La
unidad latinoamericana en el ideario forjista
Por Juan Godoy*
La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) nació en plena
década infame como una escisión al interior del radicalismo claudicante (“alvearizado”),
específicamente el 29 de junio de 1935. Iba a desarrollar su actividad política
por poco más de diez años, desintegrándose a menos de dos meses del 17 de
octubre de 1945, y como resultado de éste (entre otras cuestiones). En las
siguientes líneas, como lo enuncia nuestro título, indagaremos en la noción de
la unidad latinoamericana en el ideario de FORJA.
Así, desde antes del la surgimiento de FORJA iba a quedar en clara su posición a
favor del rebasamiento de las fronteras nacionales, de las “patrias chicas” para
restablecer una unidad más amplia, perdida luego del proceso de balcanización
que siguió a las luchas emancipadoras. Establece Jorge Abelardo Ramos al
respecto que “somos un país porque no pudimos integrar una nación, y fuimos
argentinos porque fracasamos en ser americanos, aquí se encierra todo nuestro
drama y la clave de la revolución que vendrá”.1
Decíamos desde antes de su fundación, pues en el Manifiesto de los Radicales
Fuertes, antecedente directo de FORJA, que al mismo tiempo es heredera de la
Reforma Universitaria del ’18, antes que se desvirtúe, argumentaba que era
necesario “promover la reconquista de la soberanía política (y la económica) de
la Nación Argentina y de todas las naciones Latinoamericanas por la anulación
absoluta de todas las facultades dadas o reconocidas a todas las instituciones
educacionales que no se inspiren en los principios de la Revolución Americana
(…) establecer nuevas instituciones, basadas en la colaboración continental y en
la seguridad económica y cultural de todos y cada uno de los habitantes”.2 El
cambio que piden los forjistas es radical, hablan de cambiar las instituciones,
entre otras las universidades, para que respondan a los intereses de los pueblos
latinoamericanos. Estas nuevas instituciones deben ser nuestroamericanas, de
cooperación mutua, de complementariedad de sus economías, de modo de asegurar la
defensa y el bienestar de las mayorías populares. Latinoamérica en la concepción
forjista, no tiene voz, es una impostura de lo europeo, hay que generar entonces
el marco para que pueda “gritar” su liberación. No podemos hoy dejar de pensar
en los nuevos organismos latinoamericanos, desde la renovación del MERCOSUR,
pasando por la UNASUR, el ALBA, y la más reciente CELAC. FORJA rechaza como a
estas “nuevas instituciones” el panamericanismo y el monroísmo, como veremos más
adelante.
En la declaración inicial como agrupación del mismo día de su fundación, los
muchachos de FORJA manifiestan que “el proceso histórico Argentino en particular
y Latinoamericano en general, revelan la existencia de una lucha permanente del
pueblo en procura de su Soberanía Popular, para la realización de los fines
emancipadores de la Revolución Americana, contra las oligarquías como agentes de
los imperialismos en su penetración económica, política y cultural, que se
oponen al total cumplimiento de los destinos de América”.3 De esta forma, ponen
de relevancia que la lucha por la liberación nacional está integrada a la lucha
por la liberación latinoamericana. La emancipación de Nuestra América tiene la
misma oposición del imperialismo, y de las oligarquías que son cómplices y
beneficiarias del saqueo y la expoliación de nuestros pueblos. La idea de la
soberanía popular, que tiene su tradición en la lucha del yrigoyenismo por el
voto universal, secreto y obligatorio, encuentra en FORJA una profundización,
pues no es la lucha meramente por el voto, sino que va más allá, se relaciona
con la lucha porque sea el pueblo quien dirija los destinos de la nación. En el
forjismo la nación es el pueblo.
Se trata de hundirse en la historia de las naciones, buscar lazos comunes,
tradiciones compartidas, continuidades y rupturas en las luchas, etc. En
relación a esta búsqueda los forjistas realizan aportes historiográficos de
relevancia, y comienzan a delinear un revisionismo histórico particular, en
tanto que éste adquiría (a diferencia del desarrollado por el nacionalismo
oligárquico) un contenido popular, anti-imperialista y profundamente
latinoamericano4. En esta línea los forjistas analizarán y darán a conocer a
través de publicaciones, folletos, conferencias, etc., varios aspectos de la
historia argentina y latinoamericana, entre los cuales nos interesa aquí algunos
cómo ejemplo de la concepción de unión latinoamericana.
