Alberto Villar. Los duros también mueren

El día que la Triple A mató al diputado Rodolfo Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde fue a reconocer el cuerpo perforado por quince proyectiles a la comisaría 15. “Nunca me voy a olvidar: allí estaba el comisario Alberto Villar, que festejaba con los demás policías y gritaban -¡qué noche fantástica!”, repasa el actual secretario de Derechos Humanos. Junto con Ortega Peña, Duhalde denunció desde un comienzo a José López Rega y su estructura terrorista a través del periódico Militancia que ambos dirigían. Al comisario Villar le salió al cruce un hombre temerario, el aristócrata revolucionario Diego Muñiz Barreto. Que le gritó en la cara: “-¡No te rías tanto, hijo de puta, que la próxima boleta es la tuya”.

Alberto Villar había sido entrenado por la AID norteamericana y apenas dos años antes había irrumpido en la sede central del Partido Justicialista para llevarse los ataúdes con los restos de tres guerrilleros asesinados en Trelew, que enterró clandestinamente. 

El sepelio de Ortega Peña fue al estilo Villar: la policía reprimió y estuvo a punto de provocar una masacre; luego quiso llevarse el ataúd por la fuerza (lo que impidieron varios diputados que lo rodearon con sus cuerpos), y finalmente se metió en La Chacarita con motos, deteniendo a 300 manifestantes.

El "No te rías tanto, hijo de puta, que la próxima boleta es la tuya" se convirtió en premonitorio: el 1 de noviembre de 1974, tres meses después un explosivo colocado por Montoneros le provocó la muerte en la embarcación en la que estaba dispuesto a dar un paseo en el Tigre junto con su esposa.

"Los duros también mueren"

Así tituló la noticia una revista sensacionalista de la época. Por otro lado, la portada del matutino La Nación del sábado 2 de noviembre de 1974 lo decía todo, aunque no lograba interpretar el asombro de la mayoría: "Mataron al comisario Villar y a su esposa". Y abajo agregaba: "El hecho ocurrió en el Tigre, cuando estalló una bomba que fue colocada en una embarcación en la que se proponía dar un paseo". Nadie podía creerlo: un verdadero "peso pesado", poderoso jefe de la represión, había caído.

Transcribimos una crónica del suceso: "Fue a las 10.30, aproximadamente, del viernes 1, Día de todos los Santos. Tres vehículos Ford Falcon avanzaron lentamente sobre los 200 metros de tierra de la calle Luis Pereyra, en Tigre, el único acceso hasta el fondeadero "Sandymar". En uno de esos autos y protegido en su vanguardia y retaguardia por 10 miembros de su custodia personal, fuertemente armada, viajaban el jefe de la Policía Federal, comisario general Alberto Villar y su esposa, Elsa María Pérez.

"Al llegar a la guardería náutica, pese al despliegue de armas de todo calibre que hicieron los policías de civil, la calma del lugar no se alteró cuando descendieron del rodado Villar y su mujer, ambos vestidos de sport para la ocasión y portando bolsos como para pasar el día en el delta.

"...El crucero propiedad del entonces comisario, y que había permanecido con el motor en marcha durante 15 minutos, esperando el abordaje de la pareja, lentamente comenzó a pasearlos, adentrándose uno, ocho, quince, treinta metros en el río. Entonces se produjo una explosión indescriptible y prácticamente la total voladura de la embarcación que, en medio de un cerco de fuego, se hundió rápidamente, según la versión de un vecino del lugar.

"La nave desapareció justo en el centro del riacho La Rosqueta, ante la mirada atónita e impotente de la custodia policial, que en este caso logró salvar la vida al obedecer las órdenes directas de su jefe de quedarse a esperarlo en el pequeño muelle".

Aunque en el momento ninguna organización se hizo cargo del atentado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) a través del periódico Estrella Roja, su órgano oficial, lo difundiría tiempo después: "...una unidad de la organización hermana Montoneros llevó a cabo el ajusticiamiento del jefe de la Policía Federal ... El ERP saluda calurosamente a esta sección de Montoneros que ubica a la organización en la trinchera de los que luchan con las armas en la mano contra este gobierno reaccionario y proimperialista". Según confesiones posteriores de un militante montonero, para la organización de Firmenich, el comisario Alberto Villar "era la síntesis de la represión". Al parecer su muerte estaba programada desde los años de Lanusse.

Mendizábal, jefe de los comandos montoneros, había descartado de plano la idea de un operativo a lo Aramburu, a lo Vandor o incluso a lo Rucci, debido a la fuerte custodia y a todas las medidas de seguridad que protegían al comisario. Para algunos "montos", la figura de Villar inspiraba odio, sobre todo después de decidir la clausura del diario Noticias, que era una de las principales fuerzas de la propaganda montonera.

Aproximadamente a la 1 de la madrugada del viernes 1º de noviembre de 1974, un grupo de cuatro combatientes que incluía una mujer, se sumergió en las aguas del Tigre con el equipo completo de buceo y casi 20 kilos de trotyl bajo el brazo. Según sabían, este elemento era el único que se podía emplear bajo el agua y que además resultaba de sencilla aplicación. Así fue como colocaron la bomba debajo del asiento del conductor, de la manera más disimulada posible.



La derecha peronista, de luto.

El comisario Villar fue jefe de la policía durante el último Gobierno de Juan Domingo Perón en el año 1947, luego se destacó por investigar el asesinato del teniente general Aramburu, el del presidente de la FIAT Oberdan Sallustro, asesoró en represión política al dictador boliviano y luego presidente democrático Hugo Banzer y además se destacó como director de la Escuela de suboficiales y agentes desde 1967 a 1970.

La escuela primaria Nº 25 "Inspector Alfredo Zunda" de Capital Federal, creada por la Policía Federal Argentina  conservó por muchos años una placa de bronce con la leyenda "Murió en defensa de la ley". La escuela se encuentra en la calle Remedios de Escalada de San Martín 2986, entre Argerich y Nazca, en el barrio de La Paternal. Por gestiones llevadas a cabo por padres de los alumnos la placa que homenajeaba al promotor de la Triple A fue retirada. Asimismo la Legislatura porteña emitió un proyecto de declaración solicitando al Ejecutivo Nacional retirar el nombre del ex comisario Villar a la Escuela de Suboficiales "en razón de que los antecedentes del comisario Villar no representan el ideal nacional de una policía democrática, eficiente y protectora de los derechos y garantías de todos los habitantes".

Datos: www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-81211-2007-03-04.html | www.pagina12.com.ar/1999/99-07/99-07-31/pag13.htm
www.noticiasurbanas.com.ar/info_item.shtml?sh_itm=8b63e71f73c4c98fa76b9f643a3161ec | www.elortiba.org/polar14.htm
 

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