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Semblanza de Gioconnda Belli
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“La revolución fue un hecho erótico, dador de vida” |
Selección poética
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“La sociedad necesita la participación de la mujer” (Página|12 08/11/10) |
“Es una historia de amor y de evolución dentro del amor” (Página|12 17/11/14)
LECTURA RECOMENDADA
Gioconda Belli - Colección antológica de poesía
social
 
Nicaragua,
1948.
Una sola voz, una sola identidad
Por Lourdes Espinosa, 2000
Gioconda Belli es, junto con Ana Ilse Gómez, Claribel Alegría, Vidaluz Meneses,
Michèle Najlis y Daisy Zamora (poetas de su generación) una de las voces
femeninas de la literatura nicaragüense pioneras de la poesía revolucionaria y
de la revolución misma.
Coherencia y unidad caracterizan su expresión poética. En los años de la lucha
por la liberación de su país, Gioconda Belli vivió en el exilio (radicando en
México en 1976); a este periodo fuera de su patria corresponde su libro Línea de
Fuego, ganador del Premio Casa de las Américas 1978. Regresó a Nicaragua al
triunfo de la revolución sandinista, abandonando el FSLN cuando éste no logró
reorganizarse y partiendo una vez más para residir en diversos lugares del mundo
(Lavinia, Breda, 1994; Francia, 1995). Actualmente se halla en su país, donde,
desde el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), continua la lucha política de
liberación nacional de su pueblo.
La poesía de Gioconda, ha recibido influencias de José Coronel Urtecho
(1906-1994), quien dijo de su poesía ser una versificación sin género definible.
Ha sido, a la vez, comparada con Ernesto Cardenal, discípulo de Coronel Urtecho
y uno de los poetas más representativos de la literatura revolucionaria en
Nicaragua, donde Cardenal militó en el FSLN hasta su renuncia, ocurrida tras
haber considerado que el frente sandinista había sido destruido. Se ha concedido
que Gioconda Belli es, después de Ernesto Cardenal, la poeta simbólica de la
revolución nicaragüense.
Ha publicado los siguientes libros de poesía: Sobre la Grama (1974); Línea de
fuego (1978); Truenos y arco iris (1982); Amor insurrecto (1984); De la costilla
de Eva (1986); El ojo de la mujer (1991); From the Eve´s Rib (1989). Y dos
novelas: La mujer habitada (1988) y Sofía de los presagios (1990). Así como
diversos poemas en el suplemento cultural del Nuevo Diario (Francia, 1995) y
artículos de opinión desde el MRS, entre otros.
La voz poética de la mujer nicaragüense revolucionaria representada en Gioconda
Belli es, entre otras, una de las voces asimilables a la propuesta feminista. La
mujer nicaragüense jugó un importante papel en la liberación política de su
país, pero, ante todo, su participación en la revolución sandinista representó
un movimiento de auto liberación, de búsqueda de su identidad; Gioconda
pertenece a la generación de poetas que crearon un nuevo estilo de expresión en
Nicaragua, un estilo revolucionario de rompimiento con estructuras míticas y
creación de otras, gestadas a través de su realidad social. Decidida a rescatar
el lugar de la mujer, su obra plasma la incesante búsqueda de la identidad
femenina y el encuentro con la conciencia social, a través de la actitud
revolucionaria.
Desde diversas trincheras, el papel de la mujer fue de suma trascendencia en la
revolución sandinista. Gioconda luchó desde la suya, como lo sigue haciendo toda
vez que el sueño de la revolución terminara. Pero no es su expresar un expresar
para el cambio, sino un resolverse a través de la poesía; poesía que, una vez
puesta a circular entre quienes hubieron y habrán de escucharla, lleva a cabo lo
propio, incidiendo en las transformaciones de la sociedad. La literatura de
Gioconda Belli, que es respuesta a una forma de representación colectiva, es
también, sin lugar a dudas, creación de otras.
El poema "Vestidos de dinamita", incluido en Línea de Fuego (1974/1978) y
escrito en el preludio a la revolución sandinista, es un ejemplo del eco de su
voz que, irrumpiendo descontenida desde su habitación en un país en el exilio,
en momentos en que Nicaragua vive una crisis histórica (que habría de culminar
con el levantamiento sandinista), se eleva para exclamar, a través de la palabra
escrita, su emotividad, su necesidad de intervenir —desde el aliento por la
libertad— de una radical manera en los asuntos sociales de su pueblo. Sin ser
una consigna, al desbocar su inquietud, su esperanza en la transformación,
Gioconda Belli exige, en “Vestidos de dinamita”, el despertar existencial de los
nicaragüenses. Su propuesta del cambio a gestarse, se cifra en la
irreconciliable dualidad que representa decidir entre las ideas vs. las armas.
Su desesperación ante las circunstancias sociopolíticas que estremecen al país,
provoca el desborde de un tropel de palabras que claman no esperar más cuando la
hora de comprometerse con la revolución ha llegado. Hay en el poema (que es
Gioconda misma desde sí y hacia su sociedad) ese tocar la esencia del ego,
elevándolo al plano del alter. Es Gioconda ella por ser su pueblo Nicaragua; y
Nicaragua, ella; ambas fundidas en una sola. Nicaragua y Gioconda; una sola voz,
una sola identidad.
Vestidos de dinamita
Me tengo que ir a comprar las pinturas con las que me disfrazo todos los días
para que nadie adivine que tengo los ojos chiquitos (como de ratón o de
elefante). Estoy yéndome desde hace una hora pero me retiene el calor de mi
cuarto y la soledad que, por esta vez, me está gustando y los libros que tengo
desparramados en mi cama como hombres con los que me voy acostando, en una orgía
de piernas y de brazos que me levantan el desgano de vivir y me arañan los
pezones, el sexo, y me llenan de un semen especial hecho de letras que me
fecundan y no quiero salir a la calle con la cara seria cuando quisiera reír a
carcajadas sin ningún motivo en especial más que este sentirme preñada de
palabras, en lucha contra la sociedad de consumo que me llama con sus
escaparates llenos de cosas inalcanzables y a las que rechazo con todas mis
hormonas femeninas cuando recuerdo las caras gastadas y tristes de las gentes en
mi pueblo que deben haber amanecido hoy como amanecen siempre y como seguirán
amaneciendo hasta que no nos vistamos de dinamita y nos vayamos a invadir
palacios de gobierno, ministerios, cuarteles... con un fosforito en la mano.
Fuente:
www.sololiteratura.com

“La
revolución fue un hecho erótico, dador de vida”
La escritora, ex militante del sandinismo, publicó Escándalo de miel, una
desafiante antología poética que define como “un mapa de lo que ha significado
para mí ser mujer, amar, luchar, creer y descreer, esperar y desesperar”.
Por Silvina Friera
Página|12, enero 2010
En Los Angeles llueve a cántaros. Con esa necesidad de arrasar y lacerar todo lo
que toca, el sonido de las gotas es terco e hiriente. En ese mundo acuático en
el que se convierte la ciudad, un relámpago lejano astilla el cielo. El paisaje
se desintegra ante los ojos de la escritora nicaragüense Gioconda Belli, como si
anticipara la despedida. La tormenta también se desata en su alma ahora que está
empacando casa, libros y objetos varios para volver de manera permanente a
Nicaragua, el país bajo su piel, volcánico, sísmico, rebelde. Mientras se
acomoda a la situación de la mudanza, escribe una novela que ha dado vueltas por
su cabeza durante años y que “por fin –cuenta con ese tono fraterno, amoroso– se
materializó lo suficiente como para querer salir a correntadas”.
Lejos de chapotear con la nostalgia, Belli acaba de publicar el bello y
desafiante Escándalo de miel (Seix Barral), su antología poética personal, que
incluye un CD en el que lee varios de sus mejores poemas con una vibración
intermitente de gracia y seducción. Cuando el rayo de la poesía la atravesó en
1970 y escribió versos como “el hombre que me ame reconocerá mi rostro en la
trinchera/rodilla en tierra me amará mientras los dos disparamos juntos/contra
el enemigo”, o “hasta que entres en mí/con la fuerza de la marea y me invadas
con tu ir y venir/ de mar furioso/ y quedemos los dos tendidos y sudados/
desnudos en la arena de las sábanas”, la sociedad nicaragüense de entonces,
horrorizada porque una mujer se atrevía a hablar de “vientres y humedades”, la
acusaba de celebrar en exceso los misterios del cuerpo, el sexo y el erotismo,
el goce íntimo.
