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Alberto Franzoia - Historia
de la Nación Latinoamericana

Epopeya de
una nación mutilada
Libro de culto en los años 60 y 70, Historia de la Nación Latinoamericana,
el texto de Abelardo Ramos, es crucial para entender el sueño inconcluso
de la unidad americana.
Por Horacio González
La mordacidad combatiente, el ojo aguzado para la ironía y el chascarrillo
constante no le impedían a la obra de Jorge Abelardo Ramos (1921-1994)
transitar por los grandes panoramas históricos. Al contrario, el espíritu
satírico de Ramos proviene de su concepción histórica: la promesa y
el resquebrajamiento de los significados de una historia de gesta.
Hay un tema casi obsesivo en Historia de la Nación Latinoamericana ,
libro que estaba prefigurado por el muy temprano América Latina: un
país y cuya versión actual es producto de numerosas reescrituras, en
las que se hallaba trabajando Ramos al momento de su muerte. Es el tema
de una agonía colectiva de la empresa que no por hipotética deja de
coleccionar fracasos trágicos, esa Nación Latinoamericana, gran personaje
de Ramos casi forjado a la manera de una obra de Gogol, cuya “corrosiva
comicidad” había festejado de joven en un artículo firmado con uno de
los tantos pseudónimos que cultivaba. Esa persona colectiva produce
cumbres iluminadas y abismos frustrantes que exigen el concurso de un
aliento cáustico, que es el contrapunto necesario con el sentido épico
de la historia. Sin estos traspiés contrastantes no se entiende la obra
de Ramos.
En efecto, Ramos escribe un vigoroso cantar de gesta con un concepto
que extrae de uno de sus maestros, León Trotsky –los Estados Unidos
de América Latina–, pero con un estilo que sin ser su secreto mejor
guardado, no siempre figuró en primer plano a la hora de interpretarlo:
Ramos fue un gran escritor satírico que no expulsaba de sus narraciones
el excedente picaresco que tiene toda historia.
El mismo era un gran contador de historias a las que sabía ponerle el
ingrediente socarrón que en el fondo traducía la hendidura por la cual
aparecía el desengaño por una gran epopeya extraviada.
Historia de la Nación Latinoamericana es una obra de un vastísimo despliegue
bibliográfico, lo que permite considerar a Ramos uno de los más importantes
bibliófilos argentinos, una suerte de Ernesto Quesada tensionado por
un pathos político que ponía en las penumbras su formidable y despareja
erudición.
Su vocación política es la de un fundador de partidos, pero antes, la
de un gran editor y publicista, y aún antes, la de un apasionado librero.
Al releer esta Historia de la Nación Latinoamericana saltan a la memoria
del lector libros que hoy parecen enterrados en un submundo, una prehistoria
de la lectura social e histórica argentina, como el clásico del historiador
y economista italiano Antonello Gerbi, La disputa por el nuevo mundo
(que tanto le sirviera al socialista José Aricó para su trabajo sobre
Marx y América Latina), hasta la Autobiografía de Victoria Ocampo, uno
de los nombres reconocibles sobre los que ensaya una regocijada befa.
Gran aficionado a metáforas perdurables, la figura de la balcanización
es una de las que se sitúa en el centro de su obra, y sin que Ramos
la haya inventado, hizo pertinaz ese nombre para el análisis de la tendencia
a la disgregación de los Estados latinoamericanos luego de las guerras
emancipadoras.
Sin embargo, Ramos le da un dramatismo –diríamos una teatralidad explicativa–
que pone a cada personaje, un Bolívar, un Martí, un Artigas, un Perón,
un Prestes, ante un ramillete de opciones que es la libertad de índole
trágica que posee la historia en su esencia última, y que Ramos percibe
desde su “marxismo de Indias”, al que siempre se le vio su dimensión
nacional y social, pero mucho menos lo que podría ahora percibirse,
su tesis nunca escrita sobre la condición agónica de los procesos históricos.

Jorge
Abelardo Ramos - Historia de la Nación Latinoamericana. Clic para descargar
el libro. |
Un lugar común del debate argentino consiste en contraponer a Tulio
Halperín Donghi con Jorge Abelardo Ramos. No es así, si nos adentramos
a un pequeño cotejo de la Historia de la Nación Latinoamericana de este
último, con Historia contemporánea de América Latina , de Halperín.
Las diferencias ya las sabemos y ambos las dijeron de sí mismos y del
otro. Halperín denominó historia satanizadora a la que hacía Scalabrini
Ortiz al juzgar el papel de Inglaterra en las historias latinoamericanas.
El mote sería aplicable a Ramos, pero dice Halperín de Bolívar: “A los
veintiún años ya era un hombre íntimamente desesperado y pese a su aparente
movilidad de carácter, este rasgo estaba destinado a durar”.
¿Es posible evitar siempre un sentido destinal en las cosas, como lo
revela este juicio de Halperín, y al mismo tiempo, no es posible ver
al Bolívar de Ramos en su propia congoja, “hablando de una nación latinoamericana
pero fundando una provincia, Bolivia” o “parecía un espectro y toda
su política se veía espectral”? Hay una “larga agonía” de las voluntades
históricas de Ramos como una ironía de la historia, con suaves demonios
que nunca logran lo que buscan, bajo la mordiente mirada de Halperín.
Historia de la Nación Latinoamericana es un libro trabajado con su rara
erudición, sus delicias sediciosas y su incesante espíritu burlón, con
el que traducía la dolorida cuestión de la “inconclusión” de la unidad
entre naciones que postulaba Ramos.
La obra merece ahora un juicio más atento de los lectores actuales.
Es un libro crucial, desordenado, hijo de una pasión y de un humor paradojal,
que era la marca registrada de las más recordables invectivas de Ramos.
Dice del historiador boliviano Alcides Arguedas: “Se pasaba la vida
en Cuilly, cerca de París; cortaba rosas de Francia por la mañana y
redactaba dicterios contra los indios de su país por la tarde”. A un
escritor así le gustaba el goce de vivir. Como gran esgrimista del ensayo
político, su deleite y su agonía podía consistir en una buena estocada,
dibujando un exacto arabesco en el aire.
JORGE ABELARDO RAMOS.
Nació el 23 de enero de 1921 en el barrio de Flores de la Ciudad de
Buenos Aires. Historiador maldito para la intelligentzia argentina,
temido polemista, fue uno de los intelectuales más influyentes y leídos
del siglo XX en América Latina. Fue profesor universitario, periodista,
político, editor, conferencista itinerante de numerosas universidades
latinoamericanas y dos veces candidato a presidente de la Argentina.
Inspiró la corriente de pensamiento conocida como la Izquierda Nacional.
Escribió Crisis y resurrección de la literatura argentina (1954); Revolución
y contrarrevolución en Argentina (1957); El marxismo de Indias (1973);
Adiós al Coronel (1983); Introducción a la América Criolla (1985), entre
otras muchas obras.
Falleció en su ciudad natal, el 2 de octubre de 1994.