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Fermín:
un epistemólogo de la periferia
Transcripción de la Conferencia de Francisco José Pestanha en la décima edición
del Taller para el Pensamiento Nacional “Fermín Chávez”
Fermín: un epistemólogo de la periferia
Por Francisco José Pestanha
fpestanha@hotmail.com
”La CIVILIZACIÓN unitaria es resistida tercamente por la
BARBARIE federal: he aquí el hecho argentino que ha de ir desencadenando
nuestras luchas morales y políticas durante todo el siglo XIX. Frente al
unitarismo racionalista se yergue la idea vernácula y una forma de vida que
responde a la verdadera situación del hombre argentino y a su espontáneo
desarrollo”
Fermín Chávez
Bienvenidos a este nuevo encuentro del Taller para el Pensamiento Nacional que
se dicta todos los años en este Instituto Superior Octubre, gracias a la
gentileza y al compromiso del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de
Renta y Horizontal (SUTERH), sindicato que hace mas de 5 años alberga una
Biblioteca que lleva el nombre del pensador al que haremos referencia en la
presente jornada.
En esta oportunidad voy a referirme a un integrante de nuestra corriente de
pensamiento que - para quien les habla – constituye el más lúcido pensador que
albergó el movimiento peronista durante el siglo pasado y principios del que
ahora transitamos. Me refiero puntualmente al compañero FERMIN CHAVEZ.
Relataré entonces algunos aspectos destacados de su vida, ya que gran parte de
ellos, son indispensables para entender su producción, para concluir esta
conferencia con una breve enunciación sobre ciertos aspectos de su obra teórica
e historiográfica.
Fermín Chávez, integra esa pléyade de pensadores argentinos que se reconocen
como componentes de una corriente de pensamiento que, si bien nunca se organizó
como tal, concibió y desarrolló una modalidad del pensar que el mismísimo Chávez
denominó genialmente como epistemología de la periferia. Debo resaltar esta
característica, ya que en general existe una no muy afortunada tendencia a
encuadrar o encasillar actividades - y en ese sentido - advierto a los mas
jóvenes que nuestra corriente de pensamiento nunca aspiró a consolidar un
encuadramiento o una forma de organización, no sólo por los diferentes matices
que nos caracterizan - sino además - por razones de índole histórica,
metodológica, conceptual y generacional sobre las que en alguna oportunidad
posterior haré especial hincapié.
Quiero aclararles además algo que he manifestado en numerosas oportunidades pero
que lamentablemente tengo que reiterar constantemente en el sentido que
malentienden y simplifican nuestro trabajo, quienes sostienen que la labor que
desarrollamos se circunscribe hacia un rescate melancólico del pasado. La gran
preocupación del Pensamiento Nacional fue y es muy por el contrario el futuro.
Nosotros apelamos al pasado como rescate y elaboración de una experiencia
histórica colectiva que valoramos, y en ese orden, somos historicistas, pero
dicho rescate siempre orienta hacia la construcción un futuro objeto final de
nuestros desvelares.
Los otros días ante un auditorio juvenil que nos reclamaba un análisis de
coyuntura, comparé nuestro trabajo con el que desempeñan los autores de ciencia
ficción (risas), pero dicha comparación no resulta descabellada, ya que cuando
abordamos la obra de nuestros referentes nos encontremos con razonamientos
atemporales y con una clara referencia al futuro. Pongo por ejemplo siempre las
discusiones sobre el artículo 40 de la constitución de 1949. Sobre esto
volveremos por que ya es tiempo de hablar de Fermín Chávez.
Benito Enrique Chávez (Fermín) nació un 13 de julio de 1924 en “El Puebito”, un
caserío cercano a la ciudad de Nogoyá Provincia de Entre Ríos. Asentado con ese
nombre en la alcaldía, en otro documento paradójicamente figura “Benito
Anacleto”, por cuanto a mediados de 1945, tuvo que realizar un trámite para la
rectificación de la respectiva partida. Hijo de Gregoria Urbana Giménez oriunda
de Paysandú, y de Eleuterio Chávez, transcurrirá sus primeros años en un medio
rural que nunca olvidará y que determinará la notable sencillez y humildad de su
espíritu.