También por esos años ’70 un arañazo en la conciencia, la dictadura de Somoza,
la llevó a involucrarse, al principio como colaboradora clandestina, con el
Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Perseguida por los servicios de
Inteligencia, se exilió en México, Costa Rica y Cuba. Regresó a su país con el
triunfo de la Revolución Sandinista, en julio del ’79. Empezaría, entonces, una
etapa de gestión en importantes cargos políticos hasta que en 1994, cuatro años
después de la derrota electoral, se alejó del FSLN. En un poema de tono zumbón
en el que declara que “no tiene las piernas de la Cindy Crawford”, admite que su
cara, por costumbre, ha terminado por gustarle; que su boca es respetable,
“después de todo sensual”, y que el conjunto se salva con la ayuda de ese pelo
frondoso. Habría que agregar que preserva una chispa de jovencita indomable en
sus ojos, siempre expectantes y atentos a la respiración del mundo. “Si El país
bajo mi piel, que publiqué en 2001, es un libro de memorias, esta antología, mi
Escándalo de miel –lindo el título, ¿no?, me saltó de pronto mientras releía a
Vallejo–, es como otra versión de mis memorias, sólo que aquí lo que habla no
son los hechos externos, sino la geografía interna; es un libro como un mapa: un
mapa de lo que ha significado para mí ser mujer, amar, luchar, creer y descreer,
esperar y desesperar. Todo eso dicho a través de la poesía, a través de los
poemas míos que más me gustan, donde pienso que logré expresarme mejor”, dice
Belli a Página/12. “Me encantó la posibilidad de leer la poesía, de compartir
esa oralidad que es una tradición en la poesía nicaragüense, porque en Nicaragua
aprendemos a leer poesía en voz alta; por eso incluí el CD en el libro, para
permitir que los lectores escuchen el énfasis, el sentimiento con que yo escribí
esos poemas. Hay que escuchar el CD para ‘relamer’ la poesía que está en el
libro”, invita la poeta.
–¿De qué manera fue “evolucionado” el tiempo de la escritura poética? Se puede
pensar que una novela le demanda “mayor” tiempo y esfuerzo, y sin embargo, da la
impresión de que usted deja los versos en reposo y vuelve sobre ellos hasta que
quedan plenamente esculpidos.
–Mirá, la novela se construye sobre una realidad exterior. Algo sucede. Se
cuenta una historia. Uno tiene que ser malabarista y mantener todo ese mundo en
la mente, los paisajes, los personajes. La poesía, en cambio, es una mirada al
paisaje interior y tiene que dejarse ser. Yo dejo que el sentimiento salga a
flote y después trato de eliminar todo aquello que no ayuda a que el poema quede
redondo, a que viva como una célula dentro de su propia membrana. Lo difícil es
lograr que, en el proceso, la espontaneidad no se pierda. Y a veces eso implica
que hay que dejar que el poema sea. Yo soy poeta, no académica. Y lo que me
interesa no es la perfección, sino la poesía. Por eso no sobretrabajo los poemas
y creo que por eso son poemas accesibles, que cualquiera puede entender y gozar.
Esos poemas “escandalosos” se presentan en la antología agrupados en tres
secciones: “Eros”, “Hembrosía” y “Polis”. “Siempre las divisiones son un poco
arbitrarias, sobre todo cuando se trata de poesía –aclara la escritora–. Pero
quise que el libro reflejara mi propio proceso: el eros como detonante del
conocimiento; luego la hembrosía, como la toma de conciencia de ser mujer y
desde esa conciencia y esa afirmación, la conciencia colectiva, universal, eso
de sentirme ser social, habitante de un mundo injusto donde hay muchas luchas
que dar. Pienso que uno tiene la obligación de saber quién es en el mundo, para
desde allí tomar la responsabilidad de estar en el mundo. Uno tiene que luchar
por valorarse, por sentirse plena de ser lo que es. No se puede construir la
felicidad de los demás si uno no es feliz. Por eso el libro va recorriendo todas
esas fases, desde el amor hasta el nacimiento de mis hijos, desde el exilio
hasta el triunfo de la revolución, pasando por todas las reflexiones que ha
significado vivir en el tiempo, sentir que el tiempo nos cambia y que, a veces
también, nos amenaza, porque al final sabemos que se nos va a terminar.”
–En una entrevista dijo que se hizo famosa, entre comillas, cuando a los veinte
años escribió una poesía erótica, sensual, que causó un enorme escándalo. ¿A qué
se le teme cuando una mujer escribe, por ejemplo, “el Big Bang fue el orgasmo
primigenio” o “hasta que mi sexo explotó como granada”, por mencionar algunos
versos?
–Es casi increíble que, a estas alturas, todavía siga siendo noticia que una
mujer escriba poesía erótica. Las cartas a Nora Barnacle de James Joyce son no
sólo eróticas, sino pornográficas, escatológicas, pero nadie le ensarta a él un
rotulito por eso. Yo, en cambio, ando con mi rotulito a cuestas. No me importa.
A mucha honra lo cargo porque además creo que el erotismo femenino es
integrador, no separa el alma del cuerpo, y creo además que es el eje del poder
de la mujer, el núcleo creador de vida. La sexualidad, la sensualidad son
hermosísimas y las mujeres las vivimos desde un cuerpo que constantemente nos
recuerda que somos seres físicos, no sólo espirituales. Y eso se nos ha tratado
de negar. Se nos ha tratado de culpabilizar por nuestra belleza, por nuestro
erotismo. Nosotras somos el Big Bang humano y por eso, como a la bomba atómica,
nos temen y nos tratan de mantener sojuzgadas. Pero el eros femenino es esencial
para la vida. Yo espero que algún día la humanidad descubra que las mujeres
podemos iluminar el mundo con esa energía atómica que tenemos, porque la vamos a
usar bien; pero se han pasado tanto tiempo temiéndonos y reprimiéndonos que
hasta nosotras mismas a menudo nos tragamos esa historia de que nuestra
sexualidad es peligrosa. Y nos queremos “pasar en limpio”, negar lo que somos.
En mi poesía yo celebro el cuerpo femenino, todo el placer, el dolor y la
maravilla de lo que es capaz.
–Parafraseando unos versos suyos, ¿aún le siguen diciendo “cállate, no hables
más de vientres y humedades... ya pronto tendrás nietos”?
–No. Ya nadie me dice eso (risas). Creo que ahora esperan de mí que hable, lo
cual demuestra que aún los prejuicios más enraizados, sobre todo cuando están
enraizados en mojigaterías y falsos remilgos, pueden cambiar. Hay un efecto
liberador, me parece, cuando uno es capaz de iluminar con belleza lo que tan
frecuentemente se vela con cursilería o se ensucia con vulgaridad. Contra
quienes nos quieren hacer sentirnos culpables, yo opongo otra visión: la visión
de la mujer que sabe que ser mujer es un privilegio, no una desventaja. Eso es
lo que quiere celebrar este libro. Hombres y mujeres necesitamos vernos sin
miedo, disfrutando la diferencia.
–Casi al mismo tiempo que empezó a escribir poesía, se integró al Frente
Sandinista. ¿Cómo se alimentaron estas experiencias? ¿Qué entregaba o aportaba
la poeta a la militancia, y de qué modo la lucha política se metía en los
versos?
–La lucha contra la dictadura somocista fue heroica, épica. La revolución fue un
hecho erótico, dador de vida. Para mí Nicaragua ha sido un amor pasional y mi
país me habla con volcanes, me abraza con árboles, me riega con aguaceros.
Escribirle poesía a mi país, a mi gente, a la valentía y el genio con que se
luchó y se sigue luchando, me sale de lo más profundo. Creo que tiene que ver
con esa necesidad de integrar. No sé por qué tenemos esa manía de separar el
alma del cuerpo, el amor del hombre del amor a la patria, la vida de la
política. Vivir es para mí poder experimentar eso como un todo.
–¿Qué es Nicaragua para usted? ¿Le sigue doliendo tanto su país, como dice en
uno de los poemas?
–Ay, qué puedo decirte. Nicaragua es mi hombre con nombre de mujer; es el país
bajo mi piel, es mi íntima multitud... me he pasado queriendo decir lo que es en
tantos poemas y prosas... es como mi centro. Cuando voy volando hacia Nicaragua
y desde la ventanilla del avión reconozco el paisaje, siento que el alma me
vuelve al cuerpo. Claro que me duele; me duele lo poco que hemos avanzado tras
tanto esfuerzo. Me duele que sea, como dice una amiga, el país de Sísifo, ese
que castigaron los dioses haciendo que empujara una roca hacia la cima de una
montaña sólo para que al llegar a la meta, la roca rodara montaña abajo y
hubiera que volver a empezar de nuevo. Me duele la pobreza material de una gente
que, por otro lado, humanamente, es tan inmensamente rica. Por eso también me
consuela Nicaragua, porque, a pesar de todo, es un país nutritivo, lleno de
risa, de ganas de vivir.