Observamos entonces, dos conferencias en las que el forjista Scalabrini Ortíz5
aborda la cuestión en relación al proceso de balcanización que hiciéramos
referencia al comienzo. En ésta Scalabrini da cuenta de la segregación de
Bolivia, y la liga a la política porteñista de Rivadavia, y a la influencia
(¡cuando no!) de la diplomacia británica. Revela en la misma la fragmentación de
nuestro continente, la frustración del “sueño” de la unidad de los libertadores,
cómo de una Gran Nación pasó a dividirse en veinte países, que a decir de Methol
Ferré: “todos son vecinos de espaldas, hermanos extraños, que se “desarrollan”
hacia fuera. Divididos y enajenados”.6 Acerca de la creación del estado tapón
uruguayo Scalabrini dirá que la diplomacia británica “va a trabajar en la
fundación de un pequeño estado que por su pobreza de recursos estará
forzosamente supeditado y que le servirá de base para someter a las más
poderosas Provincias Unidas del Río de la Plata”7
Esta diplomacia aparece en la pluma del autor de “Política Británica en el Río
de la Plata”, como la “punta de lanza” de la injerencia del imperialismo, la
cual se manifiesta a través de intrigas, corrupción, soborno, etc., a partir del
fracaso de la colonización por las armas, así “más influencia y territorios
conquistó Inglaterra con su diplomacia que con sus tropas o sus flotas. Nosotros
mismos, argentinos, somos un ejemplo irrefutable y doloroso. Supimos rechazar
sus regimientos invasores, pero no supimos resistir a la penetración económica y
a su disgregación diplomática”.8
El nacionalismo en FORJA es, pues un nacionalismo latinoamericano y popular. La
unidad latinoamericana se justifica por la historia común, porque son los mismos
problemas que atañen a los países del continente, por los profundos lazos
culturales, tradiciones compartidas, por necesidad proyectual, porque el
imperialismo nos trata como una unidad, para enfrentar a este último, etc. La
unidad en tanto lucha contra el imperialismo y la oligarquía por la liberación
de los pueblos, pues como entidades separadas no es posible liberarse de la
opresión. De esta forma, en uno de los cuadernos de FORJA, “plantándose” también
contra los factores disgregadores, establecen: “sostenemos la necesidad de
instaurar la unión efectiva de las naciones de América para realizar los actos
fundamentales de su emancipación, imposible mientras perdure la desarticulación
a que han sido conducidas por la influencia continua de los factores
antiamericanos que rigen su política, su escuela, su milicia, su vida religiosa,
su comercio y su prensa”9. La lucha debe ser conjunta, pues “olvidar el problema
de los otros es traicionar su propio problema, porque la expoliación sube como
una gangrena por el cuerpo americano”.10
Decíamos anteriormente, y con esta reflexión terminamos, que FORJA se alejaba de
la Doctrina Monroe, del “América para los americanos” (que más bien era “América
para los norteamericanos”), del panamericanismo. Ya no se necesitan tutores,
nosotros debemos ser artífices de nuestros propios caminos para la liberación.
De esta forma, en el periódico forjista Argentinidad sostienen al respecto que
“no basta con no aceptar la política del panamericanismo. Debemos luchar por la
organización de los pueblos oprimidos de América para su liberación y defensa
(…) luchamos por la unidad emancipatoria de la América oprimida”11
1 Ramos, Jorge Abelardo. (1986). Revolución y contrarrevolución en la Argentina.
Las masas y las lanzas. Tomo I. Buenos Aires: Hyspamérica, página 15.
2 Manifiesto de los Radicales Fuertes. Citado en Scenna, Miguel Ángel. (1983).
FORJA. Una aventura argentina (de Yrigoyen a Perón). Buenos Aires: Editorial de
Belgrano, páginas 50-51.
