grave de las medidas políticas tomadas por Ragone.
En este ítems pueden señalarse varias cuestiones de importancia.
Antes de la toma de posesión, Ragone, visitó acompañado de su
flamante Jefe de Policía, Rubén Fortuny, la Cárcel Penitenciaria Modelo
y se encontró:
"Con el espectáculo deprimente de menores
abandonados por la justicia, por las autoridades, por sus padres que
deambulaban desnudos, hambrientos, sucios, esperando que se cumpla
aquello que decía el General "En la Argentina, los únicos privilegiados
son los niños"11.
Se dio orden inmediata de reubicar a los
detenidos según su edad, se estudiaron los legajos policiales y muchos
fueron enviados bajo la custodia de sus padres a sus casas y otros a la
colonia dirigida por los Padres Concepcionistas, popularmente llamados
Padres Azules.
Otra medida fue demoler las celdas de castigo de
la Central de Policía donde se mantenían en condiciones infrahumanas a
decenas de detenidos. Fue exhibido al público este lugar donde se
hacinaban 190 detenidos en 18 celdas con espacio calculado para treinta
personas. Al respecto, Fortuny declaró a la prensa:
"[...] Aquí
había dinero para armas y no para darle un trato más humanitario a los
detenidos o adquirir una lente para la observación de huellas
dactilares"12.
A fin de contar con fondos para equiparar al
gabinete de investigaciones decidió poner en venta las sofisticadas
armas que había adquirido el anterior régimen militar para sofocar
manifestaciones.
Los camiones hidratantes fueron retirados del
servicio y los carros de asalto, pintados de flores, pasaron a ser
utilizados como vehículos de transporte para el personal policial o para
trasladar a los niños de los barrios a las escuelas. Los uniformes
azules de la guardia de infantería, que distinguían al personal
encargado de reprimir, fueron igualmente eliminados y reemplazados por
el uniforme habitual del resto de la policía.
Por primera vez en
los partidos de futbol del domingo se levantaron las guardias con perros
y bastones antitumulto.
"Confío - dijo Fortuny- en la capacidad
del hombre para regirse a sí mismo, al margen de las armas y los palos
intimidatorios. Creo profundamente en la dignidad del prójimo y en las
potencialidades creativas del pueblo"13.
El Gobernador estaba
resuelto al desmantelamiento del aparato represivo, a cambiar la policía
represiva por una policía dirigida a proteger al pueblo. El Jefe de
Policía inició sumario a los policías acusados de abusos y torturas y
dirigió personalmente el operativo de traslado de los represores a
lugares lejanos de la provincia. Posteriormente fueron enjuiciados y
encarcelados pero al cabo de corto tiempo, poderosos protectores
lograron liberarlos y a pesar de lo ocurrido volvieron a ocupar sus
antiguos cargos. Fortuny presentó su renuncia y a los pocos días fue
asesinado en pleno centro de la ciudad.
El dirigente gremial y
preso político salteño, César Gutiérrez, recuerda estos hechos así:
"[...] Cuando yo caí preso en el '74, Ragone había tenido que retroceder
y Guil estaba nuevamente como Jefe de Seguridad, otra vez con poder en
la policía, tanto es así que a mi me va a buscar al trabajo en un
patrullero. Porque Fortuny, metió presos a los policías represores pero
al poco tiempo fue asesinado y los policías represores volvieron. Y fue
el mismo Ragone el que lo volvió a poner a Guil en la policía. Ragone
fue haciendo lamentablemente cada vez mas concesiones. También por las
presiones de la derecha sacó a funcionarios y lo puso a Mondada en lugar
del ministro Pfister, a Juan Carlos Sánchez en lugar del intendente
Bavio y le aceptó la renuncia a su secretario Caro Figueroa14.
El
sueño de Fortuny, su lucha y su tragedia son recordadas por escritores y
poetas latinoamericanos.