–Si su tránsito ha sido de la euforia al desencanto, ¿puede conjurarlo con la
escritura? ¿Alcanza con escribir o necesita también otro tipo de “compromiso”?
–Mi desencanto es natural, pienso; pero no es desencanto con el país, sino con
la mezquindad de su clase política. Escribir me ayuda porque me permite imaginar
soluciones, posibilidades, aportar en la medida de mis posibilidades a la
conversación colectiva, a la búsqueda de otras maneras de encontrar el camino
que parece perdido. El compromiso sigue siendo necesario, es siempre urgente en
América latina, y cada quien tiene que encontrar su manera de vivirlo en esta
nueva situación, donde afortunadamente ya no sólo se requiere agarrar un fusil
para comprometerse.
–A propósito de un verso-pregunta del poema “Del verbo estar”: “¿Es que acaso la
sabiduría del tiempo consiste en ver el revés de la luz?”, ¿qué ve hoy Gioconda
Belli en el revés de su poesía?
–Me refería a que con el tiempo uno aprende a ver no sólo el deslumbre de la
idea de la utopía, sino a entender lo difícil que es mantener la consecuencia en
la vida cotidiana. Uno aprende a entender que el bien y el mal conviven dentro
de nosotros mismos. Lo que pasa ahora en mi poesía es que no tengo miedo a
enfrentar ese lado oscuro que es inherente a la especie a la que pertenecemos.
No tengo miedo ya de nombrar lo terrible tanto de la izquierda como de la
derecha, porque pensar bien no siempre conduce a actuar bien y en nombre de la
revolución y los ideales más hermosos también se han cometido atrocidades e
injusticias.
–¿Por qué hacia el final del libro parece ganar el escepticismo en el poema
“Plagas en el siglo XXI”, en el que plantea que ya nada da asco, que el asco es
un valor obsoleto, que “ya no hay quien ande como Sócrates haciendo preguntas
impertinentes en el mercado”?
–Bueno, porque es triste reconocer esa suerte de corteza que se va creando en la
conciencia a partir de la indiferencia. Eso que dije no surgió del escepticismo
sino de un momento de profunda tristeza al ver situaciones como la de Irak, por
ejemplo. Tanta gente ha muerto allí pero uno sigue su vida como si nada. Hay
esas situaciones, pero también hay otras como esta respuesta ante el terremoto
de Haití, donde la gente se ha volcado para solidarizarse, para dar dinero,
ayuda. Como poeta yo reacciono ante estas desgracias, a veces desconcertada, a
veces con esperanza.
–Es curioso que en ese poema se diga que quizá ya no valga la pena preguntarse,
cuando en esa zona de su poesía, en “Polis”, abundan los poemas con preguntas...
–A veces me miento a mí misma (risas). Claro que vale la pena hacer preguntas...
Mi poesía se pregunta muchas cosas porque intenta dialogar con el lector,
involucrarlo.
–En el título de esta antología poética personal hay un tributo a César Vallejo.
¿Qué significó esa poesía en su vida? ¿Con qué otros poetas dialoga en este
libro?
–Vallejo es un poeta difícil. No todo lo suyo me afecta de la misma manera.
Tiene poemas muy oscuros, casi impenetrables; pero otros son como relámpagos;
uno los lee y se le ilumina el cielo. No te hago la lista de todos los poetas
con que dialogo porque no nos alcanzarían las páginas del diario (risas).
Página|12, 04/02/10

EN LA DOLIENTE SOLEDAD DEL DOMINGO...
Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.
Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.
Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.
Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.
Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.
YO SOY TU INDÓMITA GACELA
Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus noches,
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
Yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
Yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
Yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
Yo,
la que te quiere.
ÁSPERA TEXTURA DEL VIENTO
Nacida de la selva me tomaste
arisca yegua para estribos y albardas.
Durante muchas noches
nada se oyó
sino el chasquido del látigo
el rumor del forcejeo
las maldiciones
y el roce de los cuerpos
midiéndose la fuerza en el espacio.
Cabalgamos por días sin parar
desbocados corceles del amor
dando y quitando,
riendo y llorando
-el tiempo de la doma
el celo de los tigres-
No pudimos con la áspera textura de los vientos.
Nos rendimos ante el cansancio
a pocos metros de la pradera
donde hubiéramos realizado
todos nuestros encendidos sueños.
ES LARGA LA TARDE...
Es larga la tarde
como el camino curvo hasta tu casa
por donde regreso arrastrando los pies
hasta mi cama sola
a dormir con tu olor engarzado en mi piel,
a dormir con tu sombra.
Es larga la tarde
y el amor redondo como el gatillo de una pistola
me rodea de frente, de lado, de perfil.
El sueño pesa sobre mis hombros
y me acerca de nuevo a vos,
al huequito de tu brazo,
a tu respiración,
a una continuación infinita de la batalla
de sábanas y almohadas que empezamos
y que pone risa
y energía
a nuestro cansancio.
TE BUSCO
Sola yo, amor,
y vos quién sabe dónde;
tu recuerdo me mece como al maíz el viento
y te traigo en el tiempo,
recorro los caminos,
me río a carcajadas
y somos los dos juntos
otra vez,
junto al agua.
Y somos los dos juntos
otra vez,
bajo el cielo estrellado
en el monte,
de noche.
Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre,
voy juntando mis días, mis minutos, mis horas
con tu hilo de letras.
Me he vuelto alfarera
y he creado vasijas para guardar momentos.
Me he soltado en tormenta
y trueno y lloro de rabia por no tenerte cerca,
en viento me he cambiado,
en brisa, en agua fresca
y azoto, mojo, salto
buscándote en el tiempo
de un futuro que tiene
la fuerza de tu fuerza.
TE ESCRIBO, SERGIO
Te escribo, Sergio
desde la soledad
del mediodía asoleado y desnudo
mientras azota el viento
y estoy, gatunamente,
enrollada en la cama
donde anoche te quise y me quisiste
entre tiempos, sonrisas y misterios.
Va quedando lejano
el mundo que existía antes de conocerte
y va naciendo un nido de palabras y besos,
un nido tembloroso de miedo y esperanza
donde a veces me siento retozando entre trinos,
y otras veces me asusto,
abro los ojos y me quedo quieta,
pensando en este panal de miel
que estamos explorando,
como un hermoso, hipnotizante laberinto,
donde no hay piedritas blancas,
ni mágicos hilos
que nos enseñen el camino de regreso.
AHUYENTEMOS EL TIEMPO, AMOR...
Ahuyentemos el tiempo, amor,
que ya no exista;
esos minutos largos que desfilan pesados
cuando no estás conmigo
y estás en todas partes
sin estar pero estando.
Me dolés en el cuerpo,
me acariciás el pelo
y no estás
y estás cerca,
te siento levantarte
desde el aire llenarme
pero estoy sola, amor,
y este estarte viendo
sin que estés,
me hace sentirme a veces
como una leona herida,
me retuerzo
doy vueltas
te busco
y no estás
y estás
allí
tan cerca.
TE VEO COMO UN TEMBLOR...
Te veo como un temblor
en el agua.
Te vas,
te venís,
y dejás anillos en mi imaginación.
Cuando estoy con vos
quisiera tener varios yo,
invadir el aire que respiras,
transformarme en un amor caliente
para que me sudés
y poder entrar y salir de vos.
Acariciarte cerebralmente
o meterme en tu corazón y explotar
con cada uno de tus latidos.
Sembrarte como un gran árbol en mi cuerpo
y cuidar de tus hojas y tu tronco,
darte mi sangre de savia
y convertirme en tierra para vos.
Siento un aliento cosquilloso
cuando estamos juntos,
quisiera convertirme en risa,
llena de gozo,
retozar en playas de ternuras
recién descubiertas,
pero que siempre presentí,
amarte, amarte
hasta que todo se nos olvide
y no sepamos quién es quién.
SENCILLOS DESEOS
Hoy quisiera tus dedos
escribiéndome historias en el pelo,
y quisiera besos en la espalda,
acurrucos, que me dijeras
las más grandes verdades
o las más grandes mentiras,
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer más linda,
que me querés mucho,
cosas así, tan sencillas, tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera
dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero, como una gran ola de ternura
deshaciéndome un ruido de caracol,
un cardumen de peces en la boca,
algo de eso frágil y desnudo,
como una flor a punto de entregarse
a la primera luz de la mañana,
o simplemente una semilla, un árbol,
un poco de hierba.