La fecha de nacimiento de Fermín no resulta dato menor, ya que como
puntualizaremos posteriormente, nuestro maestro es integrante de una generación
posterior a la de Jauretche, Scalabrini, Manzi o Irazusta, Doll y Palacio, hecho
que le permitió condensar algunas las principales manifestaciones e ideas de sus
antecesores.
Su padre - nacido en 1880 - fue agricultor hasta el año 1920 fecha en que tiene
que abandonar la actividad. Son los inicios de la crisis del modelo agro –
exportador que empezó a manifestarse en la periferia. Los pequeños agricultores
así, se constituyen en las primeras víctimas del crack que hará tambalear al
“granero del mundo”. Don Eleuterio trabajará posteriormente como peluquero y
fabricante de escobas de palma. En la misma década recuerda Chávez, su padre
administrará un pequeño boliche de campo en el distrito de “Crucesitas”.
De puro cuño Yrigoyenista, a Fermín siempre le llamo la atención esa faceta
política de Don Eleuterio, pero especialmente, el contacto que existía entre “El
Peludo” y el criollaje. Sus primeros recuerdos políticos se remontan a la
campaña de 1928, donde rememora que su padre lo hacia subir a una mesita junto
al camino que cruzaba delante de la casa para que les gritara a los del otro
bando ¡Viva Irigoyen! “Yrigoyen presidente / Melo –Gallo que revienten”. Fermín
interpretará posteriormente que para muchos criollos, Yrigoyen representó una
suerte de reencarnación del Caudillaje. Eleuterio militara para el Yrigoyenismo
hasta 1951. En los comicios del 52 confesará posteriormente que votó a Perón.
Por su parte, la tradición López Jordanista y su ponderación por Leandro Gómez,
será herencia de su abuela Martiniana, quien había estado casada con Santiago
Moreira un hombre que había integrado las tropas de Ricardo López Jordán y caído
prisionero luego de la batalla de “Don Gonzalo”, batalla que marca tal vez la
definitiva derrota de los federales y donde las tropas “Nacionales” al mando de
Gelly y Obes utilizarán las primeras ametralladoras el 9 de diciembre de 1873.
El Hijo de Moreira, Santiago Pantaleón según reconoce el mismo Chávez, tuvo
sobre él muchísima influencia debido a sus relatos históricos - y además
rememora - la palabra de la abuela Martiniana “era palabra santa” en la
intimidad familiar.
Una vez por semana llegaba al Pueblito la revista “Caras y Caretas”, publicación
que alimentó las lecturas del joven Fermín. Los Chávez no tenían radio, pero
cada tanto podían escucharla en la casa de su tía Vitalia López. Por su parte,
el golpe del 30, fue vivido en su casa como un drama - y su padre llegó a
alistarse en el movimiento insurreccional que protagonizaron los hermanos
Kennedy realizada el 3 de enero del año 1932 en La Paz, Provincia de Entre Ríos.
Su primer período formativo, estará íntimamente marcado por ciertas
contradicciones existentes entre el relato oficial de la historia que adquirió
la Escuela Nº 14 - provincial - y los relatos históricos que circulaban dentro
de su ámbito familiar. De todos modos Fermín reconoció en alguna entrevista que
dicho establecimiento, no se seguía a rajatabla el relato épico del panteón de
próceres consagrado por la “unanimidad Nacional” impuesta por la generación del
80.
La crisis del treinta obligará a la Familia Chávez a radicarse en Nogoyá.
Vivirán un tiempo en casa de su Tía Rosa Moreira. De regreso al Pueblito, Fermín
volverá a estudiar en la escuela 14 y recién conocerá a la gran ciudad “Paraná”
en 1936, oportunidad en que visitan a su hermana mayor María Petrona.