3 Declaración aprobada en la Asamblea Constituyente del 29 de junio de 1935.
Citado en Jauretche, Arturo. (1976). Forja y la década infame. Con un apéndice
de manifiestos, declaraciones y textos volantes. Buenos Aires: Peña Lillo,
página 87. Dejamos en claro que cuando los forjistas hablen de América, están
excluyendo a Estados Unidos y Canadá. Así Dellepiane argumenta al respecto que:
“creo necesario insistir en que, para nosotros, América comienza en la frontera
norte de México. Denunciamos la designación intencionada de América,
comprendiendo sólo a los Estados Unidos de Norteamérica, como una táctica del
imperialismo frente a la conducta de nuestra América. ¡Nuestra América!”.
Cuaderno de FORJA Nº 9.En Jaramillo, Ana (Comp.). (2012). Cuadernos de FORJA.
Buenos Aires: Ediciones de la UNLA/Colección Pensamiento Nacional, página 354.
4 Galasso, Norberto. (2011). Historia de la Argentina. Desde los pueblos
originarios hasta el tiempo de los Kirchner. Buenos Aires: Colihue.
5 Galasso, Norberto. (2008). Vida de Scalabrini Ortíz. Buenos Aires: Colihue.
6 Methol Ferré, Alberto. Geopolítica de la Cuenca del Plata. El Uruguay como
problema. Buenos Aires: Peña Lillo, página 41
7 Scalabrini Ortíz, Raúl. (2001). Política Británica en el Río de La Plata.
Buenos Aires: Plus Ultra, página 92.
8 Scalabrini Ortíz, Raúl. (2001). Política Británica en el Río de La Plata.
Buenos Aires: Plus Ultra, página 43.
9 Cuaderno de FORJA Nº 10-11-12 (publicados conjuntamente en la edición
original).En Jaramillo, Ana (Comp.). (2012). Cuadernos de FORJA. Buenos Aires:
Ediciones de la UNLA/Colección Pensamiento Nacional, página 381.
10 Cuaderno de FORJA Nº 1.En Jaramillo, Ana (Comp.). (2012). Cuadernos de FORJA.
Buenos Aires: Ediciones de la UNLA/Colección Pensamiento Nacional, página 31.
11 Artículo en Argentinidad. Citado en Scenna, Miguel. (1983). Op. Cit., página
249.
Bibliografía
* Cuadernos de Fuerza de orientación radical de la joven argentina (FORJA).
Re-edición facsimilar. Jaramillo, Ana (Comp.). (2012). Cuadernos de FORJA.
Buenos Aires: Ediciones de la UNLA/Colección Pensamiento Nacional.
* Declaración aprobada en la Asamblea Constituyente del 29 de junio de 1935.
Reproducido en Jauretche, Arturo. (1976). Forja y la década infame. Con un
apéndice de manifiestos, declaraciones y textos volantes. Buenos Aires: Peña
Lillo.
* Galasso, Norberto. (2008). Vida de Scalabrini Ortíz. Buenos Aires: Colihue.
* Galasso, Norberto. (2011). Historia de la Argentina. Desde los pueblos
originarios hasta el tiempo de los Kirchner. Buenos Aires: Colihue.
* Jauretche, Arturo. (1976). Forja y la década infame. Con un apéndice de
manifiestos, declaraciones y textos volantes. Buenos Aires: Peña Lillo.
* Manifiesto de los Radicales Fuertes. Reproducido en Scenna, Miguel Ángel.
(1983). FORJA. Una aventura argentina (de Yrigoyen a Perón). Buenos Aires:
Editorial de Belgrano.
* Methol Ferré, Alberto. Geopolítica de la Cuenca del Plata. El Uruguay como
problema. Buenos Aires: Peña Lillo.
* Ramos, Jorge Abelardo. (1986). Revolución y contrarrevolución en la Argentina.
Las masas y las lanzas. Tomo I. Buenos Aires: Hyspamérica.
* Scalabrini Ortíz, Raúl. (2001). Política Británica en el Río de La Plata.
Buenos Aires: Plus Ultra.
* Scenna, Miguel Ángel. (1983). FORJA. Una aventura argentina (de Yrigoyen a
Perón). Buenos Aires: Editorial de Belgrano.
* El autor es Sociólogo, Universidad de Buenos Aires (UBA) y Profesor de
Sociología, Universidad de Buenos Aires (UBA). Becario Comisión de
Investigaciones Científicas (CIC)