MAYO
No se marchitan los besos
como los malinches,
ni me crecen vainas en los brazos;
siempre florezco
con esta lluvia interna,
como los patios verdes de mayo
y río porque amo el viento y las nubes
y el paso del los pájaros cantores,
aunque ande enredada en recuerdos,
cubierta de hiedra como las viejas paredes,
sigo creyendo en los susurros guardados,
la fuerza de los caballos salvajes,
el alado mensaje de las gaviotas.
Creo en las raíces innumerables de mi canto.
RECORRIÉNDOTE
Quiero morder tu carne,
salada y fuerte,
empezar por tus brazos hermosos
como ramas de ceibo,
seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños
ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza
hurgando la ternura,
ese pecho que suena a tambores y vida continuada.
Quedarme allí un rato largo
enredando mis manos
en ese bosquecito de arbustos que te crece
suave y negro bajo mi piel desnuda
seguir después hacia tu ombligo
hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,
irte besando, mordiendo,
hasta llegar allí
a ese lugarcito
-apretado y secreto-
que se alegra ante mi presencia
que se adelanta a recibirme
y viene a mí
en toda su dureza de macho enardecido.
Bajar luego a tus piernas
firmes como tus convicciones guerrilleras,
esas piernas donde tu estatura se asienta
con las que vienes a mí
con las que me sostienes,
las que enredas en la noche entre las mías
blandas y femeninas.
Besar tus pies, amor,
que tanto tienen aun que recorrer sin mí
y volver a escalarte
hasta apretar tu boca con la mía,
hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento
hasta que entres en mí
con la fuerza de la marea
y me invadas con tu ir y venir
de mar furioso
y quedemos los dos tendidos y sudados
en la arena de las sábanas.
DE LA MUJER AL HOMBRE
Dios te hizo hombre para mí.
Te admiro desde lo más profundo
de mi subconsciente
con una admiración extraña y desbordada
que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas
me intrigan, me interesan
y te observo
mientras discurres y discutes
hablando del mundo
y dándole geografía de palabras
Mi mente esta covada para recibirte,
para pensar tus ideas
y darte a pensar las mías;
te siento, mi compañero, hermoso
juntos somos completos
y nos miramos con orgullo
conociendo nuestras diferencias
sabiéndonos mujer y hombre
y apreciando la disimilitud
de nuestros cuerpos.
PEQUEÑAS LECCIONES DE EROTISMO
I
Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
no es tarea fácil -si placentera-
No creas hacerlo en un día o noche
de sábanas explayadas.
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas
II
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado.
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
a corregir el rumbo cuando nube huracán
o aullido profundo
te pongan estremecimientos.
Cuenco de la mano que no sospechaste
III
Repasa muchas veces una extensión
Encuentra el lago de los nenúfares
Acaricia con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete ahógate distiéndete
No te niegues el olor la sal el azúcar
Los vientos profundos
cúmulos nimbus de los pulmones
niebla en el cerebro
temblor de las piernas
maremoto adormecido de los besos
IV
Instálate en el humus sin miedo
al desgaste sin prisa
No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu ángel caído
revuélvele la espesa cabellera
con la espada de fuego usurpada
Muerde la manzana
V
Huele
Duele
Intercambia miradas saliva impregnante
Da vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie hallazgo al final de la pierna
Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
Arco del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos
VI
Escucha caracola del oído
como gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
Poros que se alzan formando diminutas montañas
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave puente nuca desciende al mar pecho
Marea del corazón susúrrale
Encuentra la gruta del agua
VII
Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
Navega loco en la juntura de los océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula gime
Emerge con la rama de olivo
Llora socavando ternuras ocultas
Desnuda miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz
VIII
Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
-el mar como un vasto cristal azogado-
Duérmete náufrago.
CASTILLOS DE ARENA
¿Por qué no me dijiste que estabas construyendo
ese castillo de arena?
Hubiera sido tan hermoso
poder entrar por su pequeña puerta,
recorrer sus salados corredores,
esperarte en los cuadros de conchas,
hablándote desde el balcón
con la boca llena de espuma blanca y transparente
como mis palabras,
esas palabras livianas que te digo,
que no tienen más que el peso
del aire entre mis dientes.
Es tan hermoso contemplar el mar.
Hubiera sido tan hermoso el mar
desde nuestro castillo de arena,
relamiendo el tiempo
con la ternura
honda y profunda del agua,
divagando sobre las historias que nos contaban
cuando, niños, éramos un solo poro
abierto a la naturaleza.
Ahora el agua se ha llevado tu castillo de arena
en la marea alta.
Se ha llevado las torres,
los fosos,
la puertecita por donde hubiéramos pasado
en la marea baja,
cuando la realidad está lejos
y hay castillos de arena
sobre la playa...
PECERAS DE AMOR
Nuestros cuerpos de peces
se deslizan uno al lado del otro.
Tu piel acuática nada en el sueño
junto a la mía
y brillan tus escamas en la luz lunar
filtrándose por las rendijas.
Seres traslúcidos flotamos
confinados al agua de nuestros alientos confundidos.
Aletas de piernas y brazos se rozan en la madrugada
en el oxígeno y el calor
que sube de las blancas algas
con que nos protegemos del frío.
En algún momento de la corriente
nos encontramos
lúcidos peces se acercan a los ojos abiertos
peces sinuosos reconociéndose las branquias agitadas.
Muerdo el anzuelo de tu boca
y poco después despierto
pierdo la aleta dorsal
las extremidades de sirena..
EROS ES EL AGUA
Entre tus piernas
el mar me muestra extraños arrecifes
rocas erguidas corales altaneros
contra mi gruta de caracolas concha nácar
tu molusco de sal persigue la corriente
el agua corta me inventa aletas
mar de la noche con lunas sumergidas
tu oleaje brusco de pulpo enardecido
acelera mis branquias los latidos de esponja
los caballos minúsculos flotando entre gemidos
enredados en largos pistilos de medusa.
Amor entre delfines
dando saltos te lanzas sobre mi flanco leve
te recibo sin ruido te miro entre burbujas
tu risa cerco con mi boca espuma
ligereza del agua oxigeno de tu vegetación de clorofila
la corona de luna abre espacio al océano
De océano los ojos plateados
fluye larga mirada final
y nos alzamos desde el cuerpo acuático
somos carne otra vez
una mujer y un hombre
entre las rocas.
QUIERO
Quiero tener ese hijo tuyo, amor.
Dárteme desde dentro de mi vientre
en una nueva prolongación de tu inmortalidad.
mostrarte hasta dónde puede crecer mi vida,
como un árbol,
si tú la riegas;
hasta dónde puedo llegar a dárteme
en todas las formas,
en todos los momentos conscientes e inconscientes,
llegar a ser tu río, tu sombra,
la almohada suave donde apoyar tu cabeza,
el viento, el mar,
la risa, la mañana,
tu cama, tu suelo,
tu mujer.
PARTIRÁS OTRA VEZ
Partirás otra vez
porque la tierra llama
con la fuerza de una mujer desamparada.
Partirás otra vez, mi amor,
porque es allá
donde la vida de tantos se resuelve.
Allá te espera la esperanza,
la lucha sin cuartel.
Allá son los desvelos
y el reto de un tiempo sin medida
tratando de saltar al paso de la historia.
Anda, mi amor,
anda con esos brazos que me abrazan,
con esa boca que me besa,
a chorrear fuego, amor,
a llevar esa fuerza
a la tierra desde donde salimos
a la tierra que amamos.
Anda, mi amor,
yo voy también aunque me quede lejos
y estaré allí con vos
en el viento y la lluvia,
en el calor del medio día,
en las tapitas de dulce,
en las chicharras y en los grillos,
en el peligro,
allí por donde andes,
andaré yo,
entre la tierra y tu sombra
habrá una mujer
acariciándote.
MI AMOR ES ASÍ
Mi amor es así,
como este aguacero,
rebotando contra el pavimento,
pintando de verde el campo,
tapa-cielos,
tenaz,
mójalo todo,
Se me riega por dentro
y lo siento latir en la yema de los dedos
cuando quiero tocarte
y no te tengo cerca.
Como este aguacero, amor,
me vuelvo un montón de agua entre tus brazos
ando desbocada por tu cauce
me hago arroyuelo en el pelo de tu pecho.
Así como esta lluvia,
me desbordo en palabras
para contarte todos mis quehaceres,
para meterte en todos los rincones de mi día,
en todos los aleros de mis horas.