Chávez proseguirá a instancias de Fray Reginaldo de la Cruz Saldaña (hombre de
la iglesia al que le estará eternamente agradecido), sus estudios en Córdoba en
un colegio apostólico dirigido por los padres Dominicos que se encontraba
orientado hacia las vocaciones sacerdotales. En una entrevista nuestro maestro
reconoció que esta es oportunidad fue única, ya que en Nogoyá no había en esa
época escuela nacional, y la de Victoria, era solo para las familias acomodadas.
Concluido el secundario en Córdoba, viajará a Buenos aires a estudiar filosofía
como novicio al Convento de Santo Domingo, para posteriormente partir hacia
Cuzco con la intención de perfeccionarse en teología en un colegio internacional
Dominico.
Su estadía en Buenos Aires entre 1939 y 1942 será determinante en su posterior
accionar político e intelectual, ya que coincidirá con el “cenit” de los Cursos
de Cultura Católica. Chávez recuerda que el Principal de la Orden - el Padre
Páez - enseñará en dichos cursos junto a –entre otros - Leonardo Castellani,
Alberto Molas Terán, y César E. Pico. De esta forma se acercará al Nacionalismo
en una época donde además el clima de la guerra influía nítidamente en la
política local. En 1941 publicará su primer poema en “Crisol”, un diario
nacionalista argentino dirigido por Enrique P. Oses.
Tres años transcurrirán de su estadía en Cuzco, cuando acontecerá el 17 de
octubre de 1945, anoticiándose lo que ocurrido en su patria por radio. Fermín
regresará al país recién en octubre de 1946, para casi inmediatamente
incorporarse a la lucha política, sosteniéndose económicamente gracias a los
buenos oficios de Fernández Unsain quien lo hará ingresar en la redacción Diario
“Tribuna”, un periódico de orientación nacionalista donde escribirán entre
otros, Gilberto Gomes Ferrán, Luis Soler Cañas y el mismísimo Jorge Massetti.
Según sus propias palabras el periodismo le brindó “una disciplina de trabajo
que no hubiese adquirido posiblemente fuera de él” (textual).
Previamente publicó un poema en homenaje a Darwin Passaponti asesinado al
anochecer del 17 de octubre de 1945 en la revista “Tacuara”, publicación
perteneciente la Unión Nacionalista de Estudiantes Universitarios.
Respecto a sus influencias intelectuales, Fermín reconocerá en forma
principalísima a la obra de Santo Tomas de Aquino y a las enseñanzas de Jacques
Maritain y Garrigou-Lagrange. Pero además hará especial hincapié en la
influencia que sobre él ejercieron autores nacionales como Ramón Doll, Ernesto
Palacio, la predica del periódico Crisol, y en especial los artículos Osés. No
obstante ello, en ciertas entrevistas, ha reconocido influencias de Leopoldo
Lugones y de Leopoldo Marechal, entrelazadas con lecturas de Federico García
Lorca, Pablo Neruda y Miguel Hernández.
Fermín reconoció públicamente que en aquellos tiempos previos al peronismo, el
único hombre de FORJA que conocían era Raúl Scalabrini Ortiz, ya que
nacionalistas y los Forjistas transitaban por senderos paralelos. Mientras el
nacionalismo estaba en la calle, la labor Forjista era más bien de índole
cultural y conceptual, hecho que – reconoce - no le quita relevancia histórica a
esta señera agrupación protoperonista. Manifestó además que en aquella época,
existía una versión nacionalista ciertamente elitista de inspiración maurrasiana,
“que corresponde al nacionalismo surgido durante el gobierno de Alvear momento
en que Juan Domingo Perón es Capitán e ingresa a la Escuela Superior de Guerra”.
