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El
nuevo Berni o el Neustadt de los tiempos kirchneristas
Por Pedro Jorge Solans *
Cuando vi la tapa de la revista Noticias donde el periodista Jorge Lanata dice
suelto de cuerpo: "Dejen de robar con los 70". Recordé inmediatamente una tapa
de la revista Humor Registrado con la imagen caricaturesca del periodista
Bernardo Neustadt transformándose en un dinosaurio o una especie de monstruo
verde o "Berni". Era en la época en que el periodista defensor a ultranzas de la
libertad de mercado nos enseñaba por televisión las reglas de la felicidad
liberal. Se preguntaba:
-¿Por qué yo tengo que pagar con mis impuestos a los trabajadores ineptos de
Aerolíneas Argentinas, de Entel, de los ferrocarriles, por qué tengo que pagar a
los jubilados?
Y después de un silencio, con un gesto monstruoso, casi perverso, afirmaba como
docente dictatorial:
-El Estado no tiene por qué prestar servicios que el sector privado lo pueda
ofrecer. No tiene por qué tener empresas deficitarias. El Estado empresario por
culpa de los políticos y los sindicalistas siempre es malo.
Mire Doña Rosa, -decía mirando a las cámaras con las cejas levantadas, casi un
lobizón,- en Estados Unidos o cualquier país avanzado, usted quiere un servicio
telefónico; al instante, puede optar por una empresa u otra, y no por una
ineficiente estatal. Usted si no quiere que el Estado administre sus aportes,
porque piensa, -con razón- que los gobiernos elegidos por la mayoría del pueblo
no saben administrar, o le van a robar, puede elegir, puede elegir, una
Administradora privada (AFJP).
¿Se acuerdan?
Los Neustadt de aquellos años menemistas alentaron el despojo, apoyaron a
quienes nos dejaron sin trenes, sin aerolíneas de bandera, sin teléfonos, sin
jubilaciones, porque los aportes de doña Rosa que administraban las AFJP
terminaron en la usura. Era el dinero que las administradoras prestaban a un
Estado agonizante, casi noqueado por el liberalismo-menemista y que según los
Neustadt tenían que desaparecer. Ese proceso terminó con el país fuera del
mapamundi, en el 2001 en la inolvidable presidencia de Fernando de la Rúa y con
el hombre fuerte de las economías periféricas dependientes, Domingo Cavallo,
yéndose a Nueva York.
Aquel Neustadt fue retratado por una revista de humor que, por ser de humor no
era para nada una revista liviana como son los gestos caricaturescos de Lanata
diciendo dejen de robar con los 70 en la tapa de la revista Noticias que por ser
de política, de investigación, de interés general, es bastante liviana.
¿Será que Lanata quiere ser el abanderado de los nuevos Neustadt. De los
Neustadt en tiempos kirchneristas? Se lo preguntó fundamentalmente a usted, doña
Rosa, que fue ama de casa toda la vida y, ¡por fin!, recibió una jubilación
meritoria. Lo recibió en estos tiempos donde "los Neustadt nuevos" dicen que
están hartos que le hablen de la dictadura. O dicen, que dejen de robar con los
70. O dicen, estar siempre con los más débiles, y por eso, están con la Sociedad
Rural y están con el grupo Clarín. ¡Qué me cuenta doña Rosa. Clarín y la
Sociedad Rural, débiles! ¿Parece un chiste perverso, no? Ese diario que tanto
influyó en el imaginario colectivo argentino para que seamos otarios. Para que
la mayoría creyésemos que estaba bien estatizar la deuda privada de los grandes
grupos, como precisamente, Clarín, Arcor, AGD, y de tanto otros. Y que era
dinero mal gastado, o un derroche, darle contención a los desocupados con un
plan o un subsidio. Y que estaba mal, otorgarle una jubilación a usted que jamás
pudo aportar pero trabajó toda la vida.