Salto desde tus brazos,
como la lluvia que se derrama de los techos
y me duele la carne de querer prolongarte
de querer florecer la semilla en mi vientre
y darte un hijo hermoso y vital
como este invierno.
Y...
Y va naciendo
el pretexto para decir tu nombre
en la noche remojada,
tierna y húmeda
como la flor de grandes ojos abiertos
y pétalos palpitantes
en la que me envolví
en lo más profundo del sueño,
para dibujar tu nombre
en todos los rincones
donde he vivido y viviré
hasta que me lleve el viento,
como semilla,
a dar flor a tierras desconocidas
y me encarne quizás en la niña
que oirá historias
en las tardes iguales de Nicaragua
con el olor a tierra naciendo,
urdiendo en sus entrañas
la vida verde del trópico lujurioso
como yo, como vos,
como las hojas en que nos envolvimos
cuando nos arrojaron del paraíso.
ESTA NOSTALGIA
Este sueño que vivo,
esta nostalgia con nombre y apellido,
este huracán encerrado tambaleando mis huesos,
lamentando su paso por mi sangre...
No puedo abandonar el tiempo y sus rincones,
el valle de mis días
está lleno de sombras innombrables,
voy a la soledad como alma en pena,
desacatada de todas las razones,
heroína de batallas perdidas,
de cántaros sin agua.
Me hundo en el cuerpo,
me desangro en las venas,
me bato contra el viento,
contra la piel que untada está a la mía.
Qué haré con mi castillo de fantasmas,
las estrellas fugaces que me cercan
mientras el sol deslumbra
y no puedo mirar más que su disco
-redondo y amarillo-
la estela de su oro lamiéndome las manos,
surcándome las noches,
desviviéndome,
haciéndome desastres...
Me entregaré a los huracanes
para pasar de lejos por esa luz ardiendo.
Estoy muriéndome de frío.
PROFUNDO AMOR
Profundo amor
nacido a ras del arco
arco tendido contra lo imposible
tu voz de cueva se extendió en mi cuenco
cabalgaste flechas hasta el mismo centro
El tiempo nos lanzó de lado a lado
trazos redondos surcando paralelos espacios
coincidimos desafiando las leyes deletreadas
infringiendo barreras quebrantadas al tacto
Tiempos feroces no nos devoraron
jugando a niños llegamos a la cópula
llegamos al principio de los vientos
al íntimo recodo del común aposento
Profundo amor compañero de llamas
compañero del agua de ternuras sin nombre
jinete de mis sueños
de mis piernas al alba.
CÓMO PESA EL AMOR
Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como la luna
apenas clara entre las luciérnagas.
Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.
Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora
como el canto de las sirenas;
te darás cuenta
de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
como pesa el amor
endurecido.
DEFINICIÓN
Podríamos tener una discusión sobre el amor.
Yo te diría que amo la curiosa manera
en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen,
exploradores que renuevan
el más antiguo acto del conocimiento.
Diría que amo tu piel y que mi piel te ama,
que amo la escondida torre
que de repente se alza desafiante
y tiembla dentro de mí
buscando la mujer que anida
en lo más profundo de mi interior de hembra.
Diría también que amo tus ojos
que son limpios y que también me penetran
con vaho de ternura o de preguntas.
Diría que amo tu voz
sobre todo cuando decís poemas,
pero también cuando sonás serio,
tan preocupado por entender
este mundo tan ancho y tan ajeno.
Diría que amo encontrarte
y sentir dentro de mí
una mariposa presa
aleteándome en el estómago
y muchas ganas de reírme
de la pura alegría de que existía y estás,
de saber que te gustan las nubes
y el aire frío de los bosques de Matagalpa.
Podríamos discutir si es serio
esto que te digo.
Si es una quemadura leve, de segundo,
tercer o primer grado.
Si hay o no que ponerle nombre a las cosas.
Yo sólo una simple frase afirmo
Te amo
ESTOY VIVA COMO FRUTA MADURA...
Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.
No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.
Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.
Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.
Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.
COMO TINAJA
En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora,
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.
MI AMOR ES COMO UN RÍO CAUDALOSO
Chorreándose en el cuerpo de mi hombre,
mi amor toca tambor y flauta
en las montañas de mi tierra,
dispara con ametralladora
su descarga de besos.
Es un amor de guerra
con «adiós» y «nos vemos»
un amor con señales de humo
-a lo lejos-
un amor para llevarse en mochilas
para andar clandestino
por ciudades y valles.
Es un amor para cantar victoria,
para llorar heridos
y aprender de derrotas.
Mi amor es bien contento
aunque -a veces- me haga brotar el llanto
es grande como la esperanza
y el valor de mi pueblo;
tiene olores de finca
huele a tierra mojada y campo.
Mi amor es fiero,
ardiente como la libertad,
no conoce de tiempo,
anda dentro de mí
desbocado y rebelde.
Me ha llenado de luz
y lo llevo cargado como un fusil al hombro
lloro y río por él
por este amor hermoso,
claro, como tus ojos.
HUELGA
Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.
Quiero una huelga
de obreros de palomas
de choferes de flores
de técnicos de niños
de médicos de mujeres.
Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel los colegios
el bus los hospitales
la carretera los puertos.
Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.
Y DIOS ME HIZO MUJER
Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos, nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.
COMO GATA BOCA ARRIBA
Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)
Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.
No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.
Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, Gioconda,
como mujer,
te quiero.
SE VAN TUS MANOS SOBRE MI MIRADA
Se van tus manos sobre mi mirada
la sostienes, la sueltas.
Embistes mi hombro izquierdo,
lo sitias desde el cuello,
lo asaltas con las flechas de tu boca.
Embistes mi hombro izquierdo
feroz y dulcemente a dentelladas.
con su modo redondo
de hacer pasar el tiempo entre los besos
y somos dos volutas de humo
flotando en el espacio
llenándolo con chasquidos y murmullos
o suavemente quedándonos callados
para explorar el secreto profundo de los poros
para penetrarlos en un afán de invasión
de descorrer la piel
y encontrar nuestros ojos
mirándonos desde la interioridad de la sangre.
Hablamos un lenguaje de jeroglíficos
y me vas descifrando sin más instrumentos
que la ternura lenta de tus manos,
desenredándome sin esfuerzo,
alisándome como una sábana recién planchada,
mientras yo te voy dando mi universo;
todos los meteoritos y las lunas
que han venido gravitando en la órbita de mis sueños,
mis dedos llenos del deseo de tocar las estrellas
los soles que habitan en mi cuerpo.
Una mansa sonrisa empieza a subirme por los tobillos,
se va riendo en mis rodillas
sube recorriendo mi corteza de árbol
llenándome de capullos reventados de gozo transparente.
El aire que sale de mis pulmones va risueño
a vivir en el viento de la noche
mientras de nuevo embistes mi hombro izquierdo,
feroz
y dulcemente
a dentelladas.
TODO SEA POR EL AMOR
Tantas cosas he hecho por vos
que tengo que cuidar
que su recuento no te suene a reclamo;
porque todo ha sido hecho en virtud del amor
y los relámpagos y ciclones que solté
de la caja de Pandora
que un día me pusiste en las manos
sí es verdad que han dolido,
que muchas veces me han arrancado piel de la raíz
y me han hecho buscarme el corazón
con miedo a no encontrar su pasito de soldado
han sido mi propia, soberana decisión,
mi perdición, mi gozo,
por los que me he conocido más mujer
capaz de escaladas, acrobacias,
tenacidad de burra rentada,
por los que he recorrido sendas ignotas,
mareada por el olor tan cercano de la felicidad
y te he buscado detrás de gestos y puertas
y hasta de la manera de abandonar tu ropa
y cuando te he encontrado
me he abierto de par en par
como jaula repleta de ruiseñores
y he sabido también cómo se siente
tener un astro deslumbrante en las entrañas.
No quiero, pues, equivocarme con reclamos;
me hago responsable del sol y de la sombra,
pero, ay amor, cómo me duele
que estando yo en tu espacio
como estrella errabunda
fieramente colgada por vos en tu Universo,
no me hayás descubierto elresplandor;
no me hayás habitado,
tomado posesión de mi luz
y sólo te hayás atrevido
a palparme
-como un ciego-
en la oscuridad.
DESAFÍO A LA VEJEZ
Cuando yo llegue a vieja
-si es que llego-
y me mire al espejo
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.