El uruguayo Eduardo Galeano le rinde
homenaje en su libro "Memorias del Fuego":
"Como en un cuadro del
venezolano Vargas, en la provincia argentina de Salta, los autos
patrulleros de la policía fueron pintados de amarillo y naranja. En vez
de sirena llevaban música y en vez de presos llevaban niños: los
patrulleros andaban llenos de niños que iban y venían desde los ranchos
lejanos a las escuelas de la ciudad. Las celdas de castigo y las cámaras
de tortura fueron demolidas. Desapareció la policía de los partidos de
fútbol y de las manifestaciones obreras. Salieron en libertad los
torturados y marcharon presos los torturadores oficiales especializados
en romper huesos a martillazos. Los perros policiales que habían sido el
terror de la población, pasaron a dar funciones de acrobacia para
divertir a los barrios pobres.
Esto ocurrió hace un par de años,
cuando Rubén Fortuny fue Jefe de Policía de Salta. Poco duró Fortuny.
Mientras él hacía lo que hacía, otros hombres como él estaban cometiendo
locuras parecidas en toda la Argentina y el país entero andaba eufórico
y abrasador.
Triste epílogo del gobierno peronista: ha muerto
Perón, que había recuperado el poder, y tras su muerte los verdugos
vuelven a gozar de libertad y empleo.
A Fortuny lo matan de un
balazo a la altura del corazón. Después secuestran al gobernador que lo
había designado, Miguel Ragone. "De Ragone no dejan más que una mancha
de sangre y un zapato"15
El sueño de transformar una policía represora en una policía protectora
del pueblo se estrelló con la realidad de una sociedad habituada a la
violencia y mandatos de los grupos de poder.
10.- Federalismo:
Si analizamos el federalismo en toda nuestra historia constitucional
habría que plantear la necesidad de dar vivencia de la doctrina,
vitalizarla y ponerla en práctica en todo el país. La Constitución
Nacional establece en su artículo lº: " La Nación Argentina adopta para
su gobierno la forma Representativa, Republicana y Federal". Pero en el
artículo 6º declara: "El Gobierno federal interviene en el territorio de
las provincias para garantir la forma republicana de gobierno [...]" La
posibilidad de las autoridades centrales de intervención en las
provincias se convirtió no en excepción sino en una regla. En nuestro
caso, las repetidas intervenciones sirvieron para saquear los magros
recursos provinciales
Sobre este tema tan caro a las provincias y
siguiendo el hilo del pensamiento ragoniano vemos que hace referencia
directa al problema de la dependencia interna:
[...] "La
Provincia, afirma Ragone, como parte integrante de la Nación, padece la
deformación colonialista impuesta por los centros mundiales de poder
pero también está sometida a otras formas de colonialismo impuesto en
beneficio del puerto de Buenos Aires y el litoral argentino castiga a la
economía provincial al obligarnos a gastar aproximadamente 3.000
millones de pesos moneda nacional por año para adquirir en las
provincias del sur del país la carne que exige nuestro consumo y nos
vemos obligados a cambiar materias primas sin ningún valor agregado para
recibir a costa de un déficit monstruoso bienes y servicios que producen
otras zonas del país." (Mensaje de Ragone. 25/05/73).
Este ítem
tiene relación directa con el que sigue.
11.- Saneamiento de la burocracia:
En su mensaje alude a
su crecimiento desmedido. Ejemplifica el problema con el número de
empleados.
"[...] Existían en 1955 en la administración pública
provincial 5.969 cargos. Actualmente ese número asciende a 16.232
cargos. Esta es la obra de quienes acusaron al peronismo de crear una
frondosa burocracia [...]"16.
Las intervenciones fueron fuente de
creación de empleos para parientes, conocidos y amigos del Interventor
de turno. Acabada la intervención algunos se iban y otros quedaba
enquistados en la administración pública.
12.- Política
Municipal:
Uno de los cambios más importantes anunciados por
Ragone fue el rol que jugaría la Municipalidad en el futuro. Criticó el
aislamiento existente entre Comuna capitalina y pueblo y la degradación
y abandono de la función social. Para superar esta situación propuso
poner en marcha una estructura democrática: vecindad-gremio- municipio y
establecer el control popular en el sistema de abastecimientos y
servicios para dar sentido socioeconómico a la aplicación y recaudación
de los impuestos.