Qué lejos está este "Neustadt nuevo" de aquel talentoso Lanata que trabajaba en
la revista "El Porteño" o en el programa radial "Sin Anestesia", que se emitía
por radio Belgrano, bajo la conducción de Eduardo Aliverti. Justamente, en esa
época, Francisco "Pancho" Provenzano se contactó con Lanata para que dirigiera,
en mi humilde entender, el mejor proyecto periodístico gráfico argentino que
hubo hasta hoy. Fue el diario que cambió la prensa gráfica argentina y lo hizo
con dinero de los 70, con dinero de los compañeros del ERP. Sí, con ese dinero,
Lanata pudo plasmar su mejor proyecto periodístico. Con ese dinero, de los 70,
lanzó Página 12. Entonces, la pregunta sería:
¿Por qué Lanata no quiere hablar más de sus logros que no fueron pocos como
periodista. Me imagino que no querrá ser reconocido por su fracaso como
empresario periodístico en el diario Crítica de los Argentinos, y menos, por su
"incursión vedettista" por las tablas teateales, y menos aún, por sus almuerzos
a solas con la señora Mirtha Legrand?
Pero volviendo sobre sus pasos interesantes. Es cierto también que Pancho
Provenzano no lo buscó al azar. Lanata era en aquella época un periodista que
vivía en Sarandí y emergía con toda la fuerza y el talento de un joven
progresista, y Provenzano empezaba a destacarse como dirigente. Pancho había
estado preso como cuadro del PRT-ERP. Cayó muy joven. Cuando empezó a reunirse
con Lanata estaba junto a otros compañeros en el armado del Movimiento Todos por
la Patria. (MTP). Era respetado. Tenía relaciones con referentes de todos los
partidos políticos, con el Gobierno de Raúl Alfonsin y con los periodistas más
destacados de ese momento. Se había constituido en uno de los jóvenes políticos
más avanzado y perclaro del país, y mantenía una comunión de ideas con Enrique
Gorriarán Merlo. Entre ellos surgió la idea de construir un movimiento con una
base amplísima y con aparatos fuertes que sirvieran a un armado político,
cultural, sindical y social.
En ese contexto, Lanata viajaba a Brasil para mantener reuniones con Gorriarán
Merlo, Provenzano y demás dirigentes del ERP, para organizar el diario, y ahí
también se armaron los periódicos "El Periodista" y "Entre Todos". El objetivo
era que los medios de prensa sirvieran al trabajo político de llegar a todos los
sectores incluidos militares y empresarios nacionalistas y patrióticos.
"La amplitud política diseñada por Gorriarán Merlo y Provenzano incluía a todos
quienes queríamos avanzar y profundizar el camino democrático que se había
abierto con la derrota en Malvinas y la llegada de la democracia en 1983. Todos
teníamos en claro quién era Pancho Provenzano, y que Enrique (Gorriarán),
principalmente, delegaba en él, las relaciones políticas y de superestructura,
sin desmerecer a otros compañeros que estaban a la misma altura", recordó Ana
María Sívori, esposa de Gorriarán, y testigo directo de todo el desarrollo del
MTP.
Sívori reconoció que Lanata era un periodista joven que se destacaba por su
capacidad y se reunía cotidianamente con Pancho (Provenzano), quien había armado
una dirección paralela en Página 12. "Se ve que la vida lo cambió. Durante el
período que estuvo en la dirección del diario (Página 12) mantuvo una posición
progresista, al menos, así lo exteriorizaba. Se fue de Página por el 91, creo
que el menemismo lo sedujo", sostuvo la ex dirigente del MTP.
Para finalizar, y con la tapa de Humor en mis manos, bastante arruinada por el
tiempo, las goteras y las mudanzas, amarillenta y sucia por mateadas noctámbulas
con olor a fracasos amorosos, parece que la caricatura dice: "Después de la tapa
de la revista Noticias, aludida en esta nota, el "nuevo Neustadt" debería
devolver el dinero del ERP que fue utilizado para su diario, o aunque sea, tiene
que vender su casa de José Ignacio y pagarle a sus colegas del diario Crítica de
los Argentinos.
* Director de
www.eldiariodecarlospaz.com