Entre 1926 y 1929 - aproximadamente- se producirá el nacimiento del periódico
“Nueva República y luego Liga Republicana, en los que actúan figuras como
Ernesto Palacio, Roberto de Laferrére, Federico Ibarguren, Juan E. Carulla,
Julio Irazusta, César E. Pico, Daniel Videla Dorna, etc”. (textual). La Liga
Republicana – sostuvo Fermín en alguna oportunidad - junto con el Socialismo
Independiente de Pinedo y González Iramain, “serán fuerzas de choque que
terminaron con los últimos restos del prestigio de Yrigoyen y del radicalismo en
el poder” (textual).
Fermín recuerda por su parte que al advertir el fracaso político de Uriburu,
algunos integrantes de este nacionalismo asumirán un antiimperialismo militante
que los llevará a colaborar con las investigaciones realizadas por Lisandro de
la Torre sobre el cuestión de las carnes, e inclusive, acompañaran la acción de
cierto radicalismo conspirativo durante la Década Infame. De “todo el viejo
nacionalismo que comienza a evolucionar alrededor del ’35, en plena década
infame, surge una corriente popular” sostendrá (textual).
Respecto al surgimiento de Perón, Fermín relatara en cierta oportunidad que
“varias figuras de ese nacionalismo convergerán al peronismo, así como otras se
opondrán: no quieren a Perón, y al rechazarlo a él rechazan al movimiento
popular. Estos nacionalistas ven a Perón como un caudillo excesivamente
pragmatista, o -para decirlo con las palabras que se utilizaron, no sólo desde
el nacionalismo sino también desde el lado liberal- como un oportunista que sabe
hacerse cargo del momento histórico y que va adelante” (textual). Pero hay otros
nacionalistas que se acercaran y se insertan en el peronismo como “Alberto
Baldrich, que aún hasta hoy, ejemplifica esa corriente nacionalista que actuó en
el campo cultural más que en el político” (TEXTUAL).
Para Chávez el nacionalismo argentino ira evolucionando y de un nacionalismo
originario elitista y maurrasiano se ira hacia un nacionalismo popular. Después
de 1935 afirmará “lo importante del nacionalismo son los periódicos y los nuevos
elementos que entran en acción golpeando al Régimen. Por ejemplo la idea de
Justicia social aparecerá en algunos manifiestos de la época. Manuel Gálvez lo
entenderá y “algunos nacionalistas como José Luis Torres, que redacta aquel
manifiesto que el general Juan B. Molina le dirige a la Alianza en 1942 y en el
cual están explícitas, prácticamente, las tres banderas del peronismo”.
Fermín durante el primer peronismo y siendo ya agente estatal en Salud Pública a
instancias de Ramón Carrillo, será destinado a la Oficina de Prensa de la GGT
donde colaborará con el órgano oficial de la central Obrera. En 1950 conocerá a
Eva Perón al integrarse a una peña de jóvenes escritores y poetas que se reunían
todos los viernes en la sede del Hogar de la Empleada. Con Evita compartirán
algunas cenas y tertulias en la residencia de Agüero y Alvear, y lo harán debajo
de la habitación de Perón: ¡No griten mucho muchachos podemos despertar al
general! recuerda que ella les reprendía cuando alzaban la voz. Por esos años
también se casará con Antonia Simó con quien tendrá dos hijos; Fermín (ya
fallecido en un trágico accidente aéreo) y Simón, un talentosísimo músico y
fotógrafo. Además trabajará en la Dirección General de Cultura, bajo la
dirección de Castiñeira de Dios.
Su primer libro “Como una antigua queja”, será impreso en los talleres de la CGT
gracias al papel cedido por la Federación de Trabajadores del Papel, Cartón,
Químicos y afines, y el segundo libro, “Dos elogios dos comentarios”, será
editado por la Peña Eva Perón. En 1952 luego del fallecimiento de la Jefa
espiritual de la nación, estrenará “Un árbol para subir al Cielo”, una fantasía
para niños de su autoría dirigida por Lola Membrives, -y entre 1953 y 1957 -
será además redactor de la revista Dinámica Social.
