LA PRENSA MONTONERA, EL DIARIO NOTICIAS
y la “campaña antiargentina”

 

A lo largo de su corta existencia, la agrupación Montoneros utilizo de manera abundante especialmente la prensa gráfica, como modo de difusión de sus ideas políticas. Las primeras entrevistas y notas a Montoneros se pueden encontrar en Cristianismo y Revolución.

En 1973 la organización lanza el semanario El Descamisado, de gran importancia para la época, con la dirección de Dardo Cabo, que publicó 47 números y llego a tener una tirada de 100.000 ejemplares. En 1974 el semanario es clausurado y enseguida se lanza otra revista de igual características, llamada El Peronista para la Liberación Nacional y dirigida por Miguel Lizaso, que apenas sobrevive 6 números, ya que es clausurada nuevamente. Poco tiempo después, se lanza La Causa Peronista, cuyo director fue Galimberti. En septiembre de 1974 este semanario es clausurado luego de publicar un reportaje de como fue asesinado Aramburu.

El intento mas serio por parte de Montoneros, fue el lanzamiento del Diario Noticias, dirigido por Miguel Bonasso y que tuvo un plantel de periodistas de primer nivel. Fue clausurado en 1974 después de 8 meses y 267 números. En 1975, ya en la clandestinidad Montoneros lanza la revista Evita Montonera, supervisada directamente por la conducción nacional de la organización. Existieron otras revistas como Ya! es hora del Pueblo o Militancia Peronista, que si bien no respondían directamente a la organización Montoneros, le eran afines.

Mas tarde Rodolfo Walsh lanza la agencia clandestina de noticias ANCLA, que tuvo gran relevancia especialmente en los primeros tiempos de la dictadura militar.

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Entrevista a Graciela Esquivada

2005

La compleja historia de "Noticias", el diario de Montoneros.

La periodista realizó una completa investigación sobre el órgano periodístico de la organización armada. Su staff combinó militantes, intelectuales comprometidos y periodistas sin vínculos con el movimiento. Su fuerte impacto y el final por decreto.

Por Pablo Montanaro, especial para "Rio Negro"

La periodista Gabriela Esquivada ofrece en su libro "El diario Noticias. Los Montoneros en la prensa argentina" una exhaustiva investigación acerca del órgano periodístico de la organización armada argentina. Conformado por notables periodistas con militancia montonera -como Rodolfo Walsh, Miguel Bonasso, Francisco Urondo, Juan Gelman, Horacio Verbitsky- y otros sin vinculación militante, "Noticias" se convirtió en el más importante medio de comunicación revolucionario en la Argentina de los años ’70 como en un caso interesante de las formas de hacer periodismo y política.

- ¿Con qué incógnitas inició la investigación del diario "Noticias"?

- Mi duda principal era qué podía salir de la combinación de una patronal que, aunque no formalmente, era Montoneros y un equipo de profesionales -en su mayoría importantes intelectuales nacionales- a los cuales no se podía llevar de las narices. Veía allí una especie de puja entre una organización armada, con profundos intereses ideológicos que comunicar, y un grupo de periodistas, algunos afines a Montoneros y otros no, pero todos ellos capaces de elaborar un discurso crítico, inclusive sobre las decisiones de su conducción política, que podía tener sus propias ideas sobre el delicadísimo momento histórico que se vivía.

- Los nueve meses del diario coinciden con un período de infinidad de sucesos políticos y delictivos.

- Otra duda era cómo había influido la intensidad de la vida política en ese tiempo tan vertiginoso: Perón asumió como presidente tras casi dos décadas de proscripción, a partir de las acciones del ERP en Azul, forzó la renuncia del gobernador bonaerense Bidegain y echó a los Montoneros de la Plaza de Mayo. Además, la Triple A comenzó a actuar confusamente con el asesinato del Padre Mujica y abiertamente con el asesinato del diputado Ortega Peña. Cuando Perón murió y su esposa, María Estela Martínez, asumió la presidencia bajo el consejo perpetuo de José López Rega, comenzó el fin. Me preguntaba cómo habría cambiado el diario si Montoneros había sido un actor político de ese tiempo, enfrentado a la derecha del gobierno y al patriarca político por cuyo regreso habían luchado.

- ¿Con qué propósitos Montoneros decidió en noviembre de 1973 sacar el primer número de "Noticias"?

- Como todo medio periodístico, aspiraba a influir y lucrar. Aún en este caso, cuando los fondos provenían de acciones y movimientos financieros de una organización armada, influir no era el único punto, puesto que hacer un diario es carísimo. El punto de la influencia es significativo, ya que en el momento de la salida del diario, Montoneros contaba con un órgano de difusión de su línea, "El Descamisado", que llegaba únicamente a quienes ya estaban convencidos de la particular visión revolucionaria del grupo, o integraban directamente las organizaciones visibles que se conocían bajo el nombre general de Tendencia peronista.

TIRL Radio Noticias del Continente

Hacia 1979 el Movimiento Peronista Montonero (MPM) instaló legalmente en Costa Rica una emisora de radio de onda corta, Radio Noticias del Continente. Dirigida por Carlos O. Suárez, su función era denunciar las crecientes violaciones a los derechos humanos y las consecuencias de la política económica en toda América Latina, y era parte de una ofensiva propagandística de la organización contra el régimen argentino. Las presiones del gobierno militar, respaldado en la tarea por las dictaduras de Guatemala y El Salvador, hicieron que la experiencia fuera obligada al silencio, a principios de 1981. La dictadura militar, y sus voceros periodísticos locales, hacían responsable a Radio Noticias del Continente de una "campaña antiargentina"

"El otro lado del cerco: la historia de TIRL Radio Noticias del Continente", Costa Rica 1979-1981, informe realizado por Javier Armando Zaffora, mención especial en la Bienal de Radio Mexico 2008.


Parte 1


Parte 2


Parte 3

- ¿Qué factores influyeron para que se convirtiera en el medio de comunicación revolucionario más importante de los ’70?

- El staff, indudablemente, era de profesionales probados: Rodolfo Walsh, Juan Gelman, Horacio Verbitsky, Francisco Urondo, Norberto Habbeger y Miguel Bonasso fueron sus principales editores, todos ellos con militancia montonera. Además, en las secciones trabajaban periodistas sin esa militancia pero con experiencia, como Carlos Ulanovsky, Roberto Guareschi, Silvia Rudni, Leopoldo Moreau, Sylvina Walter, entre otros. La tirada quedó en un promedio de 100.000 ejemplares, con picos de 180.000 en los días posteriores a la muerte de Perón.

- El escenario creado por "Noticias" también reflejó la difícil relación de los intelectuales con los procesos políticos.

- El país fue fundado por intelectuales, las generaciones del ’37 y del ’80 construyeron los mitos sobre los que se unificó el sueño de una nación, sobre los que se diseñó el Estado como institución. En 1916, con el voto masivo -aunque todavía sólo para varones- que otorgó la Ley Sáenz Peña, ese papel pasó a los partidos políticos y los intelectuales ingresaron a la política por otros caminos. Leopoldo Lugones, por ejemplo, a través del golpismo; otros, a través de la función pública, la fundación de grupos y revistas para el debate político; otros, a través de la militancia. La relación con el peronismo fue un problema aparte para muchos de ellos; un problema tan complicado que se puede sintetizar en el ejemplo de Rodolfo Walsh, que pasó de un activo antiperonismo a denunciar los fusilamientos ilegales del golpe de 1955 y luego, vía Cuba y la CGT de los argentinos, a integrar las Fuerzas Armadas Peronistas y luego Montoneros. Creo que "Noticias" fue un escenario de participación muy especial para intelectuales como él: combinaban su militancia revolucionaria con su hacer crítico.

- La heterogeneidad de su redacción -periodistas con compromiso político y otros sin vinculación con la militancia-, ¿de qué manera actuó en relación con el objetivo del diario que era construir y conformar un espacio y una herramienta en la lucha revolucionaria?

- La heterogeneidad fue positiva para la calidad periodística del diario, ya que si se compara un ejemplar de los comienzos de "Noticias" con uno de "Crónica", "La Nación" o "La Opinión", verá que casi no había diferencias en la agenda de temas, al menos no diferencias mayores a las que se observan al comparar entre sí a esos otros medios claramente comerciales. Sin embargo, conviene recordar que todo sucede demasiado rápido y caóticamente. Se dan conflictos que la realidad superpone antes de haber resuelto el anterior. Varios redactores se quejaron de las presiones de Montoneros para que saliera o no saliera la información tal o cual, o para que el punto de vista enfatizara una cosa. Lo más visible de estos conflictos fueron las renuncias de aquellos que no querían construir y conformar un espacio y una herramienta en la lucha revolucionaria, sino hacer periodismo. Carlos Ulanovsky renunció con mucho dolor, como así también Pablo Giussani.

- ¿Quiénes marcaban la línea editorial del diario?

- Los jefes de la redacción vinculados a Montoneros (Urondo, Walsh, Bonasso, Verbitsky, Gelman) tenían absoluta independencia para decidir qué se cubriría, cómo se haría, qué importancia se le daría. Se suponía que, por su misma militancia, verían el mundo desde el mismo prisma. Ese equívoco permitió que trabajaran sin sufrir censura. En cambio, sufrieron discusiones y tal vez represalias, como se puede suponer del alejamiento de Francisco Urondo de la secretaría de redacción, decidido por la conducción de Montoneros, junto con un descenso en los grados que casi militarmente otorgaba la organización. En esa época y en esos microclimas se veían desviaciones ideológicas y tendencias burguesas por todos lados. Además, la realidad era lo suficientemente caótica como para no permitir una interpretación unívoca.

- ¿Mario Firmenich ejercía algún tipo de presión para marcar el rumbo editorial?

-Ante mí se quejó de que no tuvo la suficiente. "Si hubiera sido por mí –señaló– ‘Noticias’ habría sido el ‘Granma’". Supongo que quiso decir que él hubiera preferido controlar más firmemente la línea. Sin embargo, el hecho de tener figuras importantes de la organización a cargo de la redacción hacía innecesaria su influencia, en teoría; luego vería que esos intelectuales tomaban decisiones propias acerca de los hechos noticiables, o de cómo se los habría de cubrir, con las que no siempre coincidía el dirigente.

- ¿Qué pasó cuando Perón trató de imberbes a los Montoneros en la Plaza de Mayo?

- Como los hechos políticos, la línea del diario derrapó. Hizo crisis el delicadísimo equilibrio entre la naturaleza informativa de un diario y los intereses políticos de la patronal. Montoneros se ubicó decididamente a la defensiva del ataque que la derecha peronista organizaba desde el Estado mismo (el Ministerio de Bienestar Social de López Rega, obviamente), y sus posiciones en esa pelea comenzaron a infiltrar el diario. Hubo tapas con conferencias de prensa de dirigentes montoneros que los otros diarios daban en una nota pequeñita ubicada en una página par perdida en el fondo de la sección política, si acaso la daban. Comenzó un deslinde de la realidad que constituye la más grave enfermedad posible para un diario. A medida que el diario se parecía más a lo que había sido "El Descamisado" (para entonces, cerrado por la presidenta y su ministro favorito), perdía su sentido. Pero también los hechos políticos perdían su sentido. La presidencia de María Estela Martínez, se sabe, fue una tragedia, preludio de otra.

- Precisamente fue ella quien cerró el diario.

- El diario fue cerrado el 27 de agosto de 1974 por un decreto presidencial. La señora de Perón consideró que "Noticias" desarrollaba "una intensa campaña de exaltación de las actividades delictivas en el campo de la subversión", lo cual constituía una "campaña de acción psicológica para hacer aparecer determinados hechos que se producen aisladamente como una instancia pre-insurreccional." No hubo intentos por reabrirlo, entre otras cosas, porque Montoneros tenía problemas más urgentes: pocos días más tarde, la organización anunció su regreso a la clandestinidad.

