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El
mejor de todos
Por Osvaldo Bayer
Desde Bonn, Alemania
Tristeza e indignación. Dos palabras que expresan los sentimientos que me
invadieron al recibir la noticia y la documentación respectiva. A la avenida
Agustín Tosco, de Córdoba, le van a cambiar el nombre
por Juan Bautista Bustos. Al mejor de todos de nuestra generación, al ejemplo de
lucha por la dignidad, a quien sufrió cárceles, persecuciones, amenazas y nunca
retrocedió, a quien fue un ejemplo de honradez y sencillez, justo a él, los
representantes del pueblo cordobés le niegan que sea recordado su nombre en una
calle de esa ciudad. A él, protagonista de una historia heroica contra
dictaduras e injusticias sociales. Su protagonismo en el Cordobazo ya lo dice
todo, cuando un pueblo se levantó contra una despreciable dictadura militar, sus
documentos sindicales, sus discursos obreros plenos de grandezas, coraje civil y
sentido de la solidaridad. Su sabia resistencia ética en las largas cárceles
sufridas y la más que vergonzosa persecución sufrida durante el gobierno de
Isabel Perón-López Rega cuando ya se encontraba enfermo y no pudo ser internado
en ningún hospital o sanatorio porque era sabido que allí lo irían a buscar las
siniestras Tres A.
Lo recordamos siempre, al frente –en primera fila dando la cara– en las largas
marchas por las calles de la protesta, vestido humildemente con su “overol” de
mecánico. Recuerdo su debate con Vandor, en el congreso de la CGT de 1956, donde
el joven Tosco barrió con palabras simples el enredado discurso del burócrata. Y
fue cuando se consagró como el ser antiburocrático y fiel a las luchas obreras
por la justicia social. Que luego iba a culminar con aquel encuentro televisivo
con Rucci ya poco antes de la llegada de la desaparición como método de dominio.
Allí Tosco dejó al desnudo a la burocracia de los que dirigían en ese momento al
movimiento obrero.
Pero en ese momento, por pura honestidad, este héroe del pueblo firmaba
definitivamente su condena a muerte. Tosco.
Por eso nos alegramos y sentimos entrar en un país nuevo cuando, en el 2006, el
cuerpo de concejales de la ciudad de Córdoba votó por unanimidad, vuelvo a
decir, por unanimidad –con sólo un concejal que se abstuvo pero no votó en
contra– el nombre de Agusín Tosco, ese héroe del pueblo, para la avenida de
Circunvalación de la ciudad de Córdoba, acceso de la autopista Córdoba-Rosario.
Y justo ahora, a cuatro años de esa resolución viene la otra noticia. La del
puñal por la espalda. La proposición para que el cambio de nombre de Tosco por
el de Juan Bautista Bustos se tratara sobre tablas la hizo el diputado
provincial Daniel Passerini, un nombre para recordar. Es decir, para que el tema
no comenzara a discutirse y se enterara la opinión pública, propuso que se
votara enseguida. Además, propuso el nombre de Bustos, que es una especie de San
Martín para los cordobeses, hombre que actuó en las luchas entre unitarios y
federales. Pero los que pidieron borrarlo a Tosco pasaron por alto que Bustos ya
tiene un monumento impresionante en el Parque Sarmiento, otro monumento en la
Avenida Ejército Argentino, y lleva su nombre una calle cordobesa, además de un
pasaje y un barrio. Pero claro, para borrarlo a Tosco había que poner a alguien
indiscutible para los cordobeses. El diputado Passerini sostuvo como base que el
nombre de Tosco por el Concejo Deliberante no valía porque esa comuna no tiene
competencia sobre esa avenida ya que se trata de una ruta nacional. Es decir,
una razón burocrática, nada más.
Se opusieron al cambio y defendieron a Tosco tres diputados: Birri, Coria y
Liliana Olivero. Todos los demás, oficialistas y opositores votaron en contra de
Agustín Tosco. Claro, el lector se preguntará: ¿cómo es posible si los
representantes de esos mismos partidos habían votado a favor en el Concejo
Deliberante? ¿De dónde vino la orden? ¿O es que comenzaron a tener temor de que
el nombre de Tosco influya en el pueblo cordobés en el futuro?