13.-Jerarquizar la Dirección Provincial del
Trabajo:
Ragone denunció que la Dirección de Trabajo había sido relegada
por los anteriores gobiernos a una mera oficina donde se aglomeraban los
expedientes de reclamo de los trabajadores sin ser atendidos por nadie.
Se propuso jerarquizarla dándole la función de defender los intereses de
los obreros, armonizar la relaciónes obrero-patronales y custodiar
celosamente el cumplimiento de la legislación laboral y social. Para
ello nombró Director de Trabajo a quien fue su brazo drecho en el campo
sindical, el gremialista tabacalero Guillermo Alzaga.
14.-
Política de Bienestar Social:
El gobernador denunció las
deplorables condiciones de salubridad y seguridad social de la población
de la provincia y afirmó:
"Consideramos que trabajo, vivienda y
alimentos sanos son los componentes indirectos de la salud y el
bienestar del pueblo y es en este terreno donde el gobierno provincial
debe sentar su mayor esfuerzo y cumplir el verdadero sentido de
previsión del individuo...Aspiramos a la creación de un seguro de salud
para todos los habitantes, tomando como base el actual Instituto
Provincial de Seguros".
15.- Política económica: Ragone hizo una
descarnada descripción del estado de postración económica en que se
hallaba la provincia y puso al descubierto el crecimiento de la deuda
pública provincial.
"En 1955 era del orden de los 247 millones de pesos moneda nacional,
mientras que nosotros recibimos una provincia con 21.700 millones de
pesos en concepto de deuda, sin que se conozcan las causas de este
gigantesco endeudamiento".
Para reactivar la economía puso a
consideración de las Cámaras el llamado "Plan Trienal", el que por falta
de medios y la permanente oposición de sus adversarios, no llegó a
concretarse.
En realidad en una sociedad destrozada por una
larvada guerra civil poner en marcha proyectos, aún los más modestos,
era un emprendimiento condenado de antemano al fracaso. En política se
debe hablar de adversarios. En el caso del Partido Justicialista de
entonces no existían adversarios sino enemigos que desde el primer
momento, sin diferencia de sectores sociales, se unieron contra Ragone.
Grupos de la CGT hicieron causa común con ellos y consiguieron
finalmente la Intervención de la provincia, cuestión que venían
solicitando desde mucho tiempo atrás.
NOTAS 1 Pizzorno,
Alessandro (1984), "Sistema social y clase política", en Pizzorno y
otros, Historia de las Ideas Políticas, Económicas y Sociales. El siglo
XX primera parte, México, Folios Ediciones, pp. 41 a 52 y 64-65. 2
Bonnasso, Miguel (1997), El Presidente que no fue. Los archivos ocultos
del peronismo, Buenos Aires, Planeta, p. 364. 3 Perón, Juan Domingo
(1975), Doctrina universal, Buenos Aires, Subsecretaría de Cultura de la
Nación Ediciones Culturales Argentinas, pp. 132-134. 4 Diario Clarín,
21-01-1973) 5 Entrevista realizada a Gregorio Caro Figueroa, 1998.
6 En AHS, Mensaje del Gobernador Miguel Ragone a las Cámaras
Legislativas, 25 de Mayo de 1973. 7 Mensaje, ob. cit. 8 Pérez,
Jesús (1994), El terco Miguel, Diseño y Edic Arte Impreso, p. 23. 9
Diario, El Tribuno, octubre de 1974. 10 Mensaje, ob. Cit 11
Diario, El Tribuno, mayo de 1973. 12 Diario, El Tribuno, mayo de
1973. 13 Diario, El Tribuno, mayo de 1973. 14 Entrevista realizada
a César Gutiérrez, 2003 15 (El Tribuno, Diciembre de 1985). 16
Mensaje, ob. cit.
Fuente: www.unsa.edu.ar

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