Cuando pueda contar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones,
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos,
cuando vea mi vida envuelta
en venas azules,
en profundas ojeras,
y suelte blanca mi cabellera
para dormirme temprano
-como corresponde-
cuando vengan mis nietos
a sentarse sobre mis rodillas
enmohecidas por el paso de muchos inviernos,
sé que todavía mi corazón
estará -rebelde- tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludarán
mis mañanas.
SIGNOS
Es el amor; tendré que ocultarme o huir.
Jorge Luis Borges
Lento,
violento,
rumoroso
temblor
de hojas
en la intrincada selva de mis espinas.
Invasión de ternura en los huesos.
Ola dulce de agua
reventándome en el fondo del pecho,
encrespándose
y volviendo a extenderse
espuma
sobre mi corazón.
Es el amor con su viento cálido,
lamiendo insistente la playa sola de mi noche.
Es el amor con su largo ropaje de algas,
enredándome el nombre, el juicio, los imposibles.
Es el amor salitre, húmedo,
descargándose contra la roca de mi ayer impávida dureza.
Es la marea subiendo lentamente
las esquinas de piedra de mis manos.
Es el espacio con su frío
y el vientre de mi madre palpitando su vida en el silencio.
Es el grupo de árboles en el atardecer,
el ocaso rojo de azul,
la luna colgada como fruta en el cielo.
Es el miedo terrible,
el pavor de abrir la puerta
y unirse a la caravana
de estrellas persiguiendo la luz
como nocturnas, erráticas mariposas.
Es la tiniebla absoluta
o la más terrible y blanca nova del Universo.
Es tu voz como soplo
o el ruido de días ignorando los rumbos de tu existencia.
Es esa palabra conjuro de todas las magias,
látigo sobre mi espalda tendida al filo del sol,
desencajando el tiempo con sus letras recónditas,
desprendida del azar y de la lógica,
loca palabra, espada,
torbellino revolviéndome tibias memorias
apaciblemente guardadas en el desván de los sueños,
estatuas que de pronto se levantan y hablan,
duendes morados saliendo de todas las flores,
silbando música de tambor de guerra,
terribles con sus largos zapatos puntudos,
burlándose de mí
que, inútilmente,
cavo tenaz, enfurecida, incapaz,
llorando en mi espanto,
esta última trinchera.
AMOR DE FRUTAS
Déjame que esparza
manzanas en tu sexo
néctares de mango
carne de fresas;
Tu cuerpo son todas las frutas.
Te abrazo y corren las mandarinas;
te beso y todas las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas
y en tus piernas el promegranate
esconde sus semillas incitantes.
Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros:
Mi hombre de limones y duraznos,
dame a beber fuentes de melocotones y bananos
racimos de cerezas.
Tu cuerpo es el paraíso perdido
del que nunca jamás ningún Dios
podrá expulsarme.
NOS CASAREMOS EN INVIERNO
Nos casaremos ahora que llueve a carcajadas.
Vos y yo y la tierra celebraremos juntos
el verdor de los cuerpos,
el sexo de las flores,
el polen de la risa
y todas las estrellas
que vienen confundidas
en la gota de lluvia.
Pondremos inviernos en el amor
para verlo crecer
al ritmo de las plantas.
Uniremos las nubes
para formar el trueno,
uniremos la tierra con el agua.
Nos casaremos con el cielo cerrado,
cuando suenen los techos
como ametralladoras
y el canto de las ranas
suba desde el jardín
junto con un cortejo de hormigas voladoras.
Nos casaremos sin sombrillas, amor,
con la cabeza descubierta,
en un patio mojado,
oloroso de tierra,
sin otra sed más que la del uno por el otro,
con la ropa empapada,
juntando nuestros quehaceres
para que se venga el temporal
que lo va a lavar todo,
como la lluvia, amor, de cuando nos casemos.
TE DUERMES
Te duermes a mi lado.
Caes silenciosamente en ese mundo
donde yo puedo ser alguna remota conocida,
una compañera de banca de parque o la amante
que acabas de dejar para evadirte a esa región donde, mutuamente, nos privamos
de la palabra.
Me conmueve verte dormido, hundido en las sabanas
con el abandono del sueño, enigmáticamente
encerrado en tu cuerpo.
También yo me dormiré y entonces quizás te despiertes
y pienses esto que yo estoy pensando, tal vez
me imaginarás enredada en algún árbol enmarañado
de los que sabes que me encantan y me quieras alcanzar tocándome, sacándome del
mutismo de estación
de radio apagada, volviéndome a traer hacia tu lado,
hacia el amor que nos dio el sueño.
ABANDONADOS
Tocamos la noche con las manos
escurriéndonos la oscuridad entre los dedos,
sobándola como la piel de una oveja negra.
Nos hemos abandonado al desamor,
al desgano de vivir colectando horas en el vacío,
en los dias que se dejan pasar y se vuelven a repetir,
intrascendentes,
sin huellas, ni sol, ni explosiones radiantes de claridad.
Nos hemos abandonado dolorosamente a la soledad,
sintiendo la necesidad del amor por debajo de las uñas,
el hueco de un sacabocados en el pecho,
el recuerdo y el ruido como dentro de un caracol
que ha vivido ya demasiado en una pecera de ciudad
y apenas si lleva el eco del mar en su laberinto de concha.
¿Cómo volver a recapturar el tiempo?
¿Interponerle el cuerpo fuerte del deseo y la angustia,
hacerlo retroceder acobardado
por nuestra inquebrantable decisión?
Pero... quién sabe si podremos recapturar el momento
que perdimos.
Nadie puede predecir el pasado
cuando ya quizás no somos los mismos,
cuando ya quizás hemos olvidado
el nombre de la calle
donde
alguna vez
pudimos
encontrarnos.
AMOR EN DOS TIEMPOS
I
Mi pedazo de dulce de alfajor de almendra
mi pájaro carpintero serpiente emplumada
colibrí picoteando mi flor bebiendo mi miel
sorbiendo mi azúcar tocándome la tierra
el anturio la cueva la mansión de los atardeceres
el trueno de los mares barco de vela
legión de pájaros gaviota rasante níspero dulce
palmera naciéndome playas en las piernas
alto cocotero tembloroso obelisco de mi perdición
tótem de mis tabúes laurel sauce llorón
espuma contra mi piel lluvia manantial
cascada en mi cauce celo de mis andares
luz de tus ojos brisa sobre mis pechos
venado juguetón de mi selva de madreselva y musgo
centinela de mi risa guardián de los latidos
castañuela cencerro gozo de mi cielo rosado
de carne de mujer mi hombre vos único talismán
embrujo de mis pétalos desérticos vení otra vez
llename pegame contra tu puerto de olas roncas
llename de tu blanca ternura silenciame los gritos
dejame desparramada mujer.
II
Campanas sonidos ulular de sirenas
suelto las riendas galopo carcajadas
pongo fuera de juego las murallas
los diques caen hechos pedazos salto verde
la esperanza el cielo azul sonoros horizontes
que abren vientos para dejarme pasar:
«Abran paso a la mujer que no temió las mareas del amor
ni los huracanes del desprecio»
Venció el vino añejo el tinto el blanco
salieron brotaron las uvas con su piel suave
redondez de tus dedos llovés sobre mí
lavás tristeza reconstruís faros bibliotecas
de viejos libros con hermosas imágenes
me devolvés el gato risón Alicia el conejo
el sombrero loco los enanos de Blancanieves
el lodo entre los dedos el hálito de infancia
estás en la centella en la ventana desde donde
nace el árbol trompo tacitas te quiero te toco
te descubro caballo gato luciérnaga pipilacha
hombre desnudo diáfano tambor trompeta
hago música
bailo taconeo me desnudo te envuelvo
me envuelves
besos besos besos besos besos besos besos besos
silencio sueño.
EVA ADVIERTE SOBRE LAS MANZANAS
"Allí te quedo en el pecho,
por muchos años me goces"
C.M.R.
Con poderes de Dios
-centauro omnipotente-
me sacaste de la costilla curva de mi mundo
lanzándome a buscar tu prometida tierra,
la primera estación del paraíso.
Todo dejé atrás.
No oí lamentos, ni recomendaciones
porque en todo el Universo de mi ceguera
solo vos brillabas
recortado sol en la oscuridad.
Y así,
Eva de nuevo,
comí la manzana;
quise construir casa y que la habitáramos,
tener hijos para multiplicar nuestro estrenado territorio.
Pero, después,
sólo estuvieron en vos
las cacerías, los leones,
el elogio a la soledad
y el hosco despertar.
Para mí solamente los regresos de prisa,
tu goce de mi cuerpo,
el descargue repentino de ternura
y luego,
una y otra vez, la huida
tijereteando mi sueño,
llenando de lágrimas la copa de miel
tenazmente ofrecida.