Pero lo que no esperaban los señores diputados provinciales es que los dos hijos
de Agustín Tosco pusieran todo el coraje civil necesario para denunciar esta vil
jugarreta de política sucia: Malvina Tosco y Héctor Agustín Tosco hicieron una
presentación ante la Justicia. Esa presentación vale editarla y repartirla en
todo el país. La redactó la abogada Mabel Sessa y tiene no sólo un valor
jurídico indiscutible, sino también una base ética que avergonzará para siempre
a quienes votaron por el cambio de nombre.
En esa presentación, los hijos sostienen que no sólo se había “atacado el honor
y la memoria de Agustín Tosco sino también la dignidad de sus familiares”.
Señala el escrito presentado: “Designar con el nombre de nuestro padre a la
avenida de Circunvalación fue un reconocimiento que nos llenó de orgullo por el
valorar su lucha en favor de los trabajadores, la democracia y los derechos
humanos, pese a las persecuciones y encarcelamientos sufridos, nunca claudicó en
pos de una sociedad más justa y equitativa. Designar una avenida con su nombre
–la única en Córdoba– se convirtió en un patrimonio público que se arraigó desde
el 2006, respaldando nuestra identidad y la de los cordobeses”.
La pregunta que queda sin respuesta es: por qué con tanta premura la legislatura
borró el nombre de Tosco de esa avenida. No da los motivos, sólo se basa en una
falsa interpretación de que los representantes municipales no tenían derecho a
dar ese nombre a esa avenida, pero en el escrito de sus hijos se demuestra que
este argumento es falso y que los que no tienen ningún derecho a cambiar el
nombre de una calle, que es parte de una ruta nacional en una ciudad, son los
representantes de la provincia. Y aquí, el escrito de los hijos demuestra cómo
otras calles –como la llamada Gobernador Amadeo Sabattini– que es parte de una
ruta nacional, fue así nombrada por el Concejo Deliberante.
Desde ya invito al diputado Daniel Passerini a tener una polémica pública en la
ciudad de Córdoba acerca de la figura de Tosco y si es suficiente, para tapar su
nombre, basarse en razones burocráticas de mandato o no. ¿A quién le disgustó el
nombre de Tosco? ¿Por qué todo se hizo en forma subrepticia y no se informó por
qué los representantes oficialistas y de la oposición cambiaron su opinión del
día a la noche? Realmente, algo patético.
Además, no tienen respuesta los “innovadores” cuando se demuestra que jamás
intervino la Legislatura contra resoluciones de la Municipalidad de Córdoba
cuando dio nombre a calles continuadoras de rutas nacionales. Sólo en el caso de
Tosco.
En resumen, la presentación ante la Justicia de la abogada Mabel Sessa es un
lujo en materia de Derecho. Este episodio va a quedar en la biografía de Agustín
Tosco como un galón más a su lucha sin cuartel por más dignidad. Cómo se trata
de combatir su memoria con agachadas burocráticas.
Son realidades que debemos tener en cuenta. Y sacarlas a la luz para el debate.
Otro hecho doloroso que ha llegado aquí a Europa, donde existen una serie de
organizaciones que debaten sobre los problemas de los pueblos originarios de sus
antiguas colonias, es el de los Qom en la Formosa argentina. Los hechos ocurrido
en La Primavera no tienen ninguna explicación racional. Que los Qom no tengan
título de propiedad sobre las tierras que habitan durante siglos es un argumento
que no tiene ningún justificativo para echarlos a tiros. Ya en 1800, el sabio
alemán Alexander von Humboldt describió con enorme admiración que los naturales
latinoamericanos no tienen noción de la palabra “propiedad” y que todo para
ellos era comunitario. Hay que partir de esa base.
Basta de mirar para otro lado en el caso de nuestros pueblos originarios. Están
allí, ahora, en el centro de Buenos Aires aguardando justicia. Hay que darles la
mano y devolverles lo que es de su naturaleza desde hace siglos. El papelito
firmado por algún funcionario que eso pertenece al terrateniente Fulano de Tal
no tiene ningún valor moral. Aprendamos a defender la vida y no la propiedad.
Por eso el regreso de Tosco y el abrazo a los auténticos hijos de la tierra.
15/01/11 Página|12