Gabriela Esquivada nació en Buenos Aires en 1967. A los veinte años ingresó al diario "Página/12", donde trabajó hasta 1995 como redactora y luego, subeditora del suplemento literario "Primer Plano", que dirigió Tomás Eloy Martínez.
Tras una etapa en revistas femeninas, en 1997 volvió a "Página/12" para inaugurar el suplemento "Radar libros".
Participó al año siguiente del lanzamiento del semanario "Veintitrés", en el que fue editora de ‘Sociedad y Artes’. Debido a su mudanza a los Estados Unidos, se convirtió en ‘freelancer’: publicó en medios argentinos como "Clarín", "La Nación", "3 Puntos", "TXT", "Rolling Stone", entre otros; también en latinoamericanos, como las revistas "Surcos" y "Gatopardo" y los diarios "Milenio" y "El Mercurio".
El libro "El diario Noticias. Los montoneros en la prensa argentina", publicado por Ediciones de Periodismo y Comunicación, La Plata, es su tesis de la maestría en periodismo y medios de comunicación, de la Universidad Nacional de La Plata y la Unión Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba).

Fuente: www.rionegro.com.ar, 25/09/05


La prensa montonera

El Descamisado

La organización Montoneros, en cada uno de los momentos de su historia y a través de los cambios de sus estructuras, prestó mucha importancia a la comunicación, la información, la agitación y la propaganda. Acompañó los mensajes de sus documentos y comunicados con diarios, semanarios y mensuarios públicos, revistas clandestinas; fabricó transmisores de frecuencia modulada y hasta instaló una radio de onda corta a miles de kilómetros de la Argentina para intentar “romper el cerco informativo” de la dictadura.

El Desca”, como lo llamaba la militancia de los´70, por cuestiones legales y persecuciones varias, debió mutar en “El Peronista” y, en seguida, en “La Causa Peronista”. Aunque oficioso, El Descamisado, y su saga, fue el principal órgano de expresión montonera, con tiradas que sobrepasaron los 100 mil ejemplares, para trepar hasta los 140.000, como en su Nº 6, cuando relató “Toda la verdad” sobre “LA MATANZA DE EZEIZA”, producida durante el regreso definitivo del general Juan Domingo Perón a la Argentina, en medio de un ataque de sectores sindicales y derechistas contra las columnas mayoritarias de la Tendencia Revolucionaria conducida por Montoneros

Dardo Cabo dirigió la revista, asistido por Ricardo Grassi y un staff de periodistas de primer nivel y algún cuadro de Montoneros, enlace entre la organización y la redacción. Algunos de los periodistas que participaron de la experiencia lograron seguir en el oficio y llegar a cargos importantes, como Ricardo Roa, actual editor general adjunto de Clarín. A partir del Nº 10 se sumó el talento de Héctor Germán Oesterheld, quien inicia la serie con el compromiso de relatar “cómo nos robó el Imperialismo en América Latina”. La historieta, ilustrada por Leopoldo Durañona, tomó el nombre de “450 Años de Guerra Contra el Imperialismo”.


Las pocas alusiones publicadas acerca de las tareas de Enrique Walker en “El Desca”, apenas le dan el papel de “colaborador regular” del semanario. Sin embargo, uno de los miembros de la conducción montonera, encargado de discutir el contenido editorial con Dardo Cabo, consultado para esta crónica, afirmó que “no fue un mero colaborador; aunque no se reunía con nosotros, fue un cuadro importante”.

Otro montonero de aquellos tiempos que, “en las sombras”, cumplía su función junto a Cabo y que conoció a Jarito confirmó el papel importante de Walker, y lo hizo con un ejemplo típico de la cocina de los hombres de prensa. El lunes 1º de julio de 1974 la edición de El Desca, ya convertido en “La Causa”, estaba cerrada. Ese mediodía de lluvia y frío se confirmó la muerte del general Juan Domingo Perón, por tercera vez presidente de la Nación. Además del impacto devastador que provocó en el grupo de periodistas y militantes, la noticia dejó al material preparado sin valor alguno.

El equipo de edición tuvo que sobreponerse para planificar, de apuro, una edición nueva, y fue Enrique Walker quien aportó creatividad. Propuso un número en base a fotos del dolor de esas jornadas, de las columnas interminables de mujeres y hombres, jóvenes y viejos, orgánicos e independientes que deambularon zombis por las calles mojadas, frente a la Catedral, por el Congreso, ante la capilla ardiente… Además, Jarito propuso acompañar la cobertura gráfica con una serie de columnas firmadas por dirigentes nuevos y veteranos que conocieron a Perón. Con tapa color ladrillo y un crespón negro en diagonal, ese número de La Causa Peronista recorrió todo el país con el título “Murió nuestro líder… LOS PERONISTAS QUEDAMOS SOLOS”.

Nota en Evita Montonera, 1975


El 11 de marzo de 1975 se crea el PPA (Partido Peronista Auténtico), luego Partido Auténtico por prohibírsele utilizar la palabra Peronista. El diputado Miguel Zavala Rodríguez fue el director de “El Auténtico”, quincenario en formato tabloide grande y 8 páginas, vocero del PA.

Evita Montonera

Si “El Desca” era el órgano oficioso de Montoneros, la revista Evita Montonera y el folleto El Montonero, fueron publicaciones oficiales, con comunicados de las distintas estructuras, partes de combate, editoriales que reflejaban las posiciones formales de “la Orga” sobre la coyuntura o sobre su estrategia. El Montonero era redactado, sin intermediaciones, por la Conducción Nacional.

Son pocos los datos, escasos los sobrevivientes, sin embargo, cruzando algunas fuentes, se puede sostener que Enrique Walker completa su foja periodística con responsabilidades en la edición de la Evita Montonera y recorre el último tramo de su vida, corta pero terriblemente intensa, como oficial montonero.

El sector de Inteligencia de la organización estaba a cargo de Rodolfo Walsh, que tenía entre sus colaboradores a una muchacha encargada de las escuchas de las frecuencias policiales. Su pareja de aquel momento afirma que fue “segundo de Jarito Walker para hacer la revista Evita Montonera”.


Revista Información


El libro de Laura Giussani incluye una perla difícil de encontrar. Señala que conoció a Jarito en 1975, a los 15 años, cuando preparaban la revista Información, financiada por Montoneros y dirigida por Walker. La publicación se proponía “profesional, seria, de izquierda pero amplia” en apoyo del Partido Peronista Auténtico, que respondía a la organización. Iba a salir a la calle el 24 de marzo de 1976, el golpe de Martínez de Hoz y Videla, obvio, abortó el proyecto y nadie volvió a la redacción del barrio de Monserrat.

Cabe señalar que Laura es hija del ya fallecido periodista Pablo Giussani, uno de los redactores destacados de Noticias, el diario de circulación masiva creado por Montoneros y que circuló entre el 20 de diciembre de 1973 hasta su clausura el 27 de agosto del año siguiente.

www.diariosobrediarios.com.ar


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Radio Noticias del C“ontinente

TIRL 9615 KHZ, 50 KW, AP. 172, PAVAS, SAN JOSÉ.

Una noche de captaciones de radio, por 1979, en la banda de 31 metros, encontré una señal, potente aunque interferida, donde las noticias eran dadas por un locutor con acento marcadamente argentino…y hablaban de ARGENTINA con frases tales como “EL INVIERNO DE VIDELA ES HAMBRE PARA EL PUEBLO”…la cortina musical de la radio era una versión en guitarra de la marcha peronista… (interpretada por un hijo de Oscar Casco) lo mencionaban a Firmenich sin agregar la palabra subversivo o terrorista prófugo… y hasta escuché la voz de Firmenich…

Estaba sintonizando TIRL RADIO NOTICIAS DEL CONTINENTE, una experiencia superadora y poco conocida, generada por la organización MONTONEROS, quienes desarrollaron en un marco de legalidad una estación internacional de onda corta en COSTA RICA.(No confundir con Radio Liberación TV que fue el sistema de interferencias del audio de los canales de televisión para difundir proclamas de la organización durante una de las contraofensivas)

Una vez más, la adrenalina empezaba a generarse por los oídos, tratando de eludir la interferencia que cada vez era mayor, no solo de ruidos generados por la dictadura, sino por transmisiones de otras radios internacionales en frecuencias cercanas.

“Videla asesino”

Antes del Mundial de Fútbol de 1978, los Montoneros propusieron a las FF.AA. una tregua; nunca recibieron respuesta. Asimismo produjeron agitación política y algunos atentados no sangrientos que, por lo tanto, no trascendieron a los medios. Propusieron a las masas la consigna "Argentina campeón, Videla al paredón", la que, por obvias razones, no fue entonada por nadie en público. Tendrían mejor presencia un año después en Suiza, cuando Argentina concediera a Holanda una revancha de la final de la Copa: detrás de un arco apareció un enorme cartelón que decía "Videla asesino", cartel que la TV argentina registró y demoró un rato en tapar. (Revista Todo es Historia Nº 347, junio 1996)

Por ese entonces yo estaba en contacto con un montón de gente que tenía como hobby la escucha de estaciones de onda corta (llamados diexistas) y todos seguíamos con curiosidad noche a noche las transmisiones desde Costa Rica, que llegaban a países de todo el mundo y que también sirvieron para coordinar muchas de las acciones finales del Frente Sandinista en Nicaragua facilitando su estructura a RADIO SANDINO.

Como hecho histórico RADIO NOTICIAS DEL CONTINENTE transmitió en vivo la última homilía de Monseñor Romero, de El Salvador, y ha quedado registro sonoro de su asesinato, tomado de esa transmisión.

La radio sufrió al menos 4 atentados, uno de ellos fue la primera acción organizada de los CONTRAS, y el otro, que incluyó un ataque aéreo en el que arrojaron una bomba , rompió una pared pero que no llegó a explotar, estuvo a cargo del tristemente célebre Raúl Guglielimetti.

En ambos atentados sufrió heridas Duque, un perro policia que vivía en las instalaciones de la radio, y fue inolvidable la transmisión donde lo entrevistaron al perro mientras un locutor “traducía” los ladridos y rescataba la valentía del animal que alertó sobre los ataques.

Se ve que a la dictadura le molestaba la onda corta, y que la prioridad de sus enviados a CENTRO AMERICA fue acallar aquella radio que rompió el cerco desde Costa Rica.

Sur, 22/03/09


Última homilía de Mons. Oscar Arnulfo Romero

"Me alegro de contar también esta mañana con la colaboración de Radio Noticias del Continente que está, desde este teléfono y desde nuestra emisora, llevando, como los domingos pasados nuestra voz a América Latina... Está con nosotros el periodista Demetrio Olaziregui y nos ha informado como estalló una bomba cerca de la cabina de locución de aquella emisora en Costa Rica. Eran varias cargas de dinamita, destruyó parcialmente la pared de un edificio de dos pisos y todos los vidrios. Tuvo que silenciarse un momento pero luego ha seguido funcionando y está prestándonos este maravilloso servicio... Nos dice que la homilía seguirá transmitiéndose ya que hay demanda de Venezuela, de Colombia y hasta de Brasil... Aquella emisora ha recibido de 300 a 400 cartas en que manifiestan que oyen perfectamente esta onda en Honduras, en Nicaragua, y aquí mismo en El Salvador, en muchas partes. "

Hacia 1979 el Movimiento Peronista Montonero (MPM) instaló legalmente en Costa Rica una emisora de radio de onda corta, Radio Noticias del Continente. Dirigida por el periodista y escritor Carlos O. Suárez, su función era denunciar las crecientes violaciones a los derechos humanos y las consecuencias de la política económica en toda América Latina, y era parte de una ofensiva propagandística de la organización contra el régimen argentino. Las presiones del gobierno militar, respaldo en la tarea por las dictaduras de Guatemala y El Salvador, hicieron que la experiencia fuera obligada al silencio, a principios de 1981.


Ultima homilía de Monseñor Romero, el 23 de marzo de 1980.



Recreación realizada a los 25 años de su asesinato.

A Radio Noticias del Continente se le sumaron varios órganos de prensa, la mayoría de ellos de vida efímera y de edición internacional, que respondían al MPM o a algunos de sus frentes: Crónica de la Resistencia Sindical Argentina, Noticias (de Argentina), Vencer y El 17.

Suárez, director de la emisora instalada en el pueblo de Grecia, en las afueras de la capital costarricense, relata cómo ex-guardias somocistas de la legión 15 de Septiembre atacaron la sede de la radio en la noche del 14 de diciembre de 1980. los defensores, militantes populares de Costa Rica y la Argentina, rechazaron el ataque y obligaron a los agresores a la huida. "Este episodio -escribe Suárez- marca simbólicamente la iniciación de la larga y sangrienta guerra de los contras para derrocar al gobierno sandinista, bajo la dirección de los Estados Unidos", la operación estaba destinada a lograr el apoyo de la dictadura argentina en la guerra contra Nicaragua. El autor cita también el libro de Yeves, Enrique: La contra. Una guerra sucia (Buenos Aires, Ediciones Grupo Zeta, 1990).
 