Me desgasté como piedra de río.
Tantas veces pasaste por encima de mis murmullos,
de mis gritos,
abandonándome en la selva de tus confusiones
sin lámpara, ni piedras para hacer fuego y calentarme,
o adivinar el rumbo de tu sombra.
Por eso un día,
vi por última vez
tu figura recostada en el rojo fondo de la habitación
donde conocí más furia que ternura
y te dije adiós
desde el caliente fondo de mis entrañas,
desde el río de lava de mi corazón.
No me llevé nada
porque nada de lo tuyo me pertenecía
-nunca me hiciste dueña de tus cosas-
y saliste de mí
como salen -de pronto-
desparramados, tristes,
los árboles convertidos en trozas,
muertos ya,
pulpa para el recuerdo,
material para entretejer versos.
Fuiste mi Dios
y como Adán, también
me preñaste de frutas y malinches,
de poemas y cogollos,
racimos de inexplicables desconciertos.
Para nunca jamás
esta Eva verá espejismos de paraíso
o morderá manzanas dulces y peligrosas,
orgullosas,
soberbias,
inadecuadas
para el amor.
TEXTURA DE SUEÑO
No he visto el día
más que a través de tu ausencia
de tu ausencia redonda que envuelve mi paso agitado,
mi respiración de mujer sola.
Hay que están hechos para morirse o para llorar,
días poblados de fantasmas y ecos
en los que ando sobresaltada,
pareciéndome que el pasado va a abrir la puerta
y que hoy será ayer,
tus manos, tus ojos, tu estar conmigo,
lo que hace tan poco era tan real
y ahora tiene la misma
textura del sueño.
REGLAS DEL JUEGO
PARA LOS HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A MUJERES MUJERES
I
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.
II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
conque yo estaré al lado suyo.
III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.
IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.
V
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.
VI
El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.
VII
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.
VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.
X
El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.
XI
El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.
AHORA VAMOS ENVUELTOS EN CONSIGNAS HERMOSAS
Las mañanas cambiaron su signo conocido.
Ahora el agua, su tibieza, su magia soñolienta
es diferente.
Ahora oigo desde que mi piel conoce que es de día,
cantos de tiempos clandestinos
sonando audaces, altos desde la mesa de noche
y me levanto y salgo y veo "compas" atareados
lustrando sus botas o alistándose para el día
bajo el sol.
Ya no hay oscuridad, ni barricadas,
ni abuso del espejo retrovisor
para ver si me siguen.
Ahora mi aire de siempre es mas mi aire
y este olor a tierra mojada y los lago s allá
y las montañas
pareciera que han vuelto a posarse en su lugar,
a enraizarse, a sembrarse de nuevo.
Ya no huele a quemado,
y no es la muerte una conocida presencia
esperando a la vuelta de cualquier esquina.
He recuperado mis flores amarillas
y estos malinches de mayo son mas rojos
y se desparraman de gozo
reventados contra el rojinegro de las banderas.
Ahora vamos envueltos en consignas hermosas,
desafiando pobrezas,
esgrimiendo voluntades contra malos augurios
y esta sonrisa cubre el horizonte,
se grita en valles y lagunas,
lava lagrimas y se protege con nuevos fusiles.
Ya se unió la Historia al paso triunfal de los guerreros
y yo invento palabras con que cantar,
nuevas formas de amar,
vuelvo a ser,
soy otra vez,
por fin otra vez,
soy.
CLARO QUE NO SOMOS UNA POMPA FÚNEBRE
Claro que no somos una pompa fúnebre,
a pesar de todas las lágrimas tragadas
estamos con la alegría de construir lo nuevo
y gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.
Usamos el derecho a la alegría,
a encontrar el amor
en la tierra lejana
y sentirnos dichosos
por haber hallado compañero
y compartir el pan, el dolor y la cama.
Aunque nacimos para ser felices
nos vemos rodeado de tristeza y vainas,
de muertes y escondites forzados.
Huyendo como prófugos
vemos como nos nacen arrugas en la frente
y nos volvemos serios,
pero siempre por siempre
nos persigue la risa
amarrada también a los talones
y sabemos tirarnos una buena carcajada
y ser felices en la noche más honda y más cerrada
porque estamos construidos de una gran esperanza,
de un gran optimismo que nos lleva alcanzados
y andamos la victoria colgándonos del cuello,
sonando su cencerro cada vez más sonoro
y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque somos semillas
y habitación de una sonrisa íntima
que explotará
ya pronto
en las caras
de todos.


GÉNEROS Y SUBGÉNEROS LITERARIOS
1. GENEROS Y SUBGENEROS NARRATIVOS
Obra narrativa es aquella en la que
un narrador a través de un discurso oral o escrito, relata una historia
destinada a oyentes o lectores. Dentro de ella pueden encontrarse distintos
subgéneros.
Cuento
|
Narración de una acción ficticia, sencilla y de breve extensión; de desarrollo
rectilíneo, con pocos personajes y el proceso del relato privilegia el
desenlace. Los cuentos populares son de carácter puramente oral, mientras que
los cuentos literarios son de carácter estrictamente escrito.
|
Novela
|
Salvo excepciones, la novela usa estrictamente la prosa, es extensa, minuciosa,
capaz de apresar al lector y retenerlo en su ámbito irreal. Construye un mundo
cerrado en cuanto a hechos y personajes. Lo principal en la novela es la
descripción de la vida de esos personajes y de su ambiente. Pueden citarse a
modo de ejemplo distintos tipos de novelas a lo largo de la historia literaria:
novela de aventuras, novela bizantina, novela detectivesca y policial; novela
epistolar, existencial, naturalista, histórica, pastoril, personal, picaresca,
psicológica, realista, regional, rústica, social, de tesis, objetiva.
|
Nouvelle o novela corta
|
Además de la extensión de páginas suele diferenciar a la nouvelle de la novela
común la índole de los temas. La novela corta es un cuento largo. También es
definida como la representación de un acontecimiento sin la amplitud de la
novela normal en el tratamiento de la trama y de los personajes.
|
Epopeya
|
Se concibe como la narración poética de una acción memorable y de un interés
general para un pueblo entero o para la especie humana. Exige una unidad de
acción, grandeza del tema y solemnidad de los personajes. Homero y Virgilio
versificaron en hexámetros; la epopeya medieval versificó en monorrimas. En la Edad Media fue poesía
oral para presentarla y recitarla ante un auditorio.
|
Cantar de gesta
|
Es una manifestación literaria de las
leyendas heroicas de un pueblo. Son de carácter anónimo, más orales que escritas
e interpretadas por los juglares, acompañadas de instrumentos de cuerda.
|
Leyenda
|
Es una primitiva manifestación literaria
oral, anónima. En
la Edad Media se le da un nuevo ímpetu a esta poesía
legendaria.
|
Balada
|
Su contenido es básicamente de sucesos
tradicionales, leyendas, contados
con sencillez y emoción. Es originaria de los países del norte y de Europa
Central. Se distinguen la balada popular, anónima; de la balada artística,
de autor conocido.
|
Romance
|
Es una composición épico-lírica de origen
anónimo popular que presenta una serie indefinida de versos octosílabos con rima
asonante en los versos pares.
|
Apólogo
|
Es una narración breve, de carácter
didáctico-moral, con acción alegórica, en la que personajes a menudo son seres
irracionales. Suele confundírsela con la fábula, pero es una de sus modalidades.
|
Fábula
|
Es una narración breve cuyas figuras son
animales que representan condiciones humanas, y su discurso está siempre
referido a la presentación de vicios y virtudes. Su fin es entregar una
enseñanza o moraleja con censuras de carácter moral.
|
Parábola
|
Similar a la fábula y al apólogo, se
propone dar mediante el relato de algún hecho, una lección moral. Pero no
recurre a la representación animal. Describe acciones de la vida humana misma, y
es una forma narrativa con un doble plano significativo: el primero y
superficial es el relato; el segundo es profundo, con un alcance moral,
religioso, filosófico.
|
2. GÉNERO Y SUBGÉNEROS DRAMÁTICOS
La obra dramática está destinada a
ser representada ante espectadores y consiste en una acción dialogada
representada por personajes desempeñados por actores, en un espacio determinado,
configurado por una escenografía.
El drama está destinado a la
representación ante un público, no puede tener una extensión desmesurada, en un
lenguaje inteligible, y todas las acciones deben poner en tensión al espectador
de modo que pueda atrapar su atención.
La historia trágica imita acciones
humanas en torno al sufrimiento de los personajes y a la piedad, hasta el
momento del reconocimiento de os personajes entre sí o de la toma de conciencia
del origen del mal.