Acontecida la revolución Libertadora su respuesta fue inmediata; Publicará
“Civilización y Barbarie. El Liberalismo y el mayismo en la Cultura Argentina”.
Participara además de numerosas publicaciones clandestinas como “De frente”, “El
populista”, y “Norte”.
En 1958 es designado por Perón miembro suplente del comando táctico creado para
comunicar y difundir la orden de voto a Frondizi, pero al negarse a votarlo, es
separado inmediatamente del cargo. En 1960 ingresará a la redacción de Clarín
como un simple redactor. En 1963 es delegado interventor del Partido
Justicialista de Santiago del Estero - y 1964 - la Fundación Scalabrini Ortiz
publicará “Poemas de fusilados y proscriptos”
Ya en los años 70 dictará la materia de Historia Argentina en la Facultad de
Filosofía y Letras de la UBA en 1973 y 1974. Como periodista y columnista se
desempeñara además en Crítica, Panorama, La Prensa, El Hogar, Crisis, Megafón.
Según Enrique Manson, “La ojeriza de López Rega lo excluyó del primer retorno "peroniano".
No ocurriría lo mismo con el segundo y definitivo. Fermín contaba del viaje de
regreso que tenía buena orientación en el aire, y notó que el avión cambiaba su
rumbo para aterrizar en Morón. Tardo en enterarse de los acontecimientos que
habían obligado al cambio” (textual). En 1990 recibirá el Premio Consagración
Nacional por parte de la Secretaría de Cultura de la Nación, en 1991 dictara la
materia Historia del pensamiento Argentino en la Universidad de La plata, y
entre 1996 y 1998 Historia Social y Económica en la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora.
Fermín publicó mas de 46 libros continuando además la obra de José María Rosa
con la colaboración prestigiosos autores como con Juan C. Cantoni, Jorge Sulé, y
Enrique Manson. Alguna de sus obras mas destacadas son: “El liberalismo y el
mayismo en la historia y en la cultura argentinas” (1956), “Vida y muerte de
López Jordán” (1957), “José Hernández, periodista, político y poeta” (1959),
“Perón y el peronismo en la historia contemporánea”, vol. 1 (1975),
“Historicismo e iluminismo en la cultura argentina” (1977) , “La recuperación de
la conciencia nacional” (1983), “Perón y el justicialismo” (1985), “Porque esto
tiene otra llave. De Wittgenstein a Vico” (1994), “La conciencia nacional”
(1996), “Alpargatas y libros”, vols. I y II (2003/2004), “Historia del país de
los argentinos” (1967). Además libros de poemas como el ya mencionado “Como una
antigua queja” publicara entre otros “Una provincia del Este” (1951), “Poemas
con fusilados y proscriptos” (1964), y desde siempre, sostuvo un pormenorizado
análisis de lo gauchesco como signo de la cultura popular. En este sentido más
recientemente, en el 2004 publicó “Historia y antología de la poesía gauchesca”,
un trabajo de setecientas páginas donde reunió la obra de más de ochenta poetas.
Hasta aquí, una resumidísima reseña de la vida de Fermín Chávez. Pero aunque no
constituya estrictamente el objeto de esta conferencia - en estos últimos quince
minutos - voy a enunciarles algunas de las ideas que forman parte de lo que
podríamos denominar el marco conceptual sobre el que Chávez desarrollo su labor
intelectual. Y digo solo algunas de las ideas, ya que la producción de Fermín ha
sido tan vasta que resultaría imposible exponer en una sola conferencia ni
siquiera el enunciado del contenido mismo de su obra.
Recordemos lo dicho anteriormente en el sentido que Fermín pertenece a una
generación posterior a la de Scalabrini, Palacio Manzi, Taborda, Anquin, y
Jauretche hecho que le permitirá - entre otras cosas – ir conociendo, elaborando
y condensando su producción.
Fermín Chávez coincidirá por ejemplo con Arturo Jauretche, respecto a la
existencia en nuestro país de una superestructura cultual alienante consolidada
mediante un mecanismo de importación a - crítica de ideas, conceptos y productos
culturales instalado en nuestras elites. Entre dichas ideas, el iluminismo será
considerado Fermín como una ideología a histórica de la dependencia. Para Chávez
después de la derrota de Rosas en la batalla de Caseros y de la posterior
defección de Urquiza, se consagró en el poder de nuestra patria una elite
erigida a la sazón de las ideas europeas (adoptadas a libro cerrado) que bajo la
consigna civilización o barbarie intentó “civilizar” a la patria “bárbara”. Este
fenómeno de índole sociológico al consolidarse en el tiempo mediante su
instalación en los distintos estamentos del sistema educativo, fue
transformándose en una deformación de índole ontológica, ya que ciertos
preceptos y perjuicios, se fueron expandiendo por vastos sectores de la
sociedad. Por eso Fermín insistía que las crisis argentinas son primero
“ontológicas, después éticas, políticas, epistemológicas, y recién por último,
económicas". En síntesis: una de sus principales líneas de investigación de
nuestro maestro se orientó hacia el análisis de los mecanismos de coloniaje
cultural y sus consecuencias, entre ellas, la disociación entre las elites
“ilustradas” y el pueblo.
Otro aporte importantísimo de Fermín fue la valoración crítica de los aportes
conceptuales de las distintas vertientes del nacionalismo argentino, a la
conformación de la doctrina nacional popular y humanista que conformo el
peronismo. El abordaje que Fermín realiza de la producción teórica del
nacionalismo y su evolución hacia lo que el denomina “nacionalismo popular de
cuño humanista” son imprescindibles no solamente para comprender al primer
peronismo sino a aquella etapa de la historia argentina.
Por su parte sus legados historiográficos fueron descollantes. No solamente los
conocidos respecto al Chacho Peñaloza y a López Jordan, sino además los
publicados respecto a José Hernández a Juan Manuel de Rosas y a distintos
personajes olvidados de nuestra cultura. Su Libro sobre López Jordán constituye
un antes y después en la historiografía entrerriana, y las consecuencias de este
texto, aun resultan notables.
Coincido con muchos, que el gran aporte de Fermín, se orienta hacia la
comprensión del Peronismo como fenómeno político, sociológico y cultural. En
momentos como los actuales donde muchos autores han orientado su lápiz hacia el
análisis integral del peronismo - para nosotros - éstos serán incompletos si no
se aborda íntegramente el corpus que constituye la producción de Chávez,
reiterando en ese sentido que Fermín, fue el mas grande pensador que albergo el
peronismo durante el siglo pasado y principios del que transcurre.
Por último y lamentando que el tiempo es tirano y me obliga a concluir, quiero
introducirlos en una tesis sobre la que recientemente hice especial referencia.
Me refiero a aquella que sostiene que la poesía gauchesca, se reencarnó en el
tango orillero y posteriormente en ciertas versiones del Rock nacional. Por que
razón destaco esta posición? Como enunciamos precedentemente luego de Caseros y
de Pavón, comienza a consolidarse en nuestro país una superestructura cultural y
académica alienante. Y digo alienante ya que dicha superestructura fue
alimentada por productos culturales e ideológicos importados a – críticamente,
estableciéndose así una disociación entre las elites y el pueblo.
Mientras las elites intentan imponer esos “contenidos” civilizatorios el pueblo
va resistiendo a esa imposición alienatoria mediante la producción y difusión de
productos culturales propios, auténticos y con una nítida impronta tradicional.
Así, la poesía gauchesca primero, el tango orillero luego, y ciertas versiones
del rock nacional constituirán para Fermín hitos de resistencia contra dicha
imposición, reencarnándose elementos de uno en el otro.
Debo concluir ahora agradeciéndoles la presencia e invitándolos a concurrir a
nuestro taller el jueves que viene a la misma hora.
Muchas gracias.
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