Radio Noticias del Continente -dinamitada esta emisora retransmitía las homilías de monseñor Romero y programas de YSAX desde Costa Rica.
Tomás Saraví: "Me ofrecieron participar de una experiencia novedosa: la instalación en San José de Radio Noticias del Continente. Era una emisora de onda corta pensada para contribuir de alguna manera a la lucha contra todas las dictaduras del continente. Por eso me trasladé a San José en abril del 79; mi familia me siguió en junio del mismo año. La radio comenzó a transmitir en julio. Actuó como una virtual fuente noticiosa del Frente Sandinista y produjo un gran escándalo en Costa Rica, porque los enemigos de la radio (y de la democracia) se hicieron sentir de inmediato. Eran, evidentemente, gente de los servicios de información de Estados Unidos, de la CIA; aquello desencadenó mucho malestar. Hasta nos pusieron algunas bombas; no exagero, esto es muy conocido. El Chigüín, uno de los hijos de Anastasio Somoza, como represalia porque algunos grupos revolucionarios latinoamericanos había eliminado a su padre en el famoso ajusticiamiento de Asunción de Paraguay, mandó bombardear Radio Noticias del Continente, con una bomba similar a las de napalm, pero con tanta mala suerte para ellos, pero buena para nosotros, que el percutor no funcionó. El pesado tanque cayó en la planta de transmisión, en Alajuela. Milagrosamente no explotó. Todo esto provocó un escándalo en Costa Rica. Para un pequeño país, resultaba un grave problema la presencia de una radio de este tipo, razón por la cual finalmente fue clausurada por el gobierno costarricense.


Noticias de los montoneros

Extracto del libro de Gabriela Esquivada

En un cuaderno de apuntes, Martín Caparrós dibuja el edificio donde existió el diario Noticias y ahora funciona, con la construcción completamente cambiada, el Anexo Piedras II de la Universidad Abierta Interamericana:
-Acá estaba la calle. Había una vidriera y acá había una puerta angosta, de metro y medio de ancho, el número 735 de Piedras, y una escalera que llevaba a los dos pisos.
-¿Qué había en el primero?
-La oficina del director, Miguel Bonasso; Fotografía, el archivo y la administración.
Traza los escalones; con una flecha indica el primer piso y todas las dependencias que acaba de enumerar. Dibuja más escalones, llega al segundo piso:
-Acá, en el final de la escalera, había un guardia con una escopeta, no sé si una Itaka o una Remington… Era un militante, estaba siempre con la escopeta y un mate. Nadie podía entrar sin ponerse en la mira. El jefe de seguridad era Julio Troxler.
Troxler es hoy una calle de Villa Soldati en el límite de la Ciudad de Buenos Aires con el partido de Lanús; una calle modesta, de apenas una cuadra, paralela a la que lleva el nombre de otra figura peronista, John William Cooke. Pero en aquel momento el jefe de seguridad de Noticias era una leyenda andante: un sobreviviente de los fusilamientos ilegales que la Revolución Libertadora cometió en 1956 (…).
Tras la clausura de Noticias, luego de la muerte de Perón y durante el gobierno de su viuda, Isabel Perón, el ex jefe de seguridad del diario trabajó en la Facultad de Derecho como subdirector del Instituto de Estudios Criminalísticos. Con el pase a la clandestinidad, todos los que habían actuado en Montoneros durante la democracia -salvo los pocos que pudieron ocultarse- eran blancos servidos para la Triple A, la Alianza Anticomunista Argentina.
El 20 de septiembre de 1974, poco menos de un mes después del cierre de Noticias, cuatro hombres de ese escuadrón de la muerte a cargo del ministro de Bienestar Social José López Rega empujaron a Troxler dentro de un Peugeot 504 negro. Lo llevaron al terraplén que se levantaba junto a las vías del Ferrocarril Roca, en Barracas, por el pasaje Coronel Rico. Lo arrojaron del auto con las manos atadas; apenas caminó recibió una ráfaga de ametralladora. El auto siguió su camino por la avenida Suárez y la Triple A reivindicó el homicidio esa misma tarde.



15/12/09, Falleció Carlos Suárez

Carlos O. Suarez, periodista, militante de tiempo completo, ex exiliado político e integrante del Movimiento Peronista Montonero que tuvo una activa participación en la puesta en el aire de Radio Noticias del Continente en Costa Rica, falleció ayer a las 18.00 en la ciudad de Buenos Aires.

Los restos de Suárez son velados hoy en Córdoba 3677 de la Capital Federal de 8.00 a 11.00 y el entierro se realizará en el Cementerio Parque de Bella Vista 12.30hs.

Era un periodista de investigación especializado en política nacional y latinoamericana. Realizó investigaciones de CICSO cerca de Beba Balvé, también fallecida en estos días de diciembre del 2009.

En su vasta trayectoria militante trabajó junto a Rodolfo Walsh y fue uno de los directores de la mítica Radio Noticias del Continente, emisora ubicada en Costa Rica que transmitía en onda corta a fines de los ’70 para la resistencia a las dictaduras latinoamericanas e información para la Revolución nicaragüense, entre muchos hitos de su actividad. Con Beba Carmen Balvé y Luis Brunati, publicó La estrategia neocolonial del Imperio (Los documentos de Santa Fe).

En los 90 denunció la entrega y privatización de los medios de comunicación. Recientemente había publicado su libro Gemelas-Pentágono y CIA. El pacto oscuro detrás del 11-S Autoatentados con prólogos de Stella Calloni y Norberto Galasso.

Carlos O. Suárez era amigo de Andrés Framini, Rodolfo Walsh, Ricardo Obregón Cano, Oscar Bidegain, Jorge Cepernik y el resto de la conducción de Montoneros como Mario Firmenich, Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja, con quienes mantuvo una relación personal y epistolar hasta su muerte.

Hacia 1979 el Movimiento Peronista Montonero (MPM) instaló legalmente en Costa Rica una emisora de radio de onda corta, Radio Noticias del Continente.

Dirigida por Carlos O. Suárez, su función era denunciar las crecientes violaciones a los derechos humanos y las consecuencias de la política económica en toda América Latina, y era parte de una ofensiva propagandística de la organización contra el régimen argentino.

Las presiones del gobierno militar, respaldado en la tarea por las dictaduras de Guatemala y El Salvador, hicieron que la experiencia fuera obligada al silencio, a principios de 1981.

Fue director de la Revista Repensar (Visión y Proyección de la Experiencia Montonera). Siempre fue pobre. Siempre fue valiente. Siempre fue un consecuente señalador de las políticas de dominación del Imperialismo norteamericano y de la complicidad de los cipayos para instrumentar la estrategia del neocolialismo en América Latina.

Caparrós sigue en el segundo piso:
-Era una planta, había una puerta más o menos grande cuando se entraba, que enfrentaba a los baños.
-¿Dónde se ubicaban los jefes?
-A la derecha, al fondo, en tres boxes si mal no recuerdo: el de Verbitsky, jefe de Política; el de Paco Urondo, secretario de redacción; y el de Juan Gelman, jefe de redacción. Delante de ellos -dibuja unos rectángulos- había unas mesas largas: Política, Internacionales, Gremiales, Mesa de Noticias. A los costados había unos escritorios individuales; me parece que Sylvina Walger estaba en uno y en otro un tipo que escribía hípicas. Contra la puerta de entrada, la cocinita del café.
Un espacio importante. Caparrós ingresó como cadete y la preparación del café fue su primera responsabilidad.
-Del otro lado estaban la pecera de Rodolfo Walsh y unas mesas dispersas de su sección, Información General y Policiales.
Toda esta parte de acá era Deportes, a cargo de Mario Stilman. Ah, estaba también Espectáculos; Carlos Tarsitano era el jefe. Y eso era el diario (…).
Noticias salió el 20 de noviembre de 1973 y fue clausurado el 27 de agosto de 1974. Aunque en ningún momento reconoció su vínculo con Montoneros, tener a Firmenich entre las firmas destacadas -cuatro notas en otras tantas ediciones para expresar su gratitud al padre Carlos Mugica, recién asesinado- no era algo que se viera en cualquier diario. Escribió Miguel Bonasso, el director, en su memoria Diario de un clandestino: “Anoche vino Dardo [Cabo] y me largó una idea sensacional: la Orga quiere lanzar un diario popular de gran nivel, con los mejores periodistas del país”. Según Gelman, fue Walsh quien había propuesto la edición de un medio para las fuerzas revolucionarias.
Para la fecha en que Bonasso recreó esa anotación, Montoneros contaba con una publicación política, El Descamisado, que había comenzado a salir poco antes de la asunción del presidente Héctor Cámpora, el 22 de mayo de 1973. Ese semanario batía el parche montonero y sus 100.000 ejemplares de tirada apuntaban al activismo en cada rincón del país. Un diario, en cambio, permitiría que Montoneros trascendiera ese núcleo militante, llegara a quienes no alcanzaba habitualmente, pusiera la línea de la organización en la construcción misma de la noticia. Sus criterios debían ser periodísticos, más parecidos a los de un medio independiente de información general.

En una de las reuniones preparatorias, con Urondo y Juan Julio Roqué, Bonasso conoció a Gregorio Levenson, el “Goyo”, un químico que en aquel momento tenía sesenta y tres años y la única experiencia de gestión empresarial que podían ofrecer las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Había sido el padre de uno de los fundadores de la organización que en breve se fusionaría con Montoneros, Miguel Alejo Levenson, muerto a fines de 1970. Se integró al peronismo revolucionario junto con otro hijo, Bernardo, asesinado en un operativo del Ejército siete meses después del golpe de 1976 (...).
Para que Noticias llegara a los quioscos, Levenson organizó una sociedad anónima capitalista tradicional, con los canales y medios económicos necesarios. “Yo conocía la tarea. Me resultó fácil armar una estructura: trabajar con los bancos, conseguir créditos, contratar publicidad”, recordó. Con la administración en sus manos, el sector de producción se conformó de modo colegiado: Urondo y Gelman acordaron con Bonasso que él figuraría a cargo pero que el diario tendría una dirección colectiva. “Todo diario necesita una cabeza. Yo había sido secretario de Prensa del FREJULI [Frente Justicialista de Liberación] unos meses antes y era una figura pública de la izquierda peronista a pesar de ser joven: eso pesó mucho a la hora de nombrarme director”, estimó Bonasso.
Los militantes conforman una célula de conducción: “Los integrantes de la dirección estábamos todos encuadrados, en la R [FAR] o en la M [Montoneros]; ése era un núcleo de hierro, políticamente subordinado”, agregó Bonasso. Al comienzo las dos organizaciones financiaron el proyecto, insistió Levenson. “Necesitábamos un primer empuje, porque después el diario comenzó a tener una gran tirada e hicimos un acuerdo con el ministro de Economía José Ber Gelbard para que nos pautara publicidad como a los demás diarios. A los cuatro o cinco meses ya teníamos una autofinanciación, peleando siempre, pero sin depender tanto de las organizaciones”, argumentó, algo imposible de probar hoy.
Y si dijo que el directorio había estado formado por “simpatizantes y gente que pudiera aportar algo económicamente”, aclaró luego que se había referido a las líneas de crédito que Cao Saravia logró que le otorgaran al diario en los bancos Rural y de Río Negro.
-¿Es posible que luego del aporte inicial de capital se hayan recibido otros, del empresario David Graiver -quien financiaba La Opinión- o del editor de El Cronista, Rafael Perrota?
-De ninguna manera. Graiver en ese momento no existía. El primer contacto que tuvo con Montoneros fue cuando se cobró el rescate de los hermanos Born, en 1975. En ese momento el diario no tenía necesidad de dinero, Graiver no intervino para nada -repitió Levenson.
-¿Y Perrota?
-Nunca aportó dinero. Con Perrota teníamos un acuerdo profesional. Él cobraba por sus servicios de composición de las páginas del diario. Normal.
Gelman, jefe de redacción de Noticias, recordó otra cosa: Perrota habría prestado los talleres, por lo menos parcialmente, para la confección de las películas con las cuales se imprimía Noticias.
“Y eso le costó la vida”, agregó. Ni siquiera a un hijo de la alta burguesía se le perdonaba la traición ideológica. Perrota, secuestrado en julio de 1977, fue torturado y asesinado luego de que la familia pagase un rescate. Desapareció en el centro clandestino de detención COT-I Martínez (...).
Había nacido en 1920 y desde su juventud seguido el buen camino de sus orígenes: la Acción Católica, el Centro del Socorro, la carrera de Derecho, el Jockey Club, el Círculo de Armas, el Rotary Club. Pero en la década de 1970, cuando llevaba veinte años en la dirección del diario familiar El Cronista Comercial, “decidió revisar sus convicciones más profundas”, recordó uno de los periodistas que trabajó con él, Alberto Dearriba, en “Decíamos ayer”, libro sobre la prensa durante la dictadura, de Eduardo Blaustein y Martín Zubieta.
Según declaró a la Justicia Enrique Gorriarán Merlo, uno de los dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Perrota militaba en la rama política de la organización, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Dearriba coincide con Gelman en que el descubrimiento del trotskismo argentino del PRT no fue el único motivo por el cual el terrorismo de Estado eliminó a Perrota: del taller gráfico de San Telmo donde se había armado El Cronista Comercial también había salido Noticias.
El diario de los Montoneros convocó a figuras ajenas a su aparato, como Giussani o Perrota: el uruguayo Michelini; el independiente Carlos Ulanovsky; los radicales Leopoldo Moreau, redactor de universitarias, y Luis Emilio Arana, el infalible encargado de turf. Moreau y Arana apoyaban a líderes antagónicos del radicalismo: Raúl Alfonsín y Ricardo Balbín.
La diversidad ideológica de sus periodistas no melló algunas decisiones de los propietarios de Noticias. Durante los primeros meses “la línea política la marcaban Montoneros y FAR, que todavía no se habían juntado; con el diario en funcionamiento se produjo la unificación”, dijo Levenson. “Alguna vez intervino Firmenich, por Montoneros, y por las FAR el compañero Roqué, y se suscitaron discusiones políticas”. En el café Capuccino, de Paseo de Gracia y avenida Aragó, en Barcelona, Firmenich no recordó haber intervenido. Lo hubiera hecho de buen grado, aseguró, y Noticias se habría parecido más al diario cubano Granma.
Bonasso lo desmintió como Levenson. Evaluó que la conducción de Montoneros cometió en esos comienzos “los mismos errores que puede cometer un empresario dueño de un medio: presionar a los periodistas, hacer grosera la línea”. Firmenich se quejaba de que salían pocos comunicados o noticias de los frentes de masas de la organización. “En una reunión le dije que era mucho más importante que el diario llegase a los actores sociales antes que publicara comunicados. ‘Si nuestros frentes de masas actúan sobre el conflicto verdadero, su presencia se va a notar en el diario por su simple participación.’ No podíamos convertir el diario en un reservorio de comunicados. ¡No íbamos a vender nada!”.


"Ya es tiempo del pueblo", se editó en 1973/4, no era órgano oficial pero apoyaba la política de Montoneros

Ese punto de vista se impuso durante unos meses: “Inclusive se puede ver cierta preocupación en la parte política por mantener distancia”, estimó Bonasso. Pero todo cambió con el avance de la derecha peronista. Noticias dejó de competir con Crónica o Clarín, de aspirar a la amplitud de temas de La Opinión. “En los últimos días el diario asumió una línea abiertamente provocadora”, dijo Bonasso. Se trató, según Caparrós, de “un proceso de aislamiento progresivo, que terminó de cristalizar el 6 de septiembre del ’74 cuando Montoneros anunció el pase a la clandestinidad. El diario había sido cerrado una semana antes”.
Noticias apareció con el propósito de convertirse en un diario peronista que funcionara como herramienta en la lucha para la liberación nacional. Algo del todo inverosímil hoy, pero que entonces podía ser el plato del día. Se imprimía en un país donde Perón regresaba luego de casi dieciocho años de exilio como un superhéroe de los trabajadores, y ese país se ubicaba en un continente que en 1959 había comenzado a girar a la izquierda con la Revolución Cubana, y ese continente iba dentro de un mundo donde existía el bloque socialista y la descolonización de África despertaba la solidaridad antiimperialista de pueblos oprimidos por otros medios (...).
-¿Recibían indicaciones acerca de cómo cubrir determinadas noticias?
-Sí -reanuda Verbitsky-. Existía una presión constante para que el diario fuera más bien de tipo agitador.
-¿Qué provocaban en la redacción esas pretensiones de los dirigentes de Montoneros?
-Una resistencia constante. Si bien no cuestionábamos la línea general, no estábamos de acuerdo con hacer un diario propagandístico, tachín-tachín, sino que queríamos hacer un diario que le sirviera a la gente. Noticias es una obra cuidadosa, de calidad profesional, de seriedad informativa, siempre en el borde, siempre en el límite.
El encargado del diseño, Oscar Smoje, recordó que en las primeras reuniones Urondo y Gelman le explicaron que “no sería un medio cerrado, como estaban acostumbrados los partidos políticos, sino un diario comercial, para todo público”. Según Verbitsky, también Walsh propuso que el medio no fuera de propaganda “sino de información, aceptando que además incluyera algunos elementos de desinformación, tal como hace el diario La Nación todos los días... Pero eso no afectaba la índole periodística”, insistió.
“Era una forma clásica del ejercicio del oficio en Argentina, nada más que asumida con más honestidad”.
La publicidad del nuevo diario Noticias, pautada en la televisión argentina de 1973 y encarnada en la voz de Antonio Carrizo, le atribuía un carácter peronista. Explicó Bonasso que Noticias “apuntaba a una coalición, a un frente no sólo político o electoral, sino social, con la clase trabajadora como eje, que incluyera a sectores de la pequeña y mediana burguesía nacional. Muy orientado hacia la juventud. Y peronista, sin duda”. También la campaña gráfica de avisos enfatizaba ese rasgo como eje de un encuentro político: “Por fin el primer diario… El primer diario en 18 años. El primer diario peronista abierto a todos los sectores que quieren la liberación. El primer diario que brindará toda la información y no solamente la que conviene a sus editores. El primer diario para el 80 por ciento del país. El primer diario popular con los materiales y los columnistas que la madurez del pueblo se merece. El primer diario argentino al que le interesa más Tucumán que Roma, Lima que Washington y Argel que París. El primer diario sin compromisos ni ataduras. Un diario para acertar a las carreras, con una completa cobertura deportiva, amplios servicios para toda la familia y las mejores historietas. Con las fotos más reveladoras y audaces y un tipo de impresión similar al de las buenas revistas. Lo hacen periodistas con experiencia y talento; comprometidos con su país y su tiempo.


“Hoy no hay militantes, hay operadores”

Entrevista a Graciela Esquivada

2009

La autora del libro "Noticias de los montoneros", sobre el diario que reunió, entre otros, a Rodolfo Walsh, Juan Gelman, Horacio Verbitsky y Paco Urondo. En los nueve tumultuosos meses que duró el diario Noticias llegó a picos de venta de 200 mil ejemplares

Por: Miguel Russo
cultura@miradasalsur.com

El reciente libro Noticias de los Montoneros, editado por Sudamericana, y que da cuenta del diario que entre noviembre de 1973 y agosto de 1974 reflejó la realidad argentina, se sustenta en tres afirmaciones clave:
1) Gabriela Esquivada es una de las personas que más sabe sobre edición en la gráfica argentina;
2) Gabriela Esquivada tiene una obsesión con lo ocurrido en los ’70 en el país, y3) Gabriela Esquivada tuvo dos hermanitos.


Montoneros RLTV. Radio Liberación, Mundial 78 (enero de 1978).

Sobre la tercera afirmación, dice la autora del libro: “Yo perdí dos hermanos. El primero nació en 1961 y murió en 1963, antes de que yo naciera. Mi segundo hermano murió en 1973, cuando yo tenía seis años. Pero en casa nunca se habló de ellos. Eran fantasmas en el altillo de la familia”.
Y, de un modo nada elíptico, dice de la segunda afirmación: “La guerrilla fue lo mismo, fantasmas, pero en el altillo de la sociedad”. Eso, sumado a la primera e indudable afirmación, logra un ensayo que es historia y es narración y es dolor y es lectura obligatoria para entender lo que pasó y por qué pasó lo que pasó.
Al principio de la historia está la tesis que, en 2004, Esquivada realizó para obtener su maestría en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Esa tesis fue publicada como El diario Noticias. Los Montoneros en la prensa argentina. Publicada ese mismo año, marcó un final y, al mismo tiempo, un comienzo. “La historia me quedó dando vueltas después de la tesis. En la investigación, y para redondear cuestiones profesionales, sólo entendibles entre profesionales, había tenido que dejar muchas cosas y muchas personas afuera del libro. Entonces, decidí sacarme de encima todos los recuerdos inventados que tenía”, dice Esquivada, proponiendo, ella misma, la pregunta.

¿Recuerdos inventados?
A ver: me acuerdo de todo desde el día del golpe. Me acuerdo perfectamente de ese 24 de marzo de 1976, con mi madre diciéndome que no tenía que ir al colegio. Pero de todas las cosas anteriores tengo recuerdos muy vagos y, creo, falsos.

RL-TV Radio Liberación

Desde junio de 1979, se produjeron en algunas zonas de Capital Federal y Gran Buenos Aires acciones de interceptación de señales de canales de televisión por aire (aún no existía el cable), que consistían en afectar el sistema de audio en un área de 10 a 15 manzanas por espacio de 5 a 10 minutos. Los mensajes, que denunciaban los crímenes de la dictadura militar, se identificaban como "RL TV - Radio Liberación TV"
El procedimiento se realizaba mediante un aparato portátil montado en un vehículo, que trasmitía al tiempo que se desplazaba, para no ser detectado por los servicios de inteligencia de la dictadura. La siguiente es una nota de Evita Montonera, órgano oficial de Montoneros (clic para agrandar):


Nota en Evita Montonera Nº 20, diciembre-enero 1978. Clic en la imagen para agrandar. Descargar Evita Montonera Nº 20 completa

Pero usted nació en 1967…
Sí, está bien. Cuando mataron a Aramburu tenía tres años, cuando murió Perón, siete. Para mí la liberación de los presos del 25 de mayo de 1973 no fue noticia, estaba mirando a Pepe Biondi. Pero hubo algo de eso que se continuó. A los nueve años estaba en un colegio del Estado en el barrio de San Cristóbal y tenía dos compañeros a los que les habían secuestrado a sus hermanos. Y de eso no se hablaba. Recuerdo que era un secreto que teníamos entre los tres. Y yo formaba parte del secreto por haber tenido, también, dos hermanitos muertos, aunque de enfermedades, muy chicos.

Y cuarenta años después, se cruzaron esos cables…
Y lo hicieron por una cuestión cronológica. Siempre me atrajo esa época. Y, por supuesto, es mucho más heroica y romántica la idea del guerrillero que la del Turco Julián o la de Massera o el Tigre Acosta o cualquiera de esos subhumanos. Yo venía con todo el recuerdo de lo posterior al golpe, pero me faltaba saber, reconocer qué había pasado antes.

¿La tesis no alcanzó?
Comprendí que no al entregarla y tener ganas de seguir investigando. En ese momento tenía tiempo para hacerlo. Y dediqué todo ese tiempo a bucear en algo que tenía muy claro: allí, en ese diario Noticias había una historia. Lo que no sabía es que la historia no iba a ser sólo la del diario propiamente dicho. Para entender la historia de Noticias tenía que meterme en las historias de todos los que la cristalizaron, las historias de la sociedad.

Una especie de foco que iluminaba otros temas…
Como un mini Bang de la política y la cultura contemporáneas. Si tomamos la organización Montoneros, por ejemplo: las personas que secuestran y matan a Aramburu, de chiquitos leían el libro de lectura Evita o Justicialismo. Luisa Galli, una de las secretarias del director de ese diario, Miguel Bonasso, cuenta esto de la infancia peronista. Ella recuerda que le decían que Perón trabajaba día y noche por el futuro de la patria. Y con Perón proscripto, con el país en llamas, eso de la socialización primera quedó en alguna parte de sus memorias. Yo no soy peronista, pero a diferencia de la gente de esa generación, no soy ni peronista ni antiperonista. No siento esa pasión por la figura de Perón. Investigué sin preconceptos.

Bonasso, al que mencionó, Rodolfo Walsh, Juan Gelman, Paco Urondo, Horacio Verbitsky, entre otros, componían la redacción de Noticias. ¿Se podría haber juntado esa gente sin Perón de por medio? Que es como decir, ¿podría haberse realizado ese diario con otra ideología?
El diario El Mundo era del PRT, contemporáneo, pero me parece que el peronismo tiene algo más movilizador que la izquierda. Incluso más que la izquierda guevarista, que fue muy seria, muy importante y muy numerosa. Uno de los periodistas que más admiro es Enrique Raab y era del PRT ERP. Hubo gente muy talentosa en la izquierda, pero el peronismo era más convocante. Quizá por el efecto de la transformación económica y cultural que hizo en su momento, quizá por el fuerte resabio de autoritarismo que permanece hoy día en la sociedad (los famosos diciendo que hay que cagar a tiros a los desposeídos, como ejemplo más patético). Si se piensa en la izquierda clerical, la gente valiosa fue echada a patadas: Gelman, Andrés Rivera, entre tantos.

Gabriela Esquivada recuerda su propia militancia con un poco de dolor, allá en el regreso de la democracia: “Cuando ganó Alfonsín, yo pensaba que era muy revolucionario cantar ‘se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar’, pero ocurría que estos muchachos (y cuando Esquivada dice muchachos se refiere, entre otros tantos, a los que hicieron Noticias) la habían cantado a principio de los ’70 por primera vez. Allí se creyó muy en serio que la cadena que había arrancado en 1930 se iba a terminar. En esos años, a las brutalidades de toda índole de los gobiernos (Libertadora, Onganía, la Noche de los bastones largos, Trelew, Lanusse) se sumaban factores externos: la revolución cubana desde 1959, por ejemplo, el Mayo Francés, Checoslovaquia, los movimientos de liberación en África, el socialismo en Chile”.

Hace una diferencia entre la militancia de los ’70 y la de los ’80. ¿Y la de ahora?
Hoy no hay militantes, hay operadores, la política es otra cosa.


La Vanguardia, España, 16/06/78

Con esa otra política como fondo, ¿con qué cosas chocó al recopilar las historias que atraviesan este el libro?
La actual es una sociedad muy distinta, donde la violencia circula, pero de otra forma. Los que hablaron, en general, tienen cosas que no quieren decir y cosas que no dijeron. Y cosas que dijeron que no quise poner porque me parecían del ámbito privado de los protagonistas.

¿Por ejemplo?
Por ejemplo, el romance de Paco Urondo con una compañera de redacción, por lo cual terminan mandándolo al muere en Mendoza. Esos muchachos eran intelectuales que venían de escribir en La Opinión; no podían estar de acuerdo con la barbarie de los dirigentes de la organización Montoneros.

¿Entonces?
Que hacían equilibrio. Firmenich se metía: los dueños siempre se meten, el capital siempre influye. Había columnas de Roberto Quieto, las cuatro notas del mismo Firmenich tratando de explicar que Montoneros no había matado al Padre Mugica, Armando Cabo, Framini. Las alianzas políticas de Montoneros y los gobernadores de la Tendencia tenían sus columnitas de opinión. Pero ahí estaban escribiendo Gelman, Urondo, Walsh. Los tipos cultivaban una escritura heredera de la línea de Primera Plana, de La Opinión. Y, de golpe, pasaron a una orden absurda: no poner adjetivos porque el pueblo no los comprendía. Las marcas de esa especie de violencia simbólica a la que se sometieron voluntariamente, se ve en algunos que durante mucho tiempo no pusieron en sus currículums que habían estado allí. Hubo quienes prefirieron no ser mencionados. Hubo quienes prefirieron el off y hubo quienes se negaron a hablar. Hubo, también, peleas entre los protagonistas. Pero hay que comprender que todos ellos vivieron tiempos muy duros. Así y todo, en la redacción de Noticias se trabajaba con mucha libertad. Claro, libertad, sí, pero andá a decirle a Gelman o a Verbitsky o a Walsh que no te gusta cómo te editaron la nota.

Hablar con Esquivada es, también, y sobre todo, recordar anécdotas de su investigación. Una de ellas, pinta de manera clarísima cómo se vivía en aquellos tiempos: “Alicia Barrios entró a los 18 años a trabajar en el diario El Mundo, del PRT. Por entonces, las chicas usaban minifaldas muy cortas y andaban sin corpiño. Alicia era una de ellas, pero, además, era una bomba impresionante. Todos los días, el jefe de redacción le recriminaba que tenía que ir a trabajar con corpiño. Un día, la intimó: iba a trabajar con corpiño o la despedían. Alicia llevó el corpiño, lo puso arriba del escritorio y se puso a trabajar ante la mirada de toda la redacción. Por supuesto, la echaron en el acto. Sin dudas, era más interesante Noticias: por periodismo, por diagrama y por indumentaria.

¿Siente que con este libro pagó el exorcismo de los ’70?
Sí, ya está. Voy a seguir leyendo cosas sobre esos años, el apasionamiento continúa, pero no pienso escribir nunca más sobre el tema. Me sentí muy cómoda escribiéndolo. Pude narrar, algo que tuve que dejar de lado en la tesis de maestría, pero que para este libro era imprescindible, ya que no hay otra manera de contar esa historia.
Claro; esas historias son de los ’70 y de ahora, de aquellos que fueron y que son, de padre e hijos. Y todo está en Noticias…: el romance de Alicia Barrios con Martín Caparrós (cadete del diario); otro cadete de entonces, Enrique Gil Ibarra, que un día decidió llevar su arma a la redacción y fue llevado de una oreja a la oficina de Troxler, encargado de la seguridad; Patricia Walsh recordando a su padre, editor de Información General y Policiales; Javier y Ángela Urondo recuperando a Paco; Diego Quieto, que trata de que se haga justicia con los militares que mataron a su padre y contra los miembros de la dirección de Montoneros que no lo defendieron y lo acusaron de traidor. Historia, para decirlo todo.

Historia que parece guiñar un ojo cuando Gabriela Esquivada cuenta uno de los tantos finales del final: “Mientras estaba investigando y buscando, murió mi madre. Decidí enterrarla en el cementerio británico, un lugar chiquito, con muchos árboles (donde está enterrado el primer marido de Gabriela, el escritor Carlos Feiling). Allí trabaja un buen amigo, Martín, y le comenté la historia de mis dos hermanitos muertos. Martín buscó los datos, cotejó, investigó y encontró las tumbas de los dos. Ahora, están enterrados junto a mi madre, junto a su madre. Sus nombres están escritos allí, ya no son ‘los nenes’, como se los llamaba las poquísimas veces que se los mencionaba en mi casa”.

Miradas al Sur, diciembre 2009


Algunos datos de “Noticias”

El diario Noticias funcionó en la calle Piedras 735.

Fecha de aparición: 20 de diciembre de 1973

Fecha de clausura: 27 de agosto de 1974, por el decreto Nº 630 firmado por la presidenta María Estela
Martínez de Perón, quien lo acusa de desarrollar "una intensa campaña de exaltación de las actividades
delictivas en el campo de la subversión".

Números editados: 266

Cantidad de páginas: 24

Tirada promedio: 100.000 ejemplares

Estructura de la redacción: Miguel Bonasso, director; Norberto Habegger, vicedirector y vínculo de la
redacción con Montoneros; secretario general de redacción, el poeta Francisco Urondo; jefe de
redacción, el poeta Juan Gelman; editor de Información General y Política, el escritor Rodolfo Walsh; editor de la sección Política, Horacio Vertbisky. Junto a ellos se destacaron otros periodistas militantes (Silvia Rudni, Alicia Raboy), con otras formas de actividad política (Pablo Piacentini, Pablo Giussani, Zelmar Muchelini, Sylvina Walger, Martín Caparrós) y sin ella (Carlos Tarsitano, Carlos Ulanovsky, Pedro Uzquiza, Luis Soto). "Esta heterogeneidad de la redacción permitió producir un diario popular competitivo", señala Esquivada.

Diseño: Oscar Smoje.

Su relación con Montoneros: "En ningún momento de los meses de vida del matutino se hizo oficial la presencia de Montoneros, aunque entre sus columnistas se contaron líderes de la organización.


Tapas diario Noticias


Graciela Esquivada: Los Montoneros en la prensa argentina

Capítulo La empresa editora del diario


Recuadro informativo en "Denuncia", enero 1977, publicación dirigida a la comunidad argentina en el exilio.

"En los tempranos años '70 dos matutinos se destacaban por razones opuestas Crónica y La Opinión. El diario de Héctor Ricardo García, líder en las clases trabajadoras, se ubicaba en las antípodas del periodismo de interpretación del diario de Jacobo Timerman. Ambos modelos inspiraron a quienes hicieron Noticias: periodistas militantes dispuestos a dar al peronismo revolucionario un medio a la vez masivo e interpretativo.

"Tenían una idea clara -según Eduardo Anguita y Martín Caparrós-: no querían competir con La Opinión sino con Crónica. Aunque la formación de muchos los inclinara más a la primera opción" . Pero la ambición, a la segunda: "Esa fue una idea de Horacio, que todos aprobamos", recordó Juan Gelman: no podíamos ser un segundo diario, porque ibamos a vender como La Opinión, nada más" .

En ningún momento de los meses de vida de Noticias, entre el 20 de noviembre de 1973 y el 27 de agosto de 1974, se reconoció su vínculo con Montoneros.

Pero con el paso de los años esa pertenencia -que de todos modos se puede rastrear en las empresa editora y en los contenidos del diario- se ha ido revelando. Escribió Miguel Bonasso, director de Noticias, en su memoria Diario de un clandestino: "Anoche vino Dardo [Cabo] y me largó una idea sensacional: la Orga quiere lanzar un diario popular de gran nivel, con los mejores periodistas del país" . Según Gelman, fue Rodolfo Walsh quien había propuesto la edición de un medio para las fuerzas revolucionarias.

Para la fecha en que Bonasso recrea esa anotación, Montoneros contaba con una publicación política. Según Alejandro Costábile en su tesina sobre el semanario, El Descamisado salía desde el 22 de mayo de 1973, tenía una tirada de 100.000 ejemplares y buscaba homogeneizar el activismo montonero, por lo cual sus decisiones editoriales pasaban por la estructura de la conducción de la organización peronista . Un diario, en cambio, permitía ir más allá del núcleo militante, llegar a quienes no se había llegado, poner la línea de la organización en la construcción de la noticia.

Los criterios deberían ser los periodísticos que corresponden al periódico independiente de información general, que Héctor Borrat define como la necesidad de "dar señales -falsas o auténticas- del trato justo y equilibrado de los conflictos noticiables y del pluralismo de los comentarios políticos. (...) Cuando la línea política se hace explícita, su escenario es el editorial. De manera implícita, en cambio, la línea política recorre y modela todo el temario publicado: entendida como la estrategia del periódico, decide inclusiones, exclusiones y jerarquizaciones tanto en los escenarios de los relatos informativos como en los escenarios de los comentarios políticos"

En una de las reuniones preparatorias, con Francisco Urondo y Julio Iván Roqué, Bonasso conoció a Gregorio Levenson. Este empresario de 63 años en ese momento estaba vinculado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR): había sido el padre de uno de los fundadores de la organización que se fusionaría con Montoneros, Miguel Alejo Levenson, quien había muerto a fines de 1970. Se integró al peronismo revolucionario junto con su otro hijo, Bernardo, asesinado en un operativo del ejército a siete meses del golpe de 1976. En una entrevista para este trabajo Levenson explicó que se hizo cargo de la administración general de Noticias "como acto militante", convocado para integrar una comisión fundacional del diario. "Yo era más bien político, participaba de parte de las FAR", detalló. "Venía trabajando con Montoneros y una de las tareas conjuntas era la edición de un diario. El proyecto de Noticias fue la resultante de la política general de las dos organizaciones armadas que mayor fuerza y presencia tenían en el país. La idea era aprovechar la gran aceptación de las masas: con la llegada de Cámpora al poder, se abrían perspectivas de legalización para el movimiento en su conjunto y para las organizaciones armadas; como un arma democrática y legal, uno de los proyectos existentes era la edición de un diario. No se lo puede separar del crecimiento popular de Montoneros, las FAR y todas las organizaciones armadas. Fue el momento en que el peronismo estuvo más cerca del verdadero poder. Los Montoneros eran un factor importantísimo de ese poder y el diario no era ajeno" .

Levenson también recordó a Noticias en su memoria De los bolcheviques a la gesta montonera: "La edición de un diario popular y peronista, que cubriera todo el espacio político que habíamos conquistado a través de nuestras movilizaciones, con información objetiva y que fuera al mismo tiempo un medio de formación y orientación ideológica fue una hermosa tarea en la que confluyeron compañeros de gran capacidad técnica y fervor revolucionario.

Nos animó desde sus inicios la voluntad y firmeza de Paco Urondo, que fue designado por la conducción nacional [de Montoneros] responsable político y organizativo de la empresa" .
De profesión químico, dedicado a la administración de una industria del sector, Levenson se integró al proyecto de Noticias con un puesto de dirección: administrador general de Hoy S.A., la empresa que se constituyó para editarlo y de la que no quedaron registros oficiales. El primer directorio de Hoy S.A. estuvo presidido por el ingeniero José Palma, propietario de un frigorífico, e integrado por el ex vicecanciller del presidente Héctor Cámpora, Jorge Vázquez; el empresario metalúrgico César Cao Saravia, el sindicalista de fideeros Miguel Gazzera y el general Jorge Leal (quien había encabezado la primera expedición argentina al Polo Sur), entre otros. "Se dice que la financiación provendría del rescate del 'holandés', un alto ejecutivo de la Phillips por el que se pide un millón de dólares" , escribió Bonasso. Una versión que coincide con la de Anguita y Caparrós: "Goyo Levenson era el administrador: el que solía recibir los paquetes de dinero fresco, que venían, en buena parte, de un par de secuestros de gerentes de empresas extranjeras que los Montoneros habían cobrado en esos días" .

Pero Levenson fue elusivo ante el punto: "No recuerdo. Yo no intervenía mucho en eso. No, no creo. No se hizo algo específico, sino que las organizaciones de algún lado sacaron dinero. A nosotros no nos querían comprometer. Y yo menos me quise comprometer en ese momento, ni [quiero] ahora, en afirmar que la plata salió de un secuestro" .

El administrador insistió en que inicialmente las dos organizaciones financiaron el proyecto. "Necesitábamos un primer empuje, porque después el diario comenzó a tener una gran tirada e hicimos un acuerdo con [el ministro de Economía José Ber] Gelbard para que nos pautaran [publicidad] como a los demás diarios. A los cuatro o cinco meses ya teníamos una autofinanciación, peleando siempre pero sin depender tanto de las organizaciones" , argumentó. Y si cuando describió el directorio dijo que había estado formado por "simpatizantes y gente que pudiera aportar algo económicamente", aclaró luego que se había referido a las líneas de crédito que Cao Saravia logró que le otorgaran al diario en los bancos Rural y de Río Negro. Levenson
negó enfáticamente que luego del aporte inicial de capital se hubieran recibido otros, del empresario David Graiver -quien financiaba La Opinión -o del editor Rafael Perrota.

"Graiver en ese momento no existía. El primer contacto que tiene Graiver con Montoneros es cuando cobran el rescate de los Born. En ese momento el diario no tenía necesidad de dinero, Graiver no intervino para nada", repitió Levenson. "Perrota nunca aportó dinero. Con él teníamos un acuerdo profesional. El cobraba por sus servicios, normalmente" . Según Gelman, en cambio, Perrota habría prestado los talleres, por lo menos parcialmente, para la confección de las películas de Noticias. "Y eso le costó la vida", estimó, ya que fue desaparecido por la dictadura militar en julio de 1977.

Levenson se encargó de armar una sociedad anónima capitalista tradicional, con los canales y medios económicos necesarios para funcionar. "Yo tenía una empresa, conocía esta tarea. Me resultó fácil armar una estructura: trabajar con los bancos, conseguir créditos, contratar publicidad" , recordó.

Con la administración en sus manos, el sector producción se conformó de modo colegiado: Urondo y Juan Gelman, futuro jefe de redacción de Noticias, acordaron con Bonasso que él figuraría a cargo pero que el diario tendría una dirección colectiva. "Todo diario necesita una cabeza. Yo había sido secretario de Prensa del [Frente Justicialista de Liberación] FREJULI unos meses antes y era una figura pública de la izquierda peronista a pesar de ser joven: creo que eso pesó mucho a la hora de nombrarme director" , declaró Bonasso.


A mediados de abril de 1974 el gobierno de Juan Domingo Perón clausuró la revista El Descamisado, que siguió editándose bajo el nombre “El Peronista Lucha por la Liberación”.

La pertenencia a las organizaciones armadas definía los bordes de esa dirección colectiva. "Los que éramos militantes conformábamos una célula de conducción -agregó Bonasso-. Los integrantes de la dirección estábamos todos encuadrados, en la R [FAR], en la M [Montoneros]; ese era un núcleo de hierro, que estaba subordinado políticamente". También Pablo Giussani, uno de los periodistas que renunció a Noticias por desacuerdo ideológico, confirmó en su memoria Montoneros, la soberbia armada los vínculos de la organización con el diario: "Paco Urondo, quien podía ser considerado un cuadro intermedio de cierto relieve en su condición de oficial montonero, fue designado a mediados de 1973 comisario político de la organización en el
diario Noticias, cuyo lanzamiento estaba previsto para el 17 de octubre de ese año. A tal título, me citó un día para ofrecerme la secretaría de redacción del rotativo" .

Había otras militancias, como la de Leopoldo Moreau, redactor de universitarias y radical (quien ingresó al diario por expreso pedido de Raúl Alfonsín, afirma Cecilia De Dann) o de la agrupación peronista de secundarios. Recuerda Martín Caparrós, quien ingresó al diario como cadete antes de convertirse en redactor: "Los otros cadetes también eran gente militante, de la UES" . Pero la diversidad no hizo sombra a los propietarios. Levenson aseguró que durante los primeros meses "la línea política la marcaban Montoneros y FAR, que todavía no se habían unificado; estando el diario en funcionamiento se produjo la unificación.

Intervino alguna vez [Mario Eduardo] Firmenich, por Montoneros, y por las FAR el compañero Roqué, y se suscitaron discusiones políticas" .El ex director coincidió con él y evaluó que la conducción de Montoneros cometió en esos comienzos "los mismos errores que puede cometer un empresario dueño de un medio: presionar a los periodistas, hacer grosera la línea. Firmenich se quejaba de que salían pocos comunicados o noticias de los frentes de masas de la organización. En una reunión le dije: 'Es mucho más importante que el diario llegue a los actores sociales antes que publique comunicados. Si nuestros frentes de masas actúan sobre el conflicto verdadero, su presencia se va a notar en el diario por su simple participación. Pero no podemos convertir el diario en un reservorio de comunicados. No vamos a vender nada'" .

Ese punto de vista se impuso durante unos meses: "Inclusive se puede ver cierta preocupación en la parte política por mantener una distancia" , estimó Bonasso. Pero todo cambió con el avance de la derecha peronista.

La portada del Nº 244, del 1º de agosto de 1974, titulada La universidad en estado de alerta e ilustrada con otra nota, la imagen de una olla popular del Matadero Municipal de Abasto, se cambió por Ortega Peña asesinado, con una foto del diputado Rodolfo Ortega Peña y dos del atentado donde murió.

Días después, cuando el comisario Alberto Villar atacó con golpes y gases al cortejo fúnebre dentro del cementerio, la tapa se tituló: Entierro a lo Villar. "En los últimos días -dijo Bonasso- el diario estaba en la línea abiertamente provocadora" . Se trató, según Caparrós, de "un proceso de aislamiento progresivo, que terminó de cristalizar el 6 de septiembre del '74 cuando Montoneros anunció el pase a la clandestinidad. El diario habíasido cerrado una semana antes".

Concepción del medio y antecedentes

De Dann afirma que Noticias apareció con el propósito de convertirse en un diario peronista que funcionara como herramienta en la lucha para la liberación nacional. "Se pretendía con él modificar la realidad socio-política, partiendo de la convicción de que esto es factible desde un puesto periodístico" , detalla, agregando que la lucha por el poder, entendido como relación política en permanente construcción, se da en y por los discursos. Tanto Levenson como Bonasso coinciden con ese punto de vista, y Horacio Verbitsky explicó en una entrevista para este trabajo que ese origen planteaba dificultades en la edición: "Hubo muchos conflictos porque la conducción de Montoneros tenía como ejemplo El Descamisado. Eso era lo que a ellos les gustaba: la resolución disciplinaria, en la cual la línea orgánica bajada por la conducción política se sigue a rajatabla, donde los cuadros que ejecutan eso no son intelectuales o, si lo son, se
subordinan acríticamente y producen esa revista vergonzosa, de estilo ramplón, prepotente, gritón, vulgar" .

Verbitsky reconoció que recibían "órdenes sobre cómo cubrir determinadas noticias" y "una presión constante para que el diario fuera más bien de tipo agitador"; en la redacción, esas pretensiones de los dirigentes de Montoneros encontraban "una resistencia constante a hacer ese tipo de periodismo porque, si bien no cuestionábamos la línea general, no estábamos de acuerdo con hacer un diario propagandístico, tachín-tachín, sino que queríamos hacer un diario que le sirviera a la gente. Noticias es una obra cuidadosa, de calidad profesional, de seriedad informativa, siempre en el borde, siempre en el límite" .

Existía, entonces, una tensión en las rutinas con que Noticias elaboraba sus discursos informativos. Miquel Rodrigo Alsina enumera el conjunto de actividades que en cada medio construyen, con independencia de su ideología, la noticia: "La determinación del acontecimiento, las fuentes, el trabajo vperiodístico en sí, son elementos de un proceso de producción institucionalizado" . En la medida en que esos criterios prevalezcan, según el autor, se puede hablar de masas media y no de otro tipo de prensa, como la política. También las nociones de periódico independiente de información general que ofrece Héctor Borrat -"todo aquel que se define y actúa en función de los objetivos permanentes de lucrar e influir, excluyendo toda relación de dependencia estructural respecto de cualquier otro actor que no sea su empresa editora" - se aplican a Noticias, ya que aunque sólo se haya hecho por la necesidad de establecer una composición legal del capital, la existencia de una empresa, y sus objetivos y rutinas consecuentes, evitaron un destino de prensa partidaria.

Las contradicciones entre los modelos de medios que querían los periodistas y la dirección de Montoneros se desarrollaron bastante, y no sólo en la determinación del enfoque noticioso de determinados acontecimientos. "Un tema motivo de muchas discusiones fue que en el diario había una sección de turf. Era muy buena, trajimos los mejores periodistas", recordó Verbitsky.

Sus títulos se destacaban normalmente en la tapa, incluyendo jactancias como seis aciertos sobre ocho en los pronósticos del día anterior. "Eso era un criterio periodístico: un diario que quería ser popular tenía que incluir el tipo de informaciones que en ese momento eran de consumo popular. Pero desde un punto de vista ideológico, eso era cuestionado", agregó.

El modelo resultante fue "una experiencia de periodismo popular", como tituló la revista Crisis su nota sobre el cierre de Noticias, con ciertas particularidades de enfoque en las actuaciones políticas, acaso no mayores sino simplemente más visibles que las medios tradicionales, según Bonasso: "Bajaba línea como pueden bajar La Nación o Clarín" . Lo señala Borrat: "El periódico independiente de información general es un verdadero actor político de naturaleza colectiva, cuyo ámbito de actuación es el de la influencia, no el de la conquista del poder institucional o la permanencia en él" .

El texto de Crisis, elaborado por el Centro de Estudios de Comunicación Masiva (CECM) que en 1974 existía en la Universidad de Buenos Aires destacó que Noticias fue parte de un intento de renovación de la prensa popular, sucedido tras el fuerte cambio social que produjo el triunfo peronista en las elecciones. "Los quioscos se inundaron de nuevas publicaciones que, al mismo tiempo, eran nuevas propuestas periodísticas, intentos de fundarformas de comunicación y de información que correspondieran al proceso que se iniciaba" .

Pero además del ascenso de las masas, otro factor influyente en este intento de renovación es un conjunto de antecedentes, tanto de la prensa popular (Crónica, y por eso el anterior Crítica) como de la alternativa que resistió a la represión desde 1955 (CGT) y de la interpretativa para minorías ilustradas (La Opinión). El CECM describe el resultado de esa mezcla curiosa: "Noticias, aunque siga en términos generales el equilibro de temas que desde hace décadas caracteriza al periodismo escrito, ha logrado alterarlo más que ningún otro diario incorporando al mundo privilegiado de la noticia la realidad política de muchos sectores subordinados.


La muerte de Perón - La noticia en “Noticias”

Por Miguel Bonasso *

Descargar Diario Noticias Nº 214, 2 de julio 1974 en pdf

1 de julio de 1974. Fue un lunes, desapacible, a las dos de la tarde. Aunque esperábamos el desenlace no podíamos creer lo que nos mostraba la televisión: una Isabel llorosa anunciando la muerte de Perón, escoltada por José López Rega, que apoyaba su diestra sobre el sillón presidencial. El mensaje gestual del Brujo ponía en ominoso paréntesis la convocatoria a la unidad nacional que leía la pequeña mujer convocada a la Presidencia, “por mandato de Dios y de Perón”. Un grupo humano muy especial rodeaba en silencio el aparato de televisión, en un destartalado edificio de Piedras al 700 donde producíamos Noticias, el diario del peronismo revolucionario que en esos días llegó a vender más de 180 mil ejemplares. Era un grupo de hombres y mujeres que había puesto su capacidad profesional al servicio de su pasión militante. Aquellas compañeras y compañeros que observaban, mudos y acongojados, el terrible anuncio, no eran espectadores, sino protagonistas de la lucha sin cuartel que se avecinaba. Y sabían que podían llegar a perder la vida. Como de hecho la perdieron muchos de los que rodeaban aquel televisor cuando la mujer escoltada por López Rega demostró patéticamente que Dios y Perón se habían equivocado y fue sacada de un papirotazo por los militares que impusieron el terrorismo de Estado. Allí estaban, por ejemplo, algunos grandes ausentes como Rodolfo Walsh, Paco Urondo, Alicia Raboi, Norberto Habegger, integrantes de la conducción del diario, mezclados democráticamente con jóvenes periodistas y militantes de base, a los que amenazaban también la muerte, la desaparición, la cárcel o el destierro. La muerte de Perón cerraba una etapa decisiva de nuestras vidas y convocaba a un balance que tardaría muchos años en decantarse. Habíamos seguido y amado al Viejo en los duros años de la Primera y Segunda Resistencia; lo habíamos denostado en la plaza del 1º de Mayo; habíamos tenido la esperanza de recuperarlo pocos días antes (en la multitudinaria despedida del 12 de junio) y ahora tratábamos de imaginar una transmutación de su liderazgo individual en un gran proyecto colectivo. Horacio Verbitsky sintetizó en una frase los temores de todos: “La Argentina puede convertirse en un cráter”. Luego empezamos la jornada. Yo sugerí como título de tapa la palabra Dolor. Rodolfo Walsh se acomodó frente a la Olivetti y escribió: “El general Perón, figura central de la política argentina en los últimos 30 años, murió ayer a las 13.15. En la conciencia de millones de hombres y mujeres la noticia tardará en volverse tolerable. Más allá del fragor de la lucha política que lo envolvió, la Argentina llora a un Líder excepcional”.

* Miguel Bonasso era director de Noticias


El violento oficio de escribir

La historia de los diarios que publicaron las organizaciones guerrilleras

El Mundo, del Ejército Revolucionario del Pueblo, y Noticias, de los Montoneros, se convirtieron en los medios de comunicación que apostaron a poner en tapa la noticia de la revolución. Los protagonistas y los secretos de una trama que conjuga información, armas y un proyecto político que apelaba a otro futuro para el país.

Por Diego Rojas

Alguna vez, Lenin –que fue el hombre que pensó con mayor fuerza la necesidad de organizarse en un partido (teorizó sobre esa tarea en su clásico Qué hacer) aseguró que el primer militante de la revolución era el periódico partidario. La prensa de la organización –ya fuera clandestina y para pocos, o pública y masiva– asumía un rol organizador: colectivizaba las consignas políticas del momento, aglutinaba a los militantes en torno al discurso elaborado por la dirección, discutía desde sus páginas las posiciones de los medios burgueses, finalmente centralizaba la acción. Durante su exilio suizo y luego londinense, el líder bolchevique abandonó la dirección del partido pero se aseguró de que el órgano de prensa partidario estuviera bajo su control. De que las ideas correctas se transmitieran a través de las palabras precisas de su periódico, llamado La chispa, dependía el futuro de la revolución. En octubre de 1917, Lenin y sus seguidores tomaron el poder en la industrializada ciudad de San Petersburgo, en Rusia.

Cincuenta años después, la Argentina vivía una etapa política en la que la palabra “revolución” se incorporó a la lengua cotidiana y a las ideas sobre el futuro del país. Claro que no sin dificultades: el desarrollo de la historia nacional no había sido lineal ni previsible. En la cronología argentina había existido un fenómeno, que aún permanece, llamado “peronismo”. Y un general llamado Perón que había sido depuesto y proscripto y que enviaba grabaciones y cartas a sus militantes desde el exilio madrileño. Y una rebelión obrera que marcó a toda la época que se conoció como el “Cordobazo”. Y dos organizaciones guerrilleras que, impulsadas por la oleada izquierdista que recorría toda Latinoamérica, se montaron sobre la cresta de esa ola en el país: el Ejército Revolucionario del Pueblo y Montoneros.

La izquierda armada había leído a Lenin y contaba con sus propias publicaciones dirigidas a la militancia y a su entorno cercano: El Combatiente, del ERP, y El Descamisado, de Montoneros. Sin embargo, decidieron ampliar la franja a la que dirigían su discurso y crearon diarios legales, cada cual con su propia impronta política. Redacciones integradas por periodistas militantes de las organizaciones y por otros que no militaban, pero que acordaban con la tarea del momento: construir canales informativos que permitieran salir a la superficie noticias que los medios tradicionales no publicaban, dirigir a capas más amplias de la población las posiciones políticas de los grupos armados, ayudar a preparar las condiciones para la revolución. Que un día sería la nota de tapa de esos periódicos. Montoneros fundó Noticias; el ERP, El Mundo. El periodismo se conjugaba, entonces, con las armas y era otra manera de la acción política guerrillera.

"El Poder Ejecutivo dispuso el cierre definitivo de Noticias, cuyo último número, el 266, traía titulares "tendenciosos". Es el séptimo periódico clausurado desde el 25 de Mayo de 1973. Los anteriores fueron El Mundo, Respuesta Popular, El Descamisado, Militancia, El Peronista y Primicia"
[Informe de La Opinión, el 29 de Agosto de 1974]

En las entusiastas mentes de sus impulsores, Noticias debía llevar la impronta combinada de dos diarios de la época: la llegada popular que tenía Crónica, propiedad de Héctor Ricardo García, junto a la calidad periodística de La Opinión, de Jacobo Timerman. Miguel Bonasso sería el director; Horacio Verbitsky, jefe de política; Paco Urondo, secretario de redacción, y Juan Gelman, jefe de redacción. Si bien nunca se explicitó en sus páginas la relación que tenían con Montoneros, para nadie (es decir, para nadie) era un secreto que ese era el diario de los “montos”.

En policiales se destacaba una pluma que luego sería leyenda: la de Rodolfo Walsh. Y el diseño correspondería a Oscar Smoje, actual director del Palais de Glace. El primer número de la publicación apareció el 20 de noviembre de 1973. La publicidad televisiva contaba con la voz de Antonio Carrizo anunciando el diario. Los anuncios gráficos lo definían como un diario peronista: “Por fin el primer diario. El primer diario en 18 años. El primer diario peronista abierto a todos los sectores que quieren la liberación. El primer diario que brindará toda la información y no solamente la que conviene a sus editores. El primer diario argentino al que le interesa más Tucumán que Roma, Lima que Washington y Argel que París. Un diario para acertar a las carreras, con una completa cobertura deportiva, amplios servicios para toda la familia y las mejores historietas. Con las fotos más reveladoras y audaces y un tipo de impresión similar al de las buenas revistas. Lo hacen periodistas con experiencia y talento; comprometidos con su país y su tiempo. Pronto en su quiosco. Se llama NOTICIAS sobre todo lo que pasa en el mundo”.

En junio de 1973 aparecía en los kioscos un nuevo diario llamado El Mundo. Su edición era vespertina y reclamaba para sí la continuidad con la mítica publicación que editó por primera vez las famosas aguafuertes de Roberto Arlt, uno de los mejores escritores argentinos de todos los tiempos. Su primer director fue Luis Alberto Cerruti Costa, quien fuera ministro de Trabajo de Eduardo Lonardi una vez derrocado Perón en 1955. Sin embargo, los años de la Revolución Libertadora fueron radicalizando a este veterano abogado que fue vinculándose cada vez más con los miembros del Partido Revolucionario de los Trabajadores, órgano político del ERP, dirigido por Mario Roberto Santucho. Más tarde, cuando inició una gira por los países socialistas como forma de afianzar vínculos, a la vez que escribir crónicas para El Mundo, la dirección periodística quedó en manos de Manuel Gaggero. La jefatura de redacción quedó en manos de José María Pasquini Durán, recientemente fallecido. El diario se vendía por las tardes y era el modo de regresar al hogar informándose sobre los acontecimientos ocurridos ese día. En la tapa un personaje llamado Fierrito combinaba humor, reflexión y política sobre algún acontecimiento de aquella jornada. Pronto se convirtió en un personaje popular.


En abril de 1975 el Consejo Superior del Partido Justicialista expulsó a Héctor Cámpora por "inconducta partidaria", señalando su negativa a expresar públicamente su repudio "a la subversión que afecta la paz de la Nación" y el no acatamiento a la autoridad de María Estela Martínez, heredera política, legal y espiritual de Juan Domingo Perón".

Un diario no es solamente un conjunto de páginas elaboradas por periodistas, diagramadores e ilustradores que se rigen bajo cierta línea ideológica e informativa. Es, además, una empresa. Cuestión compleja cuando la empresa la rigen militantes políticos que querrían que ya no existan más las empresas capitalistas, sino aquellas dirigidas por los trabajadores. Sin embargo, en 1973 todavía no se había hecho la revolución y los diarios de la guerrilla tuvieron que ser organizados de un modo capitalista. Gregorio Levenson fue una de las personas designadas por la cúpula montonera para administrar el emprendimiento. Hijo de inmigrantes rusos, era el único que tenía experiencia empresarial y así hizo su aporte a Noticias. Integró el directorio junto a Jorge Vázquez, que había sido canciller de Héctor Cámpora a los treinta años y había denunciado, en un plenario de la OEA que la organización era un ministerio de colonias. También participó el empresario metalúrgico César Cao Saravia y Miguel Gazzera, del sindicato fideero. Además, se especula con los aportes del banquero David Graiver y que Rafael Perrota, dueño de El Cronista y militante secreto del PRT, haya colaborado prestando los talleres gráficos en los que se imprimía su diario. La maquinaria económica y financiera estaba armada. Alquilaron un galpón y todo estuvo listo para su salida. El nexo con la Conducción Nacional de Montoneros se realizaría a través de Norberto Habbeger, que oficiaba de subdirector de la publicación.

Un camino similar recorrió El Mundo. Luego de la decisión política de ampliar la llegada del mensaje político del PRT, se pusieron en marcha los engranajes para llevarlo a cabo. “A la primera reunión asistimos Benito Urteaga, por el PRT; Luis Alberto Cerruti Costa, que había radicalizado sus posiciones acercándose al PRT; el padre Ramondetti, de los sacerdotes por el Tercer Mundo; Alicia Eguren, viuda de John William Cooke; Félix Granovsky, del Partido Comunista, y yo, que militaba en el Frente Revolucionario Peronista –contó el abogado Manuel Gaggero, que luego reemplazar{ia a Cerruti Costa en la dirección–. Urteaga propuso la compra de El Mundo para sacar un diario que reflejara el movimiento político que se estaba desarrollando.” La financiación correría por cuenta del PRT, que conformaría empresas legales con tal propósito. Una vez en marcha el periódico, una broma sería común en los pasillos del diario cada vez que llegara el día de cobro: “Se decía que estábamos esperando un secuestro y el pago del rescate para poder cobrar –recordó Roberto “Tito” Cossa, actual dramaturgo, que se desempeñaba en la sección Gremiales, de gran importancia en el diario del ERP. Cossa, que no era un militante orgánico del grupo, señala ciertas actitudes de sus colegas que sí militaban. “A veces los periodistas del PRT instalaban una sensación rara a la hora de cobrar: parecía que se estaba usando el dinero de los mártires, de los combatientes.”

Noticias marcó una renovación en la manera de hacer un diario en la Argentina. Las impactantes tapas diseñadas por Smoje aportaron a que las bateas de los kioscos se renovaran con la luminosidad que aportaban fotos impactantes o tipografías desmesuradas que llamaban obligatoriamente la atención. La tirada pasó de 30 mil ejemplares, en sus inicios, a picos de 150 mil y de 180 mil, cuando el diario cubrió el fallecimiento y velorio del presidente Perón. Dentro del periódico se podían encontrar notas de Pablo Giussani, Walsh, el sociólogo Roberto Carri, Sylvina Walger, Carlos Ulanovsky, Roberto Guareschi, Zelmar Michelini, Jorge Carnevale, Leopoldo Moreau (que había llegado a esas páginas mediante un acuerdo con las juventudes radicales) y unos jovencísimos Martín Caparrós y Alicia Barrios, entre otros. Barrios comenta que sus costumbres ligeras entraban en contradicción con una moral rígida que imbuía al comportamiento de los miembros de la guerrilla peronista. Barrios asistía a trabajar sin corpiño, hecho que se notaba a pesar de los reclamos del jefe de personal. “El tipo me llamaba la atención porque en la redacción tenía que usar corpiño –relató a Gabriela Esquivada, que usó su testimonio para su investigación Noticias de los Montoneros, que editó Sudamericana–. Al final me dijo que si no llevaba corpiño me iba a despedir. Al día siguiente llevé un corpiño en la mano, lo puse arriba de la mesa y me senté a escribir. Era una criatura, tenía esas cosas.” Finalmente, fue despedida.

El Mundo también aspiraba a la calidad periodística combinada con la difusión de los conflictos sindicales y tareas políticas socialistas. La sección cultural reseñaba las últimas películas de Godard. Una serie por entregas narraba la vida de Al Capone, el mafioso ítalo estadounidense, y otra daba cuenta de la biografía del anarquista italiano Severino Di Giovanni. La gira del director Cerruti Costa permitía la publicación de crónicas desde Cuba y Vietnam que daba cuenta de la vida cotidiana bajo el socialismo. Fierrito, el personaje de la tapa, ilustraba algún acontecimiento político o social, que explicaba en lenguaje sencillo. “Fierrito, que era una especie de Martín Fierro contemporáneo y obrero, se volvió un personaje muy importante que sintetizaba lo que pasaba en el día –explica Gaggero–. En las charlas que hacía por las provincias me preguntaban siempre por él.” Nora Lafón estaba a cargo de la sección Interior, donde se reflejaban los conflictos obreros de bastiones como Córdoba o el Litoral: el sindicalista de izquierda Agustín Tosco era un columnista habitual de la publicación. “La línea editorial me encantaba –asegura Lafón–. Una vez escribí que si un visitante europeo llegaba y veía en posiciones de gobierno a tantos sindicalistas hubiera podido pensar que presenciaba un proyecto socialista. Cuán errado hubiera estado, ya que la mayoría era casi fascista. Podía publicar eso sólo en El Mundo.”


Oscar Smoje, Juan Gelman y Paco Urondo en la diagramación de Noticias, a la luz de un farol. Puede descargarse la colección de Noticias desde el sitio Ruinas Digitales

Para Lenin y su Pravda, los Montoneros y El Descamisado o el ERP y El Combatiente las cosas deben haber sido más fáciles. La dirección marca la línea y se redactan noticias y editoriales que se condicen con una manera de mirar la realidad y una propuesta para modificarla. Sin embargo, la construcción de un diario implica la introducción del periodismo que, en su esencia, se hace preguntas y, a veces, llega a contestarlas. Ese espíritu a veces contradictorio entre los objetivos políticos de la publicación y los desarrollos del oficio periodístico a veces chocaban. “Un día publiqué un cable de France Press que manifestaba diferencias entre el Partido Comunista Francés y los grupos ‘consejistas’ y eso a la dirección del diario no le gustó –recordó el actual historiador José Vazeilles acerca de su paso por El Mundo–. Me parecía ridículo, porque los ‘consejistas’ no tenían desarrollo en el país, y correspondía a la información de una agencia. Pero como el PRT estaba en acercamiento a los partidos de la Tercera Internacional para limpiar su pasaje por el trotskismo, se produjo el conflicto. Le planteé esto al recientemente fallecido ‘Negro’ Pasquini Durán, que era el jefe de redacción y un gran periodista, pero decidieron sacarme de la sección y mandarme a Educación”. Verbitsky, jefe de política de Noticias, analiza el fenómeno: “La gracia de los intelectuales es la crítica, la independencia, la creación, la opinión libre sobre las cosas –contó a Esquivada–. Tal vez como consecuencia de las frustraciones de las décadas anteriores se subordinan a decisiones organizativas que implican cierta forma de suspensión del juicio, de negación de su propio carácter como entes pensantes. Esta renuncia no puede ser permanente ni estable, genera contradicciones y tensiones cotidianas. Pero para editar su diario la conducción de Montoneros necesitaba gente que supiera hacerlo. Y esa gente no era necesariamente la más dócil”.
También existían tensiones sindicales, como en toda empresa capitalista. Susana Viau, actual periodista del diario Crítica, rememora: “Fui delegada sindical de El Mundo. La relación con la empresa no era como la que se daba con cualquier patronal, pero no podíamos hacernos cargo de sus errores. No éramos una máquina de generar conflictos, pero los que estaban había que solucionarlos de la mejor manera posible”. En Noticias también hubo asambleas, pero la homogeneidad montonera era más marcada y los reclamos se mantenían dentro de una paz social poco frecuente para aquellas turbulentas épocas.

Los dos diarios que respondían a organizaciones armadas eran objeto de ataques por parte de las fuerzas reaccionarias que ganaban espacios dentro del gobierno de Perón: luego de la primavera camporista, la elección del viejo líder implicó que se rodeara del peronismo más ortodoxo, enemigo de los “marxistas” disfrazados de peronistas, como definían a los Montoneros, tanto como los autoproclamados marxistas del ERP. La avanzada derechista produjo que en Córdoba triunfara un movimiento golpista promovido por el jefe de la policía Antonio Navarro, quien derrocó al gobernador Obregón Cano, ligado a la Tendencia Revolucionaria del peronismo. Al día siguiente estalló una bomba frente al diario Noticias, que no provocó víctimas debido a que la custodia se movió con velocidad.

El Mundo también fue objeto de atentados con bombas. “Una bomba destrozó los talleres gráficos. Yo estaba en corrección, instalada en ese sector. No hubo víctimas por pura casualidad”, recordó Viau. El diario del ERP sufrió, además, una balacera. Ana Guzzetti, periodista de El Mundo acreditada en Casa de Gobierno, tuvo un intercambio tenso con el General:

Ana Guzzetti: –Señor presidente, cuando usted tuvo la primera conferencia de prensa con nosotros, yo le pregunté qué medidas iba a tomar el gobierno para parar la escalada de atentados fascistas que sufrían los militantes populares. A partir de los hechos conocidos por todos, de Azul, y después de su mensaje llamando a defender al gobierno, esa escalada fascista se ha ampliado mucho más. En el término de dos semanas hubo exactamente veinticinco unidades básicas voladas, que no pertenecen precisamente a la ultraizquierda; hubo doce militantes muertos, y ayer se descubrió el asesinato de un fotógrafo. Evidentemente, todo esto está hecho por grupos parapoliciales de ultraderecha.

Perón: –¿Usted se hace responsable de lo que dice? Eso de parapoliciales lo tiene que probar. (Dirigiéndose al edecán aeronáutico dijo:) ¡Tomen los datos necesarios para que el Ministerio de Justicia inicie la causa contra esta señorita!

A.G.: –¡Quiero saber qué medidas va a tomar el gobierno para investigar tantos atentados fascistas!

P.: –Las que se están tomando, esos son asuntos policiales que están provocados por la ultraizquierda y la ultraderecha; la ultraizquierda, que son ustedes (señalando a la periodista con el dedo) y la ultraderecha, que son los otros. De manera que arréglense entre ustedes; la policía procederá y la Justicia también. Indudablemente que el Poder Ejecutivo lo único que puede hacer es detenerlos a ustedes y entregarlos a la Justicia; a ustedes y a los otros. Lo que nosotros queremos es paz, y lo que ustedes no quieren es paz.

A.G.: –Le aclaro que soy militante del Movimiento Peronista desde hace trece años.

P.: –¡Hombre, lo disimula muy bien!

Los días de El Mundo estaban contados. El 23 de febrero, luego de un acto en el que habló Lorenzo Miguel, un grupo de militantes de la Juventud Peronista de la República Argentina cercó el diario y tiroteó durante 20 minutos el frente del edificio. La seguridad repelió el ataque. Los trabajadores que lograron entrar fueron detenidos por la policía. “Nos llevaron en camiones celulares con celdas compartimentadas”, describe Lafón.

Mientras tanto, las investigaciones de Noticias causaban impacto: en sus páginas se explicaban los atentados de la naciente Triple A. Allí se desentrañaron las diferencias que hacían estallar en trizas las distintas tendencias que luchaban por hegemonizar al movimiento peronista. Allí se narró cómo el viejo líder expulsó de la plaza a los Montoneros durante la conmemoración del 1º de mayo y cómo el lugar quedó vaciado mientras se cantaban consignas contra los “gorilas” que llenaban al “gobierno popular”. Allí se contó como nadie contó la muerte de Juan Domingo Perón. La tapa aún hoy se estudia como ejemplo de capacidad de síntesis e impacto: “DOLOR –decía en letras molde catástrofe–. El general Perón, figura central de la política argentina en los últimos 30 años, murió ayer a las 13.15. En la conciencia de millones de hombres y mujeres la noticia tardará en volverse tolerable. Más allá del fragor de la lucha política que lo envolvió, la Argentina llora a un Líder excepcional”. Luego de su fallecimiento, las diferencias internas se profundizarían y la lucha por el poder en la Argentina ingresaría en su etapa más sangrienta, que culminaría con el golpe de Estado de Videla y el posterior genocidio al que fue sometida toda una generación.

Si la política es la continuación de la guerra por otros medios y si las organizaciones guerrilleras habían decidido usar sendos diarios como armas para ganar a su favor a la opinión pública, la neutralización de esos medios de comunicación debía convertirse en un objetivo central de las fuerzas reaccionarias.

Dos días después de la balacera contra El Mundo impulsada por la burocracia sindical metalúrgica al mando de Lorenzo Miguel, llegó la orden de clausura del diario. Intentaron sacarlo con otro nombre –Respuesta Popular– pero la publicación duró un solo día. El archivo del diario, que incluía los ejemplares de la vieja época, fue resguardado por un tiempo por el ERP. Pero luego del golpe de Estado se le perdió el rastro a una colección que debería formar parte del patrimonio periodístico argentino. El 27 de agosto de 1974 Noticias corrió la misma suerte. Cinco días antes habían publicado un suplemento acerca de la masacre de Trelew, sucedida en 1972, cuando luego de un intento de fuga 16 de guerrilleros habían sido fusilados. El comisario Alberto Villar, ícono de la represión, comandó personalmente el allanamiento del diario. “¿Dónde está el escritorio de Rodolfo Walsh? Quiero ver el escritorio de Rodolfo Walsh”, contó Bonasso que gritaba el policía mientras ingresaba por la fuerza a la redacción. Algunos redactores escapaban por los techos. El archivo del diario fue secuestrado y, durante la dictadura, trasladado a la ESMA. Luego le sirvió a Eduardo Massera para construir su propio diario, Convicción. Villar no encontró a Walsh, pero le dijo a Habbeger, mientras le comunicaba la clausura del diario: “Yo sé que ustedes tienen un ataúd con mi nombre, pero yo tengo un cajón para cada uno de ustedes”.

Erigir un diario es una aventura y un desafío, con los riesgos que ello implica: en medio de unos tiempos en los que la palabra revolución no remitía a fantasías, construir los diarios que la retratarían los convertía en armas de esa posible epopeya. No fue así. Los diarios de la guerrilla conjugaron plumas prestigiosas con otra manera de difundir las noticias. Y marcaron hitos que enseñan otras formas de ejercer el periodismo. En una época en la que, muchas veces, la práctica periodística dista no sólo de la transmisión de la información, sino que rebaja a niveles nunca vistos la mantención de ciertos principios, es necesario recordar estas experiencias. Quizá sean ejemplos, además, para la construcción de la historia del futuro. Un futuro que esas redacciones imaginaron vivo.

Revista Contraeditorial, mayo 2010

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