El género dramático se divide en
varios subgéneros.
Tragedia
|
Según Aristóteles, es la imitación de una acción elevada y completa, en lenguaje
matizado según las diferentes partes, efectuada pro los personajes en acción y
no por medio del relato. Como elementos fundamentales se destaca: la catarsis
de las pasiones por la producción del temor y la piedad;
la acción del héroe que lo lleva a su perdición; el exceso, orgullo y
obstinación del héroe
que persevera a pesar de las advertencias; el
pathos, sufrimiento del héroe que la tragedia comunica al público.
|
Aristóteles señala así las partes
formales de la tragedia:
|
Prólogo:
Parte anterior a la entrada del Coro, a cargo de uno o dos personajes.
|
Párodos:
Primer canto del Coro.
|
Episodios:
Entre tres y cinco, a través de los cuales se desarrolla la acción y los
diálogos.
|
Estásimos:
Cantos del Coro que separa a los episodios entre sí.
|
Éxodo:
Parte después de la cual ya no hay canto del Coro.
|
Comedia
|
Es la imitación de las personas más vulgares, de aquella especie que supone lo
ridículo, clase específica de lo feo. Se ridiculizan las costumbres y los actos
de los gobernantes, los jueces, filósofos; cuyas caricaturas escenificadas eran
recibidas con regocijo por el pueblo. El desenlace es feliz, y su intención es
provocar la risa del espectador.
|
Farsa
|
Es la obra teatral cómica que se escribe y se representa con el único fin de
hacer reír al público, mediante la muestra de situaciones y personajes
ridículos. Es una mezcla de motivos diferentes organizados en una estructura
teatral de carácter cómico. La realidad se deforma haciéndola grotesca o
carnavalizándola. Se la asocia a una risa grosera y a un estilo poco refinado,
de orden popular.
|
Sainete
|
Es una pieza breve del género dramático, generalmente de índole cómica, con
personajes que casi siempre representan tipos populares.
El sainete criollo es más porteño que argentino. Su decadencia se produjo no por
haberse agotado su temática, sino por la comercialización de que fuera objeto
hasta desnaturalizar sus elementos. Los saineteros se asomaban a los
conventillos para captar lo vivo de los personajes que luego representarían en
el escenario.
|
Entremés
|
Es una obra breve de carácter cómico. Se representaban entre la jornada I y II
de las comedias. L. Carreter lo define como un pasaje con personajes populares y
de tono preferentemente humorístico que aparece al principio, medio o final de
una obra de carácter serio.
|
Paso
|
Son pequeños dramas de tres o cuatro personajes, de acción muy sencilla, diálogo
chispeante y popular.
|
Misterios
|
Es la representación dramática de tema religioso. Aquí se escenificaban los
cuadros del nacimiento, vida, pasión y muerte de Jesucristo. En principio los
actores eran los clérigos y se representaba en las iglesias.
Luego fueron representadas en las calles de la ciudad.
|
Milagros
|
Es una obra medieval que relata la vida de la virgen, de santos y héroes de
caballería, para ilustrar los principios cristianos.
|
Moralidades
|
Es una obra medieval de inspiración religiosa y de intención moralizante. Pone
en escena la pelea del bien y el mal, y los siete pecados capitales, los vicios,
el hombre como eterno pecador y las tentaciones.
|
Tragicomedia
|
Es una obra dramática en la que se combinan el elemento trágico y el factor
cómico. Aquí se ven mezclados los personajes populares con los aristocráticos,
borrando la diferencia de clases, las acciones no culminan en catástrofes, el
héroe no muere, y posee una gran amplitud lingüística mezclando el lenguaje de
la tragedia y el lenguaje vulgar de la comedia. Es un subgénero capaz de unir lo
sublime a lo grotesco.
|
Grotesco
|
Bajtin lo define como una exageración premeditada, una reconstrucción
desfigurada de la naturaleza, con gran insistencia en lo material perceptible.
Categoría estética mixta, lo grotesco mantiene un equilibrio estable entre lo
risible y lo trágico.
|
3. GÉNERO Y SUBGÉNEROS LÍRICOS
Según Marchese y Forrandellas, la
lírica es desde la antigüedad la forma poética en la que se expresa el
sentimiento personal del autor, que se sitúa en el centro del discurso
psicológico, introspectivo, rememorativo, o fantástico con que se determina la
experiencia del yo.
Poesía lírica es la que expresa
sentimientos, imaginaciones y pensamientos del autor, es la manifestación de su
mundo interno; por ello es el género poético más subjetivo y personal. Este
carácter subjetivo no equivale a un individualismo: el poeta como integrante de
la comunidad humana, puede interpretar sentimientos colectivos.
Guillermo Díaz Plaja realiza una
clasificación de los poemas de acuerdo a los sentimientos que estos expresen:
Oda e himno
|
Se vincula con sentimientos de admiración o de entusiasmo. Es de carácter
solemne, y se distinguen la oda sagrada, la oda heroica y la oda moral.
|
Poesía bucólica
|
Esta poesía canta a la serenidad y
la belleza del campo; la vida de los pastores, la vida rústica. Aquí se
distinguen:
|
Idilio: Es una composición
poética en la que se exalta la vida sencilla y pastoril y sin complicaciones del
campo. Es una poesía descriptiva, sencilla y breve.
|
Égloga: Semejante al idilio, la
égloga es de mayor extensión y amplitud. Pueden aparecer diálogos del poeta con
los pastores. Hay églogas que exaltan los placeres de la caza (égloga venatoria)
o de la pesca (égloga piscatoria).
|
Anacreóntica: Expresa la
exaltación de la vida campestre, y se refiere a los placeres que el campo
prodiga, como el amor, la comida, la bebida.
|
Elegía, endecha, lamento y epitafio
|
Elegía:
Era una composición fúnebre o poema
dedicado a la muerte de alguna persona querida. Luego este sentido se
amplió hasta llegar al sentido de lamentación por diversas causas, desde
desgracias familiares hasta derrotas nacionales. Se distinguen elegías amorosas,
religiosas, patrióticas y funerales.
|
Endecha:
Es una de las formas menores de la lírica
y se define por su contenido, que revela sentimientos tristes, en versos de seis
o siete sílabas.
|
Lamento:
Es una composición poética que expresa
dolor, arrepentimiento o preocupación por una persona. Su característica
principal es haber perdido a nivel emocional, sentimental.
|
Epitafio:
Es un poema breve que se supone colocado
sobre la tumba de una persona.
|
Canción, madrigal y epitalamio
|
Estos tres subgéneros expresan el sentimiento amoroso.
|
Canción: Tiene un carácter
popular folklórico y musical; y otro relacionado con la creación del poeta
que firma su composición. Fue inventada en otro aspecto, por trovadores
provenzales y por los italianos, expresando sentimientos amorosos.
|
Madrigal: Es una composición de
origen italiano, ligada a la música y al canto. Expresa sentimientos delicados.
|
Epitalamio: Es a la poesía del
amor lo que el epitafio a la del dolor. La materia se reduce al elogio de los
esposos. Los cantos de bodas son el reflejo de las alegrías nupciales.
|
Sátira y epigrama
|
Ambos subgéneros están relacionados con el sentimiento de enemistad.
|
Sátira: Se define como un
ataque del autor que ridiculiza vicios o defectos ajenos. Por momentos tiene un
sentido burlesco y por otros un sentido más grave o educador. Se usan
básicamente dos mecanismos: la ironía y el sarcasmo.
|
Epigrama: Es una composición
poética breve que expresa con agudeza un pensamiento principal, en general en
sentido satírico.
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Copla, letrilla, pastorela y serrana.
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Estas cuatro formas tienen en común su origen popular.
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Copla: Se caracteriza por su
versificación en estrofas de cuatro versos octosílabos o de menor medida con
rima asonante en los versos pares. Actualmente, copla es cualquier composición
poética breve, que sirve de letra para una canción popular.
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Letrilla: Contraria al
villancico, rara vez puede trasformarse en canción popular. Lo más común es que
el estribillo proceda de un refrán, dándole un sentido más popular.
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Pastorela: Es una composición
de origen trovadoresco y provenzal, en la que el poeta describe el encuentro de
un caballero con una pastora, por amores.
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Serrana: Es un cantar lírico
popular cuyo tema central es el encuentro del caminante con una moza bravía que
lo guiaba en su camino.
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Epístola
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Es una composición en la que el autor se dirige a un determinado receptor bien
determinado, real o ficticio, que se considera